(Pov Daesung)
Llevaba alrededor de cuarenta minutos esperando en la entrada principal del hospital, no sabía hacia donde había ido Seungri o cuanto se había alejado por alcanzar a Ji Yong pero era posible que él regresara y debía esperarlo.
El café que tomaba estaba a punto de terminarse, decidí comprar otro, ya había anochecido y hacía frío, pero la silueta de Seungri a lo lejos me detuvo y corrí a su encuentro. Quería preguntarle qué había pasado, si era posible que GD hubiera cambiado de opinión y que todo eso había sido una maldita broma.
Pero no lo hice, no después de mirar ese semblante de tristeza y agonía, lo mire a los ojos y solo encontré una mirada vacía.
Lo que pasó no debió de haber sido nada bueno, estaba destrozado y lo sabía, lo tome entre mis brazos y recargue su rostro en mi hombro esperando sentir sus lágrimas resbalar por mi cuerpo, pero no fue así, no hubo lagrima cayendo por su rostro ni palabra que saliera de su boca, Seungri simplemente no se movía.
Permanecimos así por algunos minutos, no quería moverlo pero el ambiente tenso comenzaba atormentarme.
-¿No tienes hambre Ri?, la verdad es que no he comido desde la mañana y creo que muero un poco de hambre- lo alejé con cuidado sonriéndole con suplica. Su mirada se mostró confusa quizá esperaba algo más de mi parte.
-C-creo que si tengo hambre Dae- dijo tratando de lucir una sonrisa.
-Entonces no se diga más, vámos a comer- lo tome de la mano y emprendí la marcha, no sin antes recibir una gratificante mirada.
Entramos al restaurante más cercano, que para nuestra sorpresa también era un bar, le sugerí a Seungri ir a otro lugar, pero a él no pareció importarle. Nos sentamos en la barra puesto que todo el establecimiento estaba ocupado, pedí uno de los primeros platillos que aparecían en el menú y como acto seguido le ofrecí la carta a Seungri, quien para mi sorpresa la rechazó y pidió simplemente un wiski.
-Seungri, no sabía que tomaras- le dije incrédulo.
-Para todo hay una primera vez- me regaló una sonrisa pícara y de un solo trago ingirió su bebida.
Sabía muy bien donde terminaría eso, pero no quise reprocharle nada, Seungri sabía lo que hacía y era probable que lo necesitara.
Al llegar mi platillo comencé a comer, no sin dejar de mirar con preocupación a Ri cada vez que pedía un nuevo trago.
-¿Ahora si me dirás por qué tardaste tanto en regresar?- no quería decirle que dejara de tomar, así que preferí mantener su boca ocupada de otro manera.
-Veras pasaron muchas cosas en mi estadía en mi pueblo natal, cosas no muy agradables Dae- su semblante nuevamente se tornó sombrío.
-¿Te sucedió algo malo?- respondí preocupado.
-Supongo que no fue tan malo, al final en este momento me encuentro vivo, ¿no es así?- soltó una carcajada que a mi parecer sonó forzada, agitó los hielos de su wiski y se lo bebió de un sorbo- Otro más por favor.
-Vamos Ri, no bromes- pedí
-Lo siento Dae- mostró una mirada nunca antes vista en su rostro y me sonrió- La verdad es que me quede sin dinero y tuve que trabajar por varios días para poder regresar.
No dije nada, lo miraba incrédulo, el quedarse sin dinero podía pasarle a cualquiera, a todos, menos a él.
-Si lo sé, es raro en mí, ¿no?, pero como te dije antes, para todo hay una primera vez- encogió los hombros y volvió a beber.
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Te amaré por siempre (En pausa)
RomansaTrece años habían pasado desde que el corazón de Seungri no había amado a nadie que no fuera su familia y sus dos amigos; se había cerrado el día en que sus padres decidieron separarlos sin dar explicación alguna. Y el cual solo se abriría si esa...