1

261 11 0
                                    

Sofía.

Los rayos del sol se filtraban por las cortinas de mi ventana haciendo que las motitas de polvo se vieran alrededor flotando; miré mi reloj, marcaban las 6:00 am. Con pesadez y flojera me levante de mi cama. Tome una toalla y mi ropa interior y me adentré en el baño. 15 minutos después de una relajante ducha y bien un incentivo para despertarme totalmente salí del baño. Busque en mi closet la ropa que usaría el día de hoy, básicamente consistía en una blusa color vino, un pantalón negro y unas vans negras; algo muy normal. Cepille mi cabello que en poco tiempo se acomodó en ondas, me maquille natural y por ultimo me rocíe de un poco de perfume.

Baje a la cocina, a mitad de escaleras me llego un exquisito olor, Nana Nancy siempre se levantaba antes que yo para prepararme el desayuno. A pesar de su edad siempre estaba para lo que necesitará y cocinaba realmente delicioso pero sobre todo era un amor.

-¡Buenos días mi linda Nana!- me acerque a ella y le di un sonoro beso en la mejilla, ella simplemente río.

-Buenos días mi niña-

-¿Qué hay de desayunar hoy Nana?- Realmente moría de hambre, más bien siempre tenía hambre.

-Te preparé huevos con tocino y crepes de fresas- Tan solo termino de decirlo literal se me estaba cayendo la baba.

-¿Te he dicho que eres la mejor cocinera y Nana del mundo?- dije haciéndole ojitos.

-Si muchas veces jaja, sabes que todo lo hago con amor mi niña- Acaricio mi mejilla y me sonrió tierna mente para después servirme mi preciado desayuno.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Al terminar, subí a mi habitación a cepillarme los dientes y coger mi mochila. Tome de mi mesita mi celular y mis audífonos. Fui hasta el garaje por mi moto, hacía un hermoso día como para andar en auto.

La encendí, me puse mí casco y me fui directo al instituto. Estaba en mi último año y después podría irme a la universidad. Quería estudiar medicina, para ser específica en el área de pediatría, amaba a los niños. Siempre he soñado con tener una gran familia, tener niños corriendo por doquier y sobre todo casarme con el hombre que amo. Damien era con quien quería pasar todo eso, llevaba ya 3 años de noviazgo con él. Había estado enamorada de él desde que éramos pequeños, me enamoré de el por defenderme de unas niñas que siempre tiraban de mi cabello. Fuimos mejores amigos, éramos inseparables. Hasta que un día un chico de mi salón, se interesó por mí y salí con él a una cita. Los celos de Damien explotaron y fue en ese momento que me confeso que estaba enamorado de mí. Fue un día realmente feliz para mí. Después de eso tuvimos citas y finalmente nos hicimos novios.

Estacione mi moto en mi lugar de siempre, baje y la acomode bien.

-¡Soffiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!- escuche un grito que cada vez se acercaba más, cuando termine de quitarme el casco completamente, sentí unos brazos que me rodeaban, bueno más bien que me asfixiaban.

-Tranquila Eli, no es como si no nos hubiéramos visto por años- Elizabeth es mi mejor amiga, es muy hiperactiva y parece un torbellino pero realmente la amo. A ella podía contarle todo, siempre me escuchaba y daba consejos, era la mejor amiga que podría existir. La conocí cuando mis padres me mandaron a clases de piano a los 15 años, ella iba en un salón a lado del mío. Yo iba a piano y ella en ballet. No le hablaba a nadie y siempre me gustaba estar practicando, entonces simplemente llego un día a preguntarme del porque siempre me la pasaba practicando que hay más cosas que hacer, que simplemente quedarse ahí. Solo con eso empezó nuestra grandiosa amistad.

-¡Te extrañe tanto!- cada vez me quedaba menos aire.

-Eli no pu-e-do res-pi-rar-

-Que delicada-

-Perdón por no querer morir asfixiada- Ella simplemente rodo los ojos.

-Ya doña dramática, vamos a clases-

Caminamos rumbo a nuestra primera clase que era Cálculo realmente odiaba esa clase, nunca había amado los números y todo eso, y por si fuera peor me tocaba clase con el Sr. Finnegan un tipo amargado y que le encantaba regañar a todo mundo.

Llegamos y me senté en mi lugar de siempre junto a Eli.

-¿Daniel aún no a llegado cierto?- preguntó Eli mirándome.

-Sabes que el siempre llega tarde, no debería extrañarte-.

Daniel era mi mejor amigo, y por supuesto por quien Eli podía chorrear litros de baba con solo estar cerca de él.

A Daniel lo conocí por Damien, también es uno de sus mejores amigos. Al principio nos llevábamos pésimo. Tanto que ni 5 min podíamos estar en la misma habitación porque empezábamos una 3 Guerra Mundial. Al final nos hartamos de estar siempre haciéndonos bromas e insultarnos, así que empezamos a llevarnos mejor. Bonita amistad ¿no?

-Buenos días alumnos, la clase va a empezar- El Sr. Finnegan interrumpió mis pensamientos. Así que sin más saque de mi mochila mi cuaderno y una pluma.

- El tema que veremos hoy será...-Se abrió la puerta dejando ver aun Daniel despeinado y agitado.

-¿Puedo pasar?- Apenas y podía respirar el pobre.

-No me extraña verlo llegar a esta hora Sr. McCarthy-

-¿Qué no dicen que lo mejor siempre tarda en llegar?- esbozo una media sonrisa. Idiota.

- Por supuesto, tanto que no entrará a mi clase eh ira directo a dirección- La tonta sonrisa de Daniel se fue rápidamente. Sabía que no podía discutir con el Sr. Finnegan, así que simplemente fue cerrando la puerta poco a poco.

-Adiós vaquero- susurro Eli.

Yo solo me reí bajito.

El profesor simplemente continuo su aburrida clase.

Mi mate,¿comprometida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora