Drabbles [YuBam]

3. (ella)

Género: angst (leve)

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En la sala se encontraban ellos tres: Jinyoung conversando con Mark y casi ni prestando atención al programa transmitido en la televisión, y Yugyeom desparramado en el sofá.

YuGyeom debería estar contento de tener en su poder el control remoto, buscar lo que le llamara la atención y adueñarse de él un tiempo. Pero lo cierto era que el último minuto no había hecho otra cosa que cambiar y cambiar los canales sin detenerse en alguno.

"Estoy aburrido..."

No escuchaba ruidos de ninguna parte a excepción de donde estaba. Se preguntó qué estarían haciendo los demás miembros...

"En realidad no me importa, ellos pueden hacer lo que quieran"

Con dos pares de ojos mirándole la espalda, Yugyeom se retiró a su habitación. Todavía era temprano para dormir y él lo sabía, teniendo el reloj despertador a un lado de su cama.

Le estaba molestando. Aún después de que saliera la noticia.

-Hey, acá estabas -la sonora voz de su compañero le interrumpió su viaje hacia los sueños, encendiendo la luz-, no estabas durmiendo, ¿o sí?
-Estaba en eso.

La foto de BamBam y Mina -integrante de Twice- se había viralizado y recorrido todos los portales de noticias. Había de todo un poco en cada artículo, y una gran variedad de comentarios.

Si estaban en una relación; si era una escena comprometedora; si eran sólo amigos; si era sólo una foto entre compañeros de agencia.

Yugyeom había leído cada una de esas páginas, y no pasaba día que no mirase la foto del descontrol. Lo admitía; Mina era bonita, mucho a decir verdad, pero que estuviese con BamBam...

Tenía el beneficio de la duda.

-¿Has visto el nuevo programa que empezó ayer? Es interesante y entretenido, deberíamos verlo -siguió hablando el chico de pie, cambiando su camiseta por otra- ahora sería lo más conveniente así nos apoderamos de la televisión. ¿Qué dices?

Yugyeom captó enseguida la alegría impregnando el ambiente, pero él tenía una burbuja creada a su alrededor aislándole.

Suspiró poniéndose de lado y mirando a la pared.

-No.

El silencio abrupto le hizo sentir mal. No estaba enojado con su hyung, ni con Mina, y tampoco quería sonar como si fuera lo contrario. Por supuesto que no, deseaba mantener la desbordante energía que traía su compañero, así la gastase con alguien más.

-Lo siento, hyung, es sólo que quiero dormir. Es todo.

BamBam no estaba muy convencido, le conocía y el menor nunca dormía tan temprano.

-¿Sólo eso?
-Sí, sólo eso -afirmó-. ¿Puedes apagar la luz al salir? Gracias.

No quería hablar de más.

La luz se apagó, pero de un segundo a otro se volvió a encender.

-¿No estás enfermo?

Mantuvo los ojos cerrados sin moverse. No quería hablar, no quería hacerlo.

"Por favor no sigas..."

-Conversando con Mina el otro día, llegamos a la conclusión de que a veces las enfermedades son más psicológicas. Puede deber-
-Estoy bien. ¿Podrías, por favor, apagar la luz?

No quería que le viese así.

Una suave mano se deslizó por su rostro y tocó su frente con los dedos extendidos; le estaba comprobando la temperatura.

-¿Qué tienes? -la pregunta llegó junto a un hundimiento de colchón, pacífica y muy suave.
-Nada.

Y era verdad.

Yugyeom tenía... Nada.

-Quizá sí te sientas de esa forma, lo que hablamos con M-
-Quiero dormir.

Yugyeom enterró más su rostro en la almohada, alejándola del campo de visión de BamBam.

Le estaba doliendo demasiado.

-Yugie... -le llamó, con la preocupación esta vez viajando a través del silencio- ¿acaso tú...?
-Estoy celoso...

Sintió un ligero alivio al decirlo, pero el horrible nudo atravesado en su garganta no se iba, y juraba que no desaparecería hasta que estuviese solo. Creyó que con eso sería suficiente para espantar a su compañero; error.

-¿Te gusta Mina?
-No -su respuesta fue rápida.
-¿Y yo?

Se sintió cobarde. Cobarde e impotente por dejar a medias el motivo verdadero y callar el resto, ahogándose.

Por eso no quería hablar. Porque hablar significa perder fuerza cuando se está por llorar.

-Sólo quiero dormir hyung, por favor.

Sintió un par de brazos rodeando sus hombros hasta hacerle girar mirando el techo. Las finas hileras de lágrimas eran notorias, tanto así que el mayor se asustó cuando le miró. Éste, preocupado, le secó las mejillas con sus dedos acariciando los lados de su rostro para tranquilizarle.

-Hay algo que te está haciendo mucho mal, Yugie. Por favor cuéntamelo.

Pero no iba a hacerlo. No podía. Por el bien de su amistad, del grupo, de sus carreras, de la agencia. Por el bien de BamBam.

No podía decirle que le quería mucho más de lo que creía, y probablemente más que cualquiera en aquél departamento.

Y le empezó a doler todo. Desde los ojos por las saladas lágrimas, su garganta por la tensión acumulada, y toda la piel por donde los finos dedos de BamBam le rozaran.

Ahora entendía el significado de la frase "El amor duele". Y estaba siendo evidenciada por la sensación aplastante y triste que se acumulaba en su pecho. Cada vez más intensa y cada vez más grande.

-Quizá sí me esté enfermando, Bambi -con la mirada nublada se dedicó a observarle; siempre se veía lindo-. Estoy hablando incoherencias.

Le tenía a su lado, era su amigo, y así sería siempre. No iba a destrozar su amistad, valía mucho como para arriesgarse a perderla.

Sí, se estaba enfermando. Pero mientras su remedio anduviese cerca, viviría.

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