Capítulo 16: La vida es cruel.

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Andrés.

Salimos de la habitación donde hace minutos nos encontrabamos encerrados, teníamos que apresurarnos y emcontrar la corona de la Reina antes de que el Rey impostor despertara.
-Busquemos en la oficina del Rey- dijo Luis.

José y yo le hicimos caso a luis.
Caminamos por un pasillo, hasta una puerta que se encontraba al final, la abrimos y ahí se encontraba la sala de la mansión presidencial.

Era enorme, toda de color blanco, con enormes y elegantes muebles, una fuente en el medio de la sala, un piano muy hermoso. Pero lo que más resaltaba de toda la sala eran dos enormes escaleras en forma de espiral, que llevaban al segundo piso.

Por toda la mansión habían guardias con rifles en las manos, si salíamos nos iban a descubrir.
-¿Que hacemos?- Pregunto Luis.

-Lanza una piedra a la ventana, en ese momento aprovechamos y corremos hasta las escaleras-

-¿De donde demonios voy a sacar una piedra Andrés??- Grito Luis en forma de susurro para que nadie mas escuchara.

-¿Ves ese florero de ahí?  Pregunte.

-Si-

-Todos los floreros tienen piedras al fondo idiota, toma una y lanzala-.

Luis hizo caso y lanzó la piedra con gran dificultad, golpeó justo una de las ventanas enormes del frente de la casa. Los guardias se alertaron y fueron corriendo a ver que pasaba, algunos hasta salieron de la mansión a ver.

Aprovechamos esta oportunidad y corrimos rápidamente hasta las escaleras, subimos y nos ocultamos detrás de las barandas del segundo piso para que nadie nos viera.

Había un largo y amplio pasillos en el segundo piso, a sus lados se observaban puertas de madera muy elegantes, pero la que llamó mas mi atención era la ultima puerta del pasillo que se encontraba frente a nosotros.

-Esa es la oficina del Rey- Dijo Luis señalando la última habitación.

Caminamos cuidadosamente por los pasillos, intentando no hacer ni el mas minimos ruido para que nadie nos escuchara.

Llegamos hasta la puerta y esta era enorme, de madera muy linda color marron oscuro como la tierra mojada. Con grabados de espadas y rifles que la adornaban, y una manija de oro puro muy elegante.

Abrimos la puerta y al pasar a la oficina nos sorprendimos mucho.
No era la tipica oficina de alguien importante, con un gran escritorio, una biblioteca con algunos libros, y muebles de cuero.

Esta era totalmente distita, las paredes se encontraban repletas de armas antiguas, rifles y pistolas que parecían sacados de Piratas del caribe.
Espadas muy antiguas, y muy deterioradas, una chimenea muy bonita con un televisor pegado a la pared, a su lado izquierdo y derecho dos cabezas de oso.
En el centro de la habitación una mesa ovalada de cristal con sillas de cuero.

-Si yo fuera un Rey, donde guardaría una corona, a ver..- Dije mientras revisaba la chiminea que se encontraba apagada, pero no encontre nada mas que polvo y telarañas


Me sacudi las manos con mi pantalon, y vi que Luis y José estaban muy esmerados buscando la corona.

Las cabezas de oso llamaron mi atención total, eran muy bonitas, y parecían muy reales, o si lo eran? Entre mis pensamientos noté que la cabeza de oso del lado izquierdo era diferente, un ojo resaltaba del otro, este era verdoso como una esmeralda.

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⏰ Última actualización: Jun 29, 2017 ⏰

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