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"Oh, nunca pensé que tú eras
ese alguien esperándome."Valentina
Yo era una chica muy segura de mi misma, tenía una autoestima bastante elevada. Solía ser muy sarcástica y llena de orgullo. Aunque tenía mí glamour, detestaba que las personas tratarán mal a otras, tenía mis valores bastante claros. ¿Ve cómo puede sonar bastante incongruente? Muchos a mí alrededor creían que tenía la vida perfecta, pero sólo las palabras de él eran las que me importaban.
—Pero, ¿Qué pasó con el libro? ¿Te lo dio, se lo pediste? — La chica de cabello rubio me miraba con incredulidad. Rodé los ojos y decidí proseguir.
La noche se me había hecho eterna. El insomnio era notorio. La cama estaba revuelta por las continuas vueltas que había dado. El reloj marcaba las cuatro de la mañana. Nunca me había pasado eso. Era un pequeño oso cuando se trataba de aprovechar el tiempo para descansar. Decidí revisar mi teléfono y leer un poco. Hasta que por fin dieron las ocho. Comenzaría el día de forma diferente. Oh eso creía. La jornada laboral que era como yo solía decirle a las clases, fueron realmente agotadoras. El día martes y el día jueves son mis días favoritos. Pero quizás había excepciones.
El trabajo de era sencillo. Primero E se encontraba realizando un cuestionario impuesto por el maestro Javier. Yo no me incluía. Aparté de que ya lo había terminado. No lograba concentrarme ni dejar a los demás trabajar.
— ¿Sara qué hora es?—Pregunte una vez más, notando la cara de molestia en mi compañera. La única que llevaba reloj.
—Son las tres veinte. — El jugueteo de mis dedos resonaba en la banca. Y el choque de mis pies con el suelo retumbaba en el aula.
—¿Sara que hora es?—Acaba de pasar un minuto desde que te dije la hora.—De nueva cuenta empecé a realizar ruidos, esta vez con mi lápiz.
—Señorita Vega, podría venir un momento al escritorio por favor.—La notoria molestia de Valencia me hizo sobresaltar. Yo tan solo asentí y con mi libreta en manos me acerque.
—Me entregas tu trabajo por favor. —Encontré la hoja posteriormente señalé mis respuestas.
—Vale. ¿Pasa algo? —¡Que le diría ahora! Mi subconsciente intentaba encontrar un posible pretexto.
—Ah... pues vera yo. —Sin poder continuar la voz de Colorado nos interrumpió.
—Ella acosa a un profesor y este le iba a traer un libro. ¿Conmoción del corazón? ¿Poemas de corazón? Algo así. Pero por orgullo ella lo perdió.—Javier de dirigió a mí con sorpresa. Mi rostro ardía, podía sentirlo.
—¡No me consta que sea su libro! ¡Y no lo acoso, es solo admiración!—Grité sin pensar de forma inmediata recibí una mirada molesta.
—¿Es con quién te vi la vez pasada? ¿Qué significa eso?—Yo negué con mi cabeza continuamente.
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Querido Profesor. [Editando]
Roman d'amourValentina Vega y Víctor Ruiz pertenecen a la mejor institución de la ciudad. Por desgracia, estando tan cerca siguen siendo de mundos totalmente diferentes. Ella es una alumna de excelencia, de carácter severo que cree no necesitar a nadie y el un e...