Capítulo 13: El plan.

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José.

Despues de conducir por mas de media hora, estabamos en el apartamento de Andrés.

Este era algo pequeño, se notaba que vivía a duras penas ahí. Con paredes deterioradas por el tiempo,  pintura cayendose de las paredes, un sofá viejo donde había ropa a montones, una luz que en vez de iluminar lo que hacía era darle un toque de escalofrío al lugar.

-No he tenido tiempo de arreglar mi apartamento desde que Andrea desapareció- Dijo Andrés algo apenado.

-¿Quieres algo de tomar?- Me pregunto y yo asentí con la cabeza.

De un refrigerador pequeño, del tamaño de un niño de 10 años saco dos cervezas, las destapó y me entrego una mientras el se tomaba la otra muy rápido,  al parecer Andrés se había acostumbrado a beber alcohol.

-Tomar tanto alcohol no creo que te devuela a Andrea- Le dije a mi amigo en forma de consejo.
Pero este no lo tomó así,  por que su cara cambio a una cara de molestia.

¿Y bien, como haremos para encontrar y recuperar a Andrea? Le pregunté.

-Espera que faltan dos invitados especiales antes de contarte el plan-


Pasaron unos 5 minutos y tocaron la puerta,  pasen dijo Andrés, al parecer sabía quienes estaban del otro lado de la puerta.

Me sorprendió mucho al ver a Luis otra vez, pero me sorprendió mas aún la persona que entro después de el.

-Pa- Papá, ¿Que haces aquí? - Pregunte algo confundido, no entendía que hacia mi padre aquí.

-¿Esa es la forma de saludar a tu padre?- Me pregunto mi papa en tono burlón y con una media sonrisa dibujada en su rostro.
Rápidamente lo abrace,  ya que tenía mas de 1 año sin verlo por cuestiones de trabajo.

-Estoy aquí por que tu amigo me ha contactado para que los ayude a buscar a su amiga-. Dijo mi papa con su sonrisa todavía en la boca.

-Como sabrán, el padre de José es un agente del pentágono muy destacado, el nos ayudará a conseguir a Andrea- Nos explico Andrés.

Mi papá saco de su bolso negro una lapto, pero esta no era una lapto normal,  esta era toda negra, con un grosor de unos 5 centimetros, al parecer era una lapto militar.

Duro unos minutos en su lapto, oprimiendo teclas a lo loco hasta que por fin hablo.

-Ya la conseguí- Dijo mi papá.

-Bien hecho señor carvallo, ¿Donde se encuentra?- Pregunto Andrés entusiasmado.

-Esta en una isla que al parecer no esta registrada en los mapas- Respondió mi papá.

No lo podía creer, Andrea se encontraba de nuevo en esa isla infernal, tendríamos que ir de nuevo hasta allá para poder rescatarla, pero quien la tenía, solo barba negra y nosotros sabíamos de la existencia se esa isla.

-Al parecer tenemos que volver a la isla muchachos-. Dije yo.

-Pues si, estoy seguro de quien fue quien secuestro a Andrea-. Dijo Andrés.

Una semana antes...

Andrés.

-Oye mi amor, voy al super mercado a comprar algunas cosas-. Le dije a Andrea mientras salía de la casa.

Habían pasado unos días desde el entierro de Oscar, todo iba bien, todo estaba normal.

Andrea se mudo conmigo, y aún no nos acostumbrabamos a vivir juntos,  con el oro que conseguimos en la isla teníamos pensado comprar una casa y mudarnos de mi departamento, pero preferimos donar el dinero,  ya que este solo nos había traído desgracias.

Así que tendríamos que adaptarnos a lo que tenemos.

Las calles de la cuidad estaban algo vacías,  y eso era raro por que era viernes, todos ya salían de sus trabajos, era una hora muy transitada por la gente,  pero esta se encontraba muy sola.

Llegué al supermercado,  y me dispuse a buscar algunas cosas para la casa, ya tenia todo en mi carrito de compras pero me faltaba algo, fui a la parte de los helados, y ahí estaban mis favoritos.

Agarre dos para mi, y dos para Andrea, que casualmente también le gustaban estos helados, y me fui de nuevo a la casa.

Estaba a unas pocas cuadras de nuestra casa cuando escucho mi teléfono sonar, era Andrea quien me estaba llamando.

-Mi amor ya voy llegando, ¿Paso algo?-. Le pregunté calmado.

-Andres Ayúdame por favor, alguien intenta entrar a la casa, mi amor AHHHHHHH-

Quede impactado con eso y nisiquiera le respondi a Andrea, el grito me había dicho que estaba en problemas.

Solté el teléfono y este callo al suelo, solté las bolsas también y corrí desesperado hasta el departamento.

Cuando entré todo estaba normal, no parecía que nada estuviera fuera de lugar.

-Andrea, andrea- La llame pero nunca contesto, fui a cada habitación, revise todo el departamento pero Andrea no se encontraba por ningún lado, así que pense lo peor.

Andrea había sido secuestrada...

Prensente...

Andrés.

Teniamos que idear un plana para poder rescatar a Andrea, lamentablemente había que regresar a la isla de nuevo.

-¿Que haremos entonces? - Pregunto José.

-Lo mejor será ir en avión para la isla, y a unos 500 metros antes de llegar a la isla  nos lanzamos en paracaidas para no levantar sospechas- Dijo Luis.

-Me parece bien- Dije yo.

-¿Y a que hora partirenos hacia la isla?-  Pregunto un José algo disgustado por de hecho de tener que volver a la isla

-Mañana en la noche, por ahora lo mejor será descansar y prepararnos para lo que se viene-.
Dijo Luis con seriedad en su rostro.

Cada quien se fue a su casa y yo me quede en mi departamento,  no pegue un ojo en toda la noche ya que estaba pensado en Andrea, si le llegase a pasar algo no me lo perdonaría,  ella en poco tiempo se había convertido en mi todo.

Ya era de día,  y me levante, me bañe y parti hacia el aeropuerto donde me esperaban mis compañeros.

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Gracias por leer, si tienen alguna sugerencia solo diganlo en los comentarios.

El tesoro de la islaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora