Renacimiento

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Empujé fuertemente la escotilla y un luz muy fuerte comenzó a cegarme, subí los escalones que restaban para después de tanto tiempo tocar la tierra, pasaron unos instantes para que mis ojos se adaptaran a la luz natural del entorno para así poder ver el mundo que ya había olvidado, y que de igual forma este se había olvidado de mí, sentía que había renacido. 

Cuando ya mis ojos pudieron ver mas claramente, lo que estaba delante de mí no lo podía creer, sentí un gran desaliento pues todo lo que había era una gran llanura de tierra árida y escombros de lo que alguna vez fue un vecindario, aun se mantenían en pie algunas de las paredes de las casas que había allí y en ellas impresas las sombras de personas o familias enteras que no corrieron la suerte de refugiarse a tiempo y quedaron expuestas a los devastadores efectos de las bombas pasando a ser solo recuerdos dolorosos en una pared.

Opte por seguir adelante y dejar descansar las almas de aquellos que no tuvieron tanta suerte como yo, a medida que avanzaba el paisaje era cada vez mas desolador, los rastros de las casas comenzaban a desaparecer y la poca luz que las nubes ácidas dejaban pasar se hacía cada vez menor, así que me puse en la tarea de buscar un sitio en donde descansar. Pasadas unas horas logre ver una gran roca en el horizonte, caminé hacía ella pues parecía el lugar ideal para descansar. Al llegar pude distinguir en ella un símbolo tallado el cual dejaba ver un tenue brillo rojo,  entre mas me acercaba comencé a escuchar un pitido muy molesto que provenía de alguna parte de mi traje, al cabo de unos instantes encontré el origen de dicho pitido , un medidor de radiactividad incorporado a mi traje del que apenas me vengo a enterar,  aun seguía en funcionamiento, en su pantalla media unos niveles muy leves de radiación y entre mas cerca estaba de la gran roca  aumentaba pero no en gran medida.

Era  extraño que el detector apenas se activase en esos momentos, pues en el transcurso de diez años la radiación en la tierra no debería disiparse y solo en este tiempo apenas empezaría a reducir sus niveles, el hecho de que solo la radiación proviniera de esa roca era algo demasiado extraño, esto me inquieto lo suficiente como para olvidar mi cansancio  y comenzar a examinar mejor la roca, cuando estuve lo suficientemente cerca de ella noté algo que me llamó la atención lo que al principio se veía como una linea tallada alrededor de la piedra al observarla mas detenidamente resulto ser una secuencia de símbolos que jamas había visto a lo largo de toda mi vida en todos los libros que leí una y otra vez, pero lo que realmente me intrigaba era el símbolo mas grande tallado en la roca que pude ver desde lo lejos, este mas que simplemente tallado sobre la piedra parecía ser una especie de ventilación pues a sus lados estaba hueco.

Era inútil intentar ir mas allá en la búsqueda de una respuesta en esos momentos ya que no tenia en mis manos las herramientas necesarias para perforar la roca o alguien a quien preguntarle sobre estas, me dí por vencido rápidamente  y di a la tarea de alimentarme y descansar un poco, me quité parte del traje para poder comer, mientras lo hacia esto me dio tiempo para observar el paisaje que hasta ese momento no me había percatado de lo hermoso pero desolador que era, rápidamente volví a mi labor para terminar de comer lo mas rápido posible  ya que cada segundo que pasaba sin el traje podía ser letal.

Terminé mi comida y me puse el traje de nuevo, como ya la poca luz de día se había esfumado y sin mucho que hacer la mejor opción era quedarse en ese lugar y descansar. Al cabo de unas horas y cuando la más tenue luz apareció en el horizonte me dispuse a continuar mi travesía a lo desconocido, pues estaba lleno de ganas de conocer más sobre como era el mundo hoy, tras kilómetros recorridos y nada más que arena a mi alrededor comencé a perder todas mis ilusiones de encontrar por lo menos una pequeña sociedad o un rastro de esta, solo fueron unas horas desde que había comenzado a caminar pero ya se hacían presentes los síntomas de deshidratación, lo cual no me parecía raro ya que al tener el traje puesto y la temperatura del ambiente me hacían sudar en exceso, entonces pasó.

-Que.. ¿Que es eso?, eso que se ve a la distancia-Grite en mi cabeza-.¡¿podrá ser?!

Ante mis ojos, en el horizonte se lograba divisar lo que podía ser una edificación y con cada paso que daba se acercaba mas a mi, emocionado comencé a correr hacia ella con la esperanza de encontrar a otro ser humano o por lo menos otro rastro de vida, corrí lo mas rápido que pude y entre mas cerca estaba mas rápido desaparecía mi emoción, aquello que yo creí un rastro de vida simplemente era otro escombro de guerra,  otro mas entre millones, pero como pude haberlo confundido con lo que yo creía entonces fue en ese momento que recordé e el estado en que me encontraba, al cual gracias a la emoción ignoré por completo y comencé a correr como loco, la poca agua que aun se encontraba en mi cuerpo antes de hacer tal estupidez fue agotada por completo por una sucia alucinación de mi mente, ya  arrepentido por lo hecho, solo quedaba tomar fuerzas y seguir adelante.

No pasó mucho tiempo para quedarme sin fuerza y tener que comenzar a arrastrarme ya que ni levantarme podía, con los labios secos y los ojos vidriosos, sin sentir mis pies o las manos solo pude avanzar unos metros más, mi cuerpo ya no lograba responder las lagrimas ya no salían y mi mente estaba confundida, en ese momento pensé que la muerte era inminente por lo que solo opté por mirar hacia adelante y esperar a que mi momento llegará, mis ojos se cerraban lentamente y mientras esto ocurría un par de figuras oscuras comenzaban a aparecer en el árido paisaje, seguro eran otras alucinaciones de mi mente por lo que no puse mayor atención y dejé que mis parpados cayeran.

Un fuerte sonido se escucha a lo lejos, retumbaba en mi cabeza y todo estaba  oscuro a mi alrededor, poco a poco fui recuperando la  conciencia y a medida que esto sucedía el ruido se volvía mas fuerte como si se estuviera acercando a mi hasta llegar el punto que sentía que dicho ruido surgía de a mi alrededor, abrí los ojos, olía a hierro y oxido , la luz era poca pues solo pasaban unos pequeños rayos de luz de la parte superior del sitio donde me encontraba, con lo poco que alcanzaba a ver y con el olor que se encontraba en ese lugar pude deducir que me encontraba encerrado en una especie de caja metálica que solo podía ser abierta desde afuera , tardé un poco en darme cuenta de que ya no estaba usando el casco del traje NBQ (que aun llevaba puesto), esto me hizo alarmar ya que no sabía cuanto tiempo había durado sin usar este y si mis captores eran consientes de que eso me podía matar, lo extraño en todo el asunto es que ahí dentro era fresco y el aire abundante pero esto no evitó que el miedo a morir intoxicado por el ambiente desapareciera por lo que empecé a golpear las paredes y el techo de aquella "caja" como si eso hiciera que se abriera, después de algunos minutos de golpear y gritar incansablemente  una puerta en el techo de esa "caja" se abrió y dejo entrar la luz y siguiente a ello una silueta oscura se asomó y dejo escuchar una voz algo distorsionada se dejó escuchar fuertemente.

-¿Que crees que estas haciendo?- Grito la silueta que aun no alcanzaba a distinguir pues mis ojos aun no se habían acostumbrado a la luz.

-¡¿Eh, pues que mas puedo hacer si me despierto y me encuentro encerrado en un lugar que ni siquiera conozco?!-Respondí en con el mismo tono.

-Te intentamos salvar la vida idiota-Continuaba gritando la silueta que poco a poco comenzaba a dejar ver sus rasgos.

-De no ser por nosotros habrías muerto-Añadió 

-¿Nosotros?-Fue mi primera duda que tuve ignorando totalmente la situación-. Y si realmente me intentan salvar entonces déjenme salir de aquí y explíquenme todo.

-Que molesto eres, mejor ten paciencia y espera a que lleguemos a nuestro destino- Decía la figura mientras cerraba la puerta de la caja y me dejaba a oscuras de nuevo.

 Habiendo sucedido todo esto lo único que quedaba era sentarme en silencio a esperar llegar a donde sea que me estaban llevando y no molestarlos pues no sabía que me podían hacer, lo único seguro era que hablamos el mismo idioma, no sabía lo que eran pero no parecían ser hostiles, el viaje continuó durante  varias horas y al no haber mucho que hacen dentro de ese lugar lo mejor que se podía hacer era dormir.

Mas allá de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora