*Narra Bonnie*
Me habían dicho que el rey había golpeado con un cinturón a su hijo sin piedad. En mi opinión eso es cruel pero claro ¿A quién le importa lo que piense un sirviente?- Entré con miedo a las aguas termales, me habían mandado a curar su heridas, otra vez. A este paso el pobre no sobreviviría -¿Príncipe?- Entré -Ya te dije que Bon- Rio amarga mente -¿Está bien?- Lo miré lleno de intriga y preocupación -Bueno... Supongo que sí- Forzó una sonrisa -Déjeme ayudarle- El solo asintió perdido en sus pensamientos. Tomé unos ungüentos hechos a base de hierbas medicinales, un algodón y un poco de alcohol. Vertí un poco del alcohol en el algodón, le limpié las heridas con sumo cuidado, sí que le había destrozado la espalda. Se quejó cuando el alcohol hizo efecto, puedo asegurar que derramó unas cuantas lágrimas -Se podría por favor salir del agua, si no el ungüento se caería- Miré el suelo apenado -Si... Claro- Habló con voz ronca y cortada por el ardor. Me volteé dejándolo conservar su poca privacidad que conservaba con mi presencia ahí -Listo, ya puedes voltear- Cuando lo hice, tenía su short de cuero café y unas chanclas blancas con unos círculos dorados en las partes de unión, su torso estaba desnudó y me daba la espalda. Me acerqué temeroso, tomé la pasta verde entre mis dedos y la esparcí por su herida espalda, cada vez que le ponía un poco se estremecía, su piel era suave pero estaba rasgada -¿Por qué eres tan diferente?- Preguntó más al aire que a mí -No lo sé, por lo único que logré entrar aquí es por qué se acerca de las hierbas y cómo curar- Dije mientras esparcía el medicamento por su espalda -Sabes, eres con él único que me entiende y te veo como un amigo- Sonreí, amigo. Esa palabra sonó tortuosamente en mi cabeza, pero era la verdad él solo me veía como un amigo y si no es que como un esclavo más. Suspiré decepcionado -¿Pasa algo?- Volví a la realidad, a la cruel realidad -Emm... No nada, solo pensaba- Sonreí nervioso, él solo asintió -Oye Bonnie- Habló después de un rato de silencio -¿Qué pasó?- Dije cerrando el frasco -Mañana tengo el día libre y creo que podría pedir que te lo dejen a ti también, te gustaría salir a cabalgar por afuera de la ciudad- Me sonrojé, no era una cita eso era seguro pero era más lindo pensarlo de esa manera pero había un ligero y enorme problema -No sé montar un caballo y menos manejarlo- Sonreí nervioso rascando mi nuca -Bueno, eso se puede resolver- Sonrió -Si dices que sí, mañana te enseño a montar- Me miró a los ojos -Bueno, aceptó Principe- Me imaginé en el altar diciendo eso, inmediatamente aparte esos pensamientos sacudiendo la cabeza -¿Cuántas veces te tengo que decir que me digas Bon?- Rió, sonreí nervioso -Bueno, me tengo que ir a preparar la cena- Me retiré con el corazón latiendo a mil por hora.
Después de cenar tomé una ducha, alisté mis cosas para el día siguiente, sonreí embobado antes de quedarme dormido.
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¡Estoy viva! (Ok, no XD).
Sin más me voy Chau, Chau! Los quiero <3.
PD: Perdón por las faltas de ortografía \(^w^*)/
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Un amor a la antigua Grecia
Fiksi PenggemarBon un príncipe guapo, con un sedoso cabello turquesa y unos cautivadores ojos esmeralda, esta pronto a gobernar Grecia, un lugar donde no se aceptaban parejas de su mismo género. Bonnie, un chico con piel de porcelana, cabello largo morado y unos h...