Capítulo 15: El rey.

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Andrés.

Había pasado un día ya desde que estuvimos en la isla, decepcionados por no haber logrado encontrar a Andrea.

Yo por dentro me sentía muy enojado, el hecho de ver a mi novia indefensa, toda golpeada y llena de sangre me llenaba de irá todo mi cuerpo. La sensación era parecida a la que tuve cuando Oscar murió en manos de Barba Negra.

Sabía que tenía que controlarme, por que la irá no me llevaría a nada bueno.

-¿En que piensas?- Era Luis que me había sacado de mis pensamientos.

-En nada amigo, sólo estoy preocupado por mi novia, tengo miedo de que algo malo le pueda pasar- Dije con una media sonrisa fingida.

-Tranquilo amigo, te aseguro que la vamos a encontrar sana y salva, ya verás- Luis intentaba darme ánimos, y vaya que lo logró.

Sus palabras me calmaron un poco, y toda la rabia e irá que invadían mi cuerpo fueron desapareciendo poco a poco.

-Gracias Luis, eres una buena persona- Le dije, y el apoyo su mano en mi hombro en señal de que me apoyaba.

-Ahora tenemos que ir a mi pais natal, y pedirle amablemente la corona al rey de mi pais y explicarle el por que la necesitamos-. Habló Luis.

-Espero acceda a lo que le pedimos, si no tendremos que robarla- Dijo José en forma de broma, pero tenía razón, si el rey no nos daba la corona nos veríamos obligados a tener que robarla y convertirnos en enemigos de la nación.

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Después de dormir unas cuantas horas, ya estabamos en el avión rumbo a el pais natal de Luis.
Se le notaba muy feliz pero a la vez preocupado de lo que pudiera pasar allá.

Despues de 5 horas de vuelo el capitán del avión hablo por el micrófono.

-Señores pasajeros, abrocharse los cinturones, en 5 minutos aterrizaremos-.

Estabamos en clase turistica, no contabamos con el presupuesto necesario para darnos el lujo de ir en vip.

Después de 5 minutos como había dicho el capitán del avión,  aterrizamos.
Se abrieron las puertas del avión y las escaleras se desplegaron.

Afuera del aeropuerto un carro negro nos esperaba.
-Es un conocido que nos dará hospedaje muchachos, tranquilos-. Habló Luis.

Nos subimos al auto, José y yo en la parte trasera, y Luis de copiloto.
El auto era muy elejante, tapizado por dentro de un color beige, asientos de cuero, y un mini bar en la parte de atrás.

-Bienvenidos muchachos, mi nombre es Mohamed- Dijo el hombre mientras nos miraba por el espejo del auto con una sonrisa en su rostro.

El hombre era claramente tenía facciones de árabe al igual que Luis, con una barba de 3 días, ojos color marrón y piel morena, y una cicatriz que llegaba de su ojo, hasta tu mentón.

-Me la hice peleando con un ladrón hace algunos años, el intentaba robar mi casa, pero yo no lo deje- Dijo el hombre, al parecer había notado que me le quede viendo la cicatriz.

El tesoro de la islaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora