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Martes.

Puta.

Profe.

De Ciencias Naturales.

Un minuto tarde. ¡Uno!

- Te quedas afuera por irresponsable - me dijo con esa voz chillona.

Sólo la miré agachando la cabeza, ya que ella es unos 10 centímetros más pequeña que yo, en conclusión, es más pequeña que todos.

Me cerró la puerta en las narices y tuve que esperar sentada en el frío suelo del pasillo hasta que llegue mi profesor de inglés, al cual le tocaba dar clases en la siguiente hora.

Mi profesor de inglés es un tío muy majo, siempre nos ayuda con las notas y es muy divertido al momento de dar clases. Tenía que ser joven.

Lo vi acercarse a mi aula mientras se peinaba un poco su pelo castaño alborotado, alzó la vista y sus ojos color miel me miraron con compasión.

- ¿Otra vez tarde? - me saludó

- Buenos días también. - me sonrió avergonzado - Por un minuto. - me levanté sacudiéndome el polvo.

- Cuidado con esa profesora, he oído que te va a bajar las notas si sigues llegando tarde a sus clases. A mí siempre me ha dado miedo, no se a ti. - susurró.

Cambié mi expresión de aburrida a desagrado. ¿Cómo puede hacer eso? Será mala la cabrona.

El pomo de la puerta se giró abriendo la puerta y dejando ver a la profesora salir con lentitud y con una expresión seria y encrespada al encontrarme frente a ella.

- Buenos días. - saludé en un hilo de voz.

Nos dio la espalda y apenas pudimos oír su saludo.

- Buenos días señor Phill.

Mi profesor me miró con los ojos abiertos y enseguida se le formó una sonrisa que me contagió, haciendo que los dos contuviésemos la risa.

- ¡Ñá! Olvídalo, no sabe lo que se pierde. - bromeó invitándome a entrar a clase. - ¡Good morning! -saludó al entrar.


Grace, Jessi y yo, agarramos nuestra comida y salimos al recreo. Nos sentamos en uno de los escalones cerca de nuestra aula y empezamos a comer.

Grace sacó del paquete de Oreo una galleta y me la entregó. Jessi y yo nos sorprendimos ante tal acto, ella nunca comparte sus galletas, menos si son las Oreo, sus favoritas.

- Es motivo de celebración darte esta galleta Sara. ¡Por fin - gritó alzando la galleta - Sara Field va a ir a una fiesta!

Miré hacía los lados rogando que nadie la haya oído, por suerte por donde estábamos no había ni un alma.

- Toma - me entrega la golosina.

- Pués... gracias - dije recibiéndola.

Sonrió.

- Mañana te aseguro que la vas a pasar genial.

- ¿Vas a llevar... - preguntó Jessi formando un porro con los dedos.

- ¡Ah! - exclamó Grace al captar la idea - No, creo que va a ir a la fiesta el fumeta de Nick, así que, creo que no me a hacer falta llevar.

Nick Sar, es uno de los chicos más vagos de mi aula, menos en matemáticas, en esa materia el poder de la "maría" le hace efecto. Es un chico un poco tímido cuando no está bajo los efectos del cannabis, pero cuando lo está, es el alma de la fiesta, miestras tanto es el invisible, el típico chico atractivo invisible. Con esos ojos verdes, tez bronceada, labios rosados, pelo negro ondulado, una pestañas súper largas y negritas y unas cejas que parecen una selva oscura, logró conquistar a Grace. Por un tiempo fue el repartidor de marihuana de ella, pero la mataba saber que todas las veces que iba a reunirse con él para recoger la mercancía, él estaba acompañado de su novia, a la cual Grace odia, aunque en mi opinión, es una buena chica, Estefanía, pese a que siempre ande con ese estilo hippie.

Sin Destino AlternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora