Miércoles, 16 de Febrero.
Te escribo esta carta porque creo que ha pasado demasiado tiempo sin hablar contigo.
Hace tres meses me dejaste y, si te soy sincero, te extraño.
Me da rabia pensar que un día sin previo aviso simplemente me dejaste. Me hierve la sangre al recordar que no se me dio la oportunidad de decir todas aquellas cosas que quería.
Pero no me adelantaré a nada.
Comenzaré explicándote el por qué decidí tomar mi pluma y papel para iniciar esto; se me dijo desde pequeño que era dañino guardarse lo que se siente.
Pues bien, esta vez estoy decidido a no guardarme nada.
Estoy furioso.
Estoy rabiando.
A veces puedo sentir algo parecido al odio con tan solo pasarme el pensamiento de tu partida.
¿Tenías que abandonarme así? ¿Tenías que dejarme tan incompleto, tan roto, tan deshecho?
Hace unos días fue San Valentin.
Vi a una pareja pasear de la mano por la calle mientras regresaba del trabajo.
Que ilusos somos creyendo que algo tan escurridizo de encontrar, como lo es el amor, se quedará para siempre.
Hoy mas que nunca comprendo que nadie escoge a quién amar; solo decidimos quién nos romperá el corazón después.
