Parte 6

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Esa fría mañana, el moreno no se sorprendió cuando sus ojos se vieron hinchados frente al empañado espejo del baño; o cuando su boca estuvo magullada ante todos los mordiscos nerviosos; incluso cuando... Cuando sintió la profunda tristeza de Rod palpitándole en el pecho; cavándole las entrañas y revolviéndole las costillas de un solo torpedo; agudo, recóndito, mordaz y realmente insoportable.

Se dio una ducha con el grifo de agua helada abierto. Él siempre abría el del agua caliente; porque se sentía relajante cómo el líquido tibio caía por su morena piel en forma de gotas livianas y tranquilizadoras. Eran como una nana para los oídos de un bebé... Mas en esa ocasión sintió que el único antídoto para desahacerse de ese horrible pozo en su herido corazón era golpearse el cuerpo con agua congelada; fría; helada; que se le colara cruelmente entre las oscuras hebras del pelo y le calara hasta lo más impenetrable de los huesos.

Salió del baño con una toalla alrededor de su cintura y se topó de frente con el espejo que colgaba de su puerta... La mordida destelló cual diamante pulido. Dorada; imponente; gigantesca; como si fuese lo único importante en él... Como si... Como si su cuerpo sólo sirviera para eso; para complacer los caprichos de un alfa despiadado y exigente como lo era Liam.

Tragó saliva agachando la mirada. Apretó los cristalizados ojos hasta que lágrimas saladas corrieron en una competencia por cuál salía más dolorosamente... Ninguna ganó, pues Zayn las arrancó de sus mejillas usando su brazo como si quemasen sobre su sonrojada piel.

Se colocó los calzoncillos; obligándose a olvidar el camino de chupetones amoratados que eran sus muslos.
Subió sus jeans; recordando que él podría bajarlos cuando quisiera; cada vez que desease penetrarlo con fuerza para aquietar sus hormonas de alfa... Y él se dejaría... Siempre sumiso; siempre calmado y quieto como un buen omega.

Estuvo a punto de halar un esponjoso abrigo de su armario, pero el timbrar de su celular lo evitó por completo. Suspiró hondo, expulsando todo el oxígeno posible y se acercó a la mesita de noche tomando el aparato... Alfa era legible en la pantalla, y realmente se lo esperaba.

"Estás triste" fue lo primero en escuchar al atender la predecible llamada. Sus dedos acariciaron el largo mechón oscuro que pensó recortar más de una vez en la que el castaño le prohibió, y se dejó caer sentado en el desordenado colchón "Estás jodidamente hundido, Zayn, ¿¡Qué diablos te pasa!?" su voz destilaba furia y preocupación "¿¡Te hicieron daño!? ¡¿Te... Te golpearon?!" él gimió tras aquel pinchazo de dolor. Era Liam, que calló al oír ese quejido de angustia.

"Lo siento" susurró en ese tono dulce que pocas veces mostraba. El morenito jadeó recuperando la compostura "¿Qué está mal, cachorrito?" ese apodo hacía cosas en él... Cosas que sólo podían ser contadas dentro de su cabeza.

Se dejó caer de costado sobre la cama, y aspirando por la nariz, tiró de la acolchada manta para cubrirse, acurrucándose lo mayor posible antes de atreverse a hablar... Pero Liam pareció sospechar algo. Palabras tranquilizadoras comenzaron a escucharse a través del audífono, haciéndole caer en una burbuja de entera quietud.

"Cuéntame lo que ocurre, bebé. Dime qué se arruinó y te juro que lo arreglaré para ti" su dulzura al hablar. Su seguridad al expresarse... Casi podía olfatear el excelso aroma del alfa colándose en su pequeño cuerpecito. Imaginaba esos largos dedos aventurándose por los suaves bucles ébano. Dormitaba de sosiego.

"Rodger" le dolió la garganta al contestar. Sus labios dudaron tras separarse y lo único que salió fue eso... El nombre de su hermano... Del omega que más amaba en el mundo... De su otra alma gemela... De su única y primera; su hermanito querido.

Liam casi estalla de histeria. Algo se rompió del otro lado de la línea junto a una maldición que salió de la boca del ojicafé, logrando asustar un poco al azabache:

The Bite  [ZIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora