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"El amor es un elemento. Un elemento. Como el aire que se respira, o el suelo que se pisa." 

Después de ese día, la existencia de TaeHyung —tardó dos años en saber su nombre— había llamado a JungKook como una voz perdida en medio de un gran silencio. Mientras permanecía tendido y moribundo en el campamento después de otra ardua pelea, soñó una y otra vez que él muchacho enemigo se arrodillaba junto a él, sonriendo. 

Cada vez que despertaba descubría su ausencia, y encontraba los rostros de sus familiares y amigos, que parecían menos reales que el fantasma que lo obsesionaba. Incluso mientras NamJoon discutía con el médico que quería amputarle el brazo, su mente regresó a ese lugar, a unos ojos castaños y una sonrisa rectangular bastante peculiar, y a aquella descarga de ternura. 

Se había entrenado para soportar todo tipo de heridas durante las guerras, pero no aquello.

Se sintió indefenso ante esa nueva sensación.

Por supuesto, no se lo dijo a nadie.   

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YuanFen 缘份. KvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora