Japonés Malo.

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Malo, malo, malo, al menos eso estaba pensando míenttas era conducido por la mansión hasta una cocina que sería del gusto y placer de toda abuela buena para la cocina, porque era enorme, tan enorme como su cuarto, de hecho en ella podrían caber más de 30 personas y  no morir de asfixia, pero eso no le molestaba, ni el hecho de que ahora estaba siendo atendido, dejando frente a el todo tipo de comidas, sino que estaba con un dolor uno muy grande, que estaba justo entre sus piernas, luego de ser encontrado en pleno proceso de masturbarse su querido Yuuri lo castigo.
-Si yo no estoy tienes prohibido tocarte o sentir placer, si no obedeces las cosas serán malas para ti, ahora ponte de pie - le dijo mirándolo serio y de forma autoritaria, un forma que le hizo obedecer, pero estar más duro aun.

Así paso su día, duro como roca y siendo vigilado por el hombre sexy de cabellos azabache.

-Hey... Sabes que tengo mis cosas en casa, incluyendo...
-Tu perro, viene en camino - le interrumpió míenttas se levantaba de la silla detrás de un enorme escritorio y se acerca a mi, yo estaba en el sofá de aquella "oficina" recostado.
-Ah?.. De verdad?
-Si, he traído tu perro y tus cosas, ¿estas feliz? - pregunto sentándose en el espacio que quedaba deslizando su mano por mi cabello - si eres bueno te doy premios, y de esa forma ambos somos felices, o no? - susurro acercando sus labios a mi odio causando que me estremeciera de los dedos de los pies hasta la pinta de mi cabello plateado.
-Si... Si muy felices, ahora deja de torturarme - pedí abrazandolo y acercandolo más.
-No, tengo cosas que hacer ahora ve y sigue al mayordomo - le indico apuntando la puerta por donde entraba un hombre de estatura pequeña, cabello rubio y un mechón rojo, perfectamente peinado y vestido, tal cual un mayordomo.
-Buenas tardes señor Viktor, soy Minami y estaré para servirle, ahora si es tan amable de acompañarme a la salida podremos ver a su asustado cachorro. - sin dudarlo corrí, solo de pensar en mi Makachin asustado me ponía en alerta, sentí sus pasos detrás diciéndome por donde doblar hasta escuchar un ladrido y pude ver su precioso pelaje correr hasta mi.

Estuve al menos unos 20 minutos abrazado a mi cachorro, disfrutando de lo familiar que se sentía, luego volvió Minami, diciendo que tenía permiso para pasear por toda la mansión, menos por tercer piso que era del jefe...pero no soy muy obediente que digamos.


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Espero que os haya gustado este cap, tratare de actualizar al menos dos veces por semana, serán caps cortos, pero así se ve más entretenido y por ahora, deberán esperar el lemon hasta que este vitya se porte bien h ah sh

Mi Jefe Yakuza [ Fic/YOI/ Au ] HIATUS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora