Un amor a la antigua Grecia

Capítulo 16

*Narra Bon*

Después de tener una agradable plática con Golden, visité a Bonnie, estaba durmiendo, se veía tan lindo, tan frágil y... Vulnerable. La enfermedad lo consumiría en poco tiempo como a madre y aquello no me hacía gracia en absoluto, me quedé observándolo un momento, dejé un beso en su frente y un poco dudoso en sus labios, fue un ligero roce pero significaba mucho para mí.

Después de mí pequeña visita caminé a la habitación de mi padre, caminaba en círculos al rededor de su escritorio, los ojos se le veían rojos he hinchados (al igual que a mí), pero su expresión era sería y fría -Padre- Dije con la cabeza gacha, no hubo respuesta, escuché unos pasos acercarse, supongo que no habrá tardado en enterarse, esperaba mi castigo, pero este nunca llegó.

En cambio de eso, unos brazos fornidos y grandes me abrazaron, las lágrimas de mi padre resbalaban por mi cabello, me abrazaba con más fuerza de la necesaria y acariciaba mi cabello con sutileza, la última vez que mi padre me había abrazado fue cuando tenía cinco años -No te vayas Bon, quédate conmigo- Susurró con su voz entrecortada y destrozada -Pa-papá- Nunca me había atrevido a decirle así, para él aquello era un apodo degradante, representaba menos poder que padre, así que tenía prohibido decirlo, pero algo me hizo decirlo -Qu-quedate, no te vaya co-como...- Se sorvió la nariz -Tú madre- Solo eso bastó para hacerme soltar las lágrimas de nuevo.

Estuvimos un rato así, después de soltarnos me acarició la mejilla suavemente -Te amo hijo, y mucho. Aunque no te lo diga- No sabía cómo sentirme al respecto, simplemente asentí -Yo también papá- Dije aún un poco confundido, amigablemente me sacudió el cabello y salió de la habitación, era un poco extraño, nunca había tenido alguna clase de afecto hacia mi, nunca me había dicho te quiero, mucho menos un te amo y la única vez que me abrazó fue para la foto familiar, no realmente porque lo deseara.

Salí del cuarto en busca de paz y serenidad, necesitaba desahogarme, platicar todo lo que me sucedía, pero no había a quien, Golden seguro estaba durmiendo, Bonnie sí que estaba en brazos de Morfeo, mi padre apenas descubría su lado paterno y los sirvientes ¡Ni hablar! No les tenía confianza.

Ya eran pasadas las once de la noche y yo seguía dando vueltas por el jardín, ya agotado regresé a mi cuarto, no había llegado a ninguna conclusión, sin embargo estaba casi seguro de que en estos momentos lo último que necesitaba era una respuesta. Llegué a mi cuarto y me tumbé en las sábanas, habría sido una caída suave y Acolchonada, de no ser por una gruesa superficie en mi abdomen, lo saqué con un poco de dolor y observé mi "Diario". Sin darle vueltas al asunto comencé a escribir mi día, era algo infantil y femenino, pero aquello me importaba en lo más mínimo, yo solo me quería desahogar, después de un rato terminé de escribir lo sucedido y mis sentimientos, dejé de lado la libreta y me dormí.