~ Capitulo 3 ~

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~Narra Bon~

Sus ojos me causaban un poco de curiosidad, no todos los días ves unos ojos carmín pero a veces se debe de pagar un precio ¿No? -¿Puedes ver bien?- Lo miré más de cerca -Eh... Bueno, veo muy bien pero me cuesta un poco enfocar, solo al principio- Trató de sonreír -Lo sospeché- Me separé de él, no había notado su sonrojo pero ¿Por qué? -¿Co-Cómo?- Tartamudeó -Simple, me di cuenta de que tus pupilas no enfocaban al instante- Sonreí -Vaya, usted es muy observador- Rió -Bueno, ¿No usas lentes?- Pregunté -Usaba pero en el camino se me cayeron y una yegua accidentalmente los rompió- Iba a decir algo pero unos pasos potentes me detuvieron, mi padre se acercaba -Bueno, será mejor que me vaya- Se despidió Bonnie.

A los segundos mi padre entró, tomó unas cuantas uvas y las masticó -Me enteré de tus pésimos movimientos en el entrenamiento de hoy- Un escalofrío me recorrió la espalda -Bueno yo...- Fuí interrumpido por un golpe en la mesa -Puedo recibir un: "malos movimientos" pero no un: "¡Pésimos movimientos!"- Soltó furioso imitando la voz de mi instructor -Es solo que...- Traté de defenderme pero ¿Qué le iba a decir? ¿Qué me distrae por pensar en unos ojos carmín que llamaron mucho mi atención pertenecientes a un chico? ¡Jamás! Sería mi tumba -¡Nada! ¡Ahora a tu habitación y será mejor que mañana reciba un: "Buenos movimientos" si no quieres ver de lo que soy capaz- Me fulminó con la mirada antes de irse. Bufé, estoy harto de esta vida, de que me digan que hacer, como y cuando. Odio que discriminen por gustos, género, procedencia o cualquier cosa. Mi objetivo es quitar esa maldita regla de que no se permiten parejas de su mismo género. Tomé una manzana y me subí, dejando los platos servidos (ya fríos) en la mesa, quería estar a solas. Las noches en Grecia eran a veces frías y a veces calientes y hoy era una de las calientes, me despojé de mis prendas a excepción del short el cual lo cambié por uno de una tela más fresca. Me recosté, toqué la herida que me había hecho en el hombro por haber realizado un mal ataque el cual me costó una cortada larga pero no profunda, al tocarla me ardía.

¡Toc! ¡Toc! se escuchó la puerta -Pase- Dije sentándome en mi cama. Bonnie entró con un montón de hierbas, vendas y demás cosas -Bon, vengo a curar tu herida del hombro- Dijo mientras dejaba las cosas en la mesa -De acuerdo- Lo miré, tomó una botella que contenía un líquido marrón, un poco de algodón y una venda -Le va a arder y si le soy sincero mucho pero verá que valdrá la pena- Sonrió. Vertió un poco del líquido en el algodón, lo untó en mi herida. Un fuerte ardor me atravesó la piel, de pronto un helado frío me congeló y finalmente se me adormeció el hombro. Finalmente lo vendó y me miró a los ojos -Listo, le recomendaría no entrenar mañana pero igual se sentirá mejor- Se levantó listo para irse -Bonnie, ¿Cómo sabes tanto?- Lo miré curioso -Bueno... Cuando tienes dos hermanas, una mamá, un papá y el próximo hospital está a días de camino y no te da tiempo, aprendes muchas cosas- Sonrió con melancolía -Yo no pretendia...- Me acerqué para abrazarlo -No es-está bien- Sonrió con lágrimas en los ojos -Vamos llora- Lo abracé.

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Holis :3 Está es mi primera historia de ellos así que espero y no sea taaan mala ^^*.

Sin más me voy Chau, Chau! Los quiero <3.

PD: Perdón por las faltas de ortografía \(^w^*)/

Un amor a la antigua Grecia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora