Capítulo 7

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Los personajes que aparecen aquí son obra de la gran Naoko Takeuchi, la historia es creación de mi loca imaginación.

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Capítulo 7

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Cuando Serena comenzaba a despertar aquella mañana, el aroma de Darien invadió sus sentidos de inmediato, suspiro con fuerza inyectando sus pulmones con el delicioso aroma, mientras mentalmente registraba todo lo que estaba pasando; se había acercado al pelinegro muchísimo mientras dormían, pues estaba cobijada entre los brazos de él, que la rodeaban posesivamente. Su cabeza estaba recostada contra su ancho pecho.

Se sentía agradablemente arropada, aún somnolienta sabía que estaba feliz de estar entre los brazos del pelinegro. Él le daba una seguridad y fortaleza que nunca había comprendido y ciertamente jamás se había detenido a pensar.

Se alejó con cuidado de él, solo lo suficiente para que sus ojos se encontraran de lleno con el rostro de Darien, una somnolienta sonrisa se dibujó en sus labios al observarlo, estaba durmiendo plácidamente y se veía más hermoso que nunca.

Una mueca se dibujó en sus labios mientras sus somnolientas ideas comenzaban a aflorar rápidamente. Estar así de cerca de Darien era todo un descubrimiento, pues estaba segura que disfrutaría mucho quedándose justo en el lugar donde se encontraba en aquellos momentos, por siempre.

Frunció el ceño mientras se daba cuenta de que en el pasado jamás había sentido aquella sensación reclamar su ser, tenerlo cerca era tan perfecto. No, estaba equivocada, siempre había sido perfecto, simplemente que no le había dado demasiada importancia como lo hacía en aquel momento.

Sentir el calor de su cuerpo irradiar contra ella le provocaba una agradable sensación, y no solo seguridad, era mucho más...

Se mordió el labio ansiosa, mientras Darien soltaba un suave suspiro separando ligeramente los labios. Serena gimió ante aquella acción, el pelinegro estaba profundamente dormido, pero ella de pronto, se sentía más despierta que nunca. Sus sentidos eran un caos que no lograba comprender.

Casi sin darse cuenta llevo con lentitud su dedo índice a los labios ligeramente abiertos del pelinegro, y con suavidad, delineo el labio perfecto y carnoso.

¿Por qué todo era más fácil con él? ¿Por qué deseaba cosas que no podía tener de él? Y ¿Por qué le aterraba comprender la magnitud de aquel deseo?

Frunció el ceño mientras sus ojos se anegaban en lágrimas, no era correcto sentirse así por él, no cuando se suponía debía sentirse de aquella manera con Seiya, pero simplemente no lo lograba.

Con un suspiro de frustración salió lentamente del refugio que eran los brazos de Darien y después de la cama, y sin volverse para mirarlo ni una vez más, salió de la habitación.

No quería arruinar su amistad con Darien, en ningún momento había esperado que las cosas cambiaran, había sido realmente ingenua al creer que podría hacer como si nada de aquello hubiera pasado, porque en aquel momento, sabía demasiado bien que las cosas no volverían a ser igual jamás, pues no podía evadir todo lo que estaba empezando a sentir al estar cerca de él.

Era una revolución de pensamientos y sentimiento y aún se negaba a intentar poner orden. Y aunque no estaba muy segura de lo que era, si estaba muy segura de que una chica no podía desear tanto de un amigo como ella deseaba de Darien.

El amor de SerenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora