Lo Mejor Que Hice, Fue Enamorarme de Ti...

Capítulo 36

-¿Qué he hecho?-

Pasaba el tiempo; allí parada después de no se cuanto tiempo sienti olor a quemado. Entonces fue allí cuando reaccione y corriendo fui a apagar el fuego.

(...)

Estaba recostada en mi cama pensado en lo que me había dicho. En parte tenía razón pero en otra no. No tiene nada que ver lo que llevaba puesto, y sé que el lo sabe, lo debía de haber dicho sin pensar. Pero seguía sin entender su forma de reaccionar por mi respuesta, aunque algo dentro de mí, me decia que se había cansado de todo esto. Lo dejaría descansar de mi un día, y luego iría a su encuentro.  Debiamos hablar.

Lunes: clases, hablar con Piero. Esa era mi panorámica de aquel día, esperaba poder hablar civilizadamente con Piero, no pedía mucho.

Iría por su casa antes de la escuela, y después iríamos a clase juntos. Me demore más de lo planeado y no me había dado el  tiempo para desayunar, daba igual después tomaría algo en la cafetería.

Había llegado a su casa, toque el timbre y la pequeña Mari me atendió.
-Hola Linda ¿Está tu hermano?-fue lo único que pregunté, y lo medito durante unos segundos-
-Sí. Ya lo llamo-dijo con su dulce  voz y se fue. Al rato de esperar regreso corriendo-Dice que ya vendrá-dicho esto se fue hacia la cocina. 10 minuto a después apareció el Rey de Roma.
-¿Qué quieres?- cerró la puerta y empezó a caminar-
-Quiero que hablemos-dije mientras caminaba a su lado-
Quedamos en silencio solo un suspiro largo de su parte, que me decía que estaba estresado, rompió el silencio.
Después de eso no dijo nada y yo me limite a mirarlo y caminar, hasta que frenó bruscamente.
-¿Y bien?, Te escucho-solo fueron cuatro palabras, para que me diera cuenta que no estaba bien y sabía perfectamente que le sucedía.
Comencé a caminar.
-Se que he cometido errores, así como tu también los has cometido. Es verdad que algunos son más graves que otros, pero escuchame Piero ¡Soy humana! Cometo equivocaciones. Y yo sin ti no puedo ser yo. Te necesito a mi lado, sin ti no tengo gracia ni sentido; y sé que tu me necesitas.
Escuchame y vuelve conmigo, vuelve con quien intentará no cometer más errores, sólo por ti. Vuelve con quien te promete que si algo sale mal te dejará en paz. Pero vuelve conmigo y vas a ver que todo se pinta de colores. Aunque seamos amigos, aunque seamos pareja o lo que sea ¡Vuelve por el amor de Dios! -fue allí cuando rompí mi fortaleza, y lloré, lloré como nunca había llorado. Lloré porque de verdad lo sentía, porque de verdad lo necesitaba, y necesitaba también desahogarme.
-Eh-dijo tomándome la cara entre sus manos para luego limpiarme las lágrimas con un pañuelo-No llores-si él hubiese estado en mi situación sé que le hubiera pasado lo mismo, no escuche sus palabras y lloré hasta que senti que ya me había desahogado lo suficiente.
-Vuelve-esa fue la simple palabra, que dije con un hilo de voz, con toda la desesperación del mundo, y a la vez con toda la dulzura y cariño posible-
-No pienses en eso ahora. Si no nos movemos llegaremos tarde- dicho esto empezó a caminar, pero yo no avance-
No caminaría hasta que él recapacitara y me diera una respuesta, aunque eso implicará quedarme allí durante toda la mañana. No tenía nada que perder, en aquel momento no importaba nada más que su respuesta. Le quería aunque aveces quería matarlo, pero sólo podía sentir verdadero aprecio hacia aquel chico, verdadero cariño, y muy adentro mío sabía que el amor que alguna vez había sentido por él nunca se había marchado. Sólo se había escondido...

-FuturaSra.Barone-💜