Un Ángel caído

16 0 0
                                    


 CAPITULO

I

Un ángel caído

Llegue a este mundo con una misión, la cual, ¿no sé cuál es? La Tierra es diferente a lo que pensaba, pero que más pedir para un ángel sin alas, nací sin ellas y nunca las tendré, ¡algo raro, pero que más raro que yo!

Estaba en una oficina de bienes raíces, parada viendo una gran pintura, la pude reconocer, era la ultima cena pintada por Leonardo da Vinci, esperaba que llegara la persona que iba a mostrarme la casa donde iba a vivir, ya habían pasado 30 minutos esperando.

_Señorita. Me di la vuelta y era una mujer cabello rubio con acento ruso, vestido con traje de falda.

_ ¡Un placer conocerla soy Amelía Markovie! Me dio la mano y continúo. _. Voy a mostrarle su casa.

_ ¡Gracias! Respondí

_ ¿De dónde viene señorita?

_ Llámeme Marian, y vengo de Australia.

_ ¿La cuidad de los canguros?

_ ¡Sí! Afirme.

Días antes había estudiado mucho sobre los humanos siempre nos hablaban de ellos.

_ Llegamos Me dijo.

Nunca antes había estado en una casa, ¡era tan hermosa! El piso de la sala era marrón, en la cocina había una gran isla, los gabinetes eran blancos y negros, al lado de la Cocina estaba el comedor, la sala no estaba tan separada de la cocina, había un gran sofá negro y otros más pequeños, estaba una mesita de vidrio muy bonita, al


frente en una pared había un gran televisor, también en la sala había un balcón, ¡un gran balcón! Y más arriba estaban las habitaciones, 4 habitaciones y 2 baños.

_ ¡Gracias por mostrarme la casa es muy bonita!

_ ¡De nada, adiós disfrute!

Vi que en una de las mesitas había un celular, mire hacia arriba y dije "Gracias". Ya sabía cómo utilizar uno de esos ya que veíamos clase sobre los humanos. Luego de recorre la casa y de instalarme, fui a la preparatoria donde iba a estudiar, y subí hasta la oficina de la directora.

_ ¡Buenos días señorita Marian!, soy la directora Margaret, su primera clase es de economía.

_ ¡Gracias!

Pase por muchos pasillos buscando el salón hasta que lo encontré

_ ¡Buenas! Dije mirando a todos

_ ¿Usted debe ser la señorita Arrington?

_ ¡Sí! Respondí.

_ ¡Es la chica de Australia! Dijo una chica cabello negro vestida con converse y vestido.

_ ¡¿De Australia?! Pregunto el profesor.

_ ¡Si, de Sydney!

_ ¡Una linda ciudad! Bueno tome asiento y continuamos la clase.

A pasar la hora salimos de clase. Iba caminando por el pasillo y escuche:

_ ¡Australia!

Voltee y era esa misma chica de la clase.

_ ¡Hola soy Madisson!

_ Soy Marian.

_ ¿vienes al comedor?

La verdad de MarianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora