Capítulo 4: Etapas.

990 165 179
                                    

Cinco años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cinco años.

El pequeño Alfa miraba con terror el gran edifico frente a el. Retrocedió dos pasos y abrazo las piernas de su madre quien lo mira sonriendo.

—Vamos, cariño tienes que entrar.

—¿Us-ustedes ya no me quieren?—. Pregunto con sus ojitos aguados—. Por eso me trajeron aquí.

—Claro que te queremos amor... Pero debes venir a la escuela... Te has retrasado dos días...

—Otabek no vino... ¿El tampoco me quiere...?

Yuuri se agachó para estar a su altura. Acarició sus cabellos y limpio la mejilla de su pequeño.

—Otabek tuvo que salir... Pero vendrá a buscarte a la salida... Además tu hermano estudió aquí. Se que estaría muy feliz de saber que su hermanito estudia donde el también tomó clases.

—Si mi hermano estuvo aquí... No me queda de otra... Aguantaré todo por Yuri.

—Bien—. Beso la frente de Lev y se puso de pie frunciendo el ceño.

—Mamá ¿Dónde está papá?

—Creo que no está haciendo nada bueno amor... Es mejor no saberlo.

Dentro del edifico las específicamente en la oficina del director cierto Alfa amenazaba a todos.

—No quiero que se repita lo que pasó con mi bebé Yuri ¿De acuerdo?—. El director asintió. Viktor sabía más que nadie que su hijo era quien empezaba las peleas, pero poco le importaba sólo quería que nadie intentará hacerle algo malo a su bebé—. Es el primer día de clases de mi otro bebé así que prometí que no haría nada malo... Pero nunca está de más recordar las cosas.

—Señor Nikiforov... Siento mucho su pérdida...

—Yo lo siento mucho más—. Contestó sin ganas saliendo de la oficina. Claro que lo sentía mucho más, era su pequeño después de todo.

Diviso a su esposo e hijo justo en el mismo lugar donde los había dejado.

—Viktor, ¿Otra vez amenazaste al director?

—¡Jamás haría algo así! Solo le recordé como debían tratar a nuestro bebé.

—Debes ir amor. La campaña ya ha sonado.

—Los veré quien sabe cuando... Y si es que llego a salir de aquí con vida—. Murmuró mientras caminaba lentamente dentro del edificio.

—Yuuri—. Su esposo se pegó y beso su mejilla—. El no lo sabe... Pero actúa igual que su hermano.

En clases.

A diferencia de la escuela media los niños tomaban clases todos juntos sin importar si eran Alfas, Betas y Omegas.

Sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora