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No podía percibir con claridad lo que escuchaba, ni tampoco lo que veía, me sentía muy mareada la verdad, pero lo que podía saber con certeza, es que en aquella sala habían más de 2 hombres.

- ¡Mierda! Os dije que le taparan los ojos -. Reclamó un hombre con voz rasposa.

- Igual, siempre se olvidan de todo con la pastilla -. Comentó creo que Greg.

- Es seguridad. ¡Los ojos, ahora! -. Contestó.

Uno de ellos me agarró por la mandíbula con fuerza, y otro con rapidez abrió uno de  mis ojos totalmente. Mi vista estaba de lo más borrosa y hasta el momento no me había dado cuenta de que mis manos y pies estaban atados, entonces el que estaba abriendo mis párpados me colocó en cada ojo una gota de un líquido bastante ácido que al instante cegó mi visión a un negro profundo.

La desesperación que sentí me aterrorizó.

- Tranquila, pasará pronto -. Me susurró una voz varonil bastante dulce.

- Haber, a lo que vinimos. La página número 79 ya ha ocurrido, es obvio que debemos hacer después pero, hay algo que no me cuadra aún. - el mueble crujió, al parecer estaba tenso - ¿Qué, o cómo lo buscamos? ¿Dónde terminamos? - era Greg quien discutiá.

- Mira sé que todavía eres amateur, pero no sabía que nos saliste sordo -. Respondió la voz rasposa. - Tú sólo debes mantenerte al plan, ser un buen espía, ser un buen amigo. Después el camino florece. Tu parte es muy sencilla, pero por favor, escúchame -. Carraspeó antes de continuar. - No más pistas. No más juegos tontos. No más comodines. No más cagadas de ese estilo. Sabes bien que esto, - hizo énfasis en la última palabra - no es porque se nos da la gana de perder años. Es por...

- ¡Hey! - gritó uno. 

Silencio incómodo.

¿Todos me estaban mirando?

Desde ese punto todos empezaron a escribir sobre algo a lápiz, y la negrura de mis ojos aún no se disipaba.

Luego de varios minutos, escuché la misma voz dulce de antes.

- Abre la boca por favor, no te quiero hacer daño -. a continuación sentí una pastilla que se derritió al instante en mi lengua.

Y creo, me desmayé.

Pero desperté en el sofá de mi salón. Con un dolor de cabeza increíble, y como no quería olvidar nada, lo escribí todo sobre este diario que estás leyendo.

Hasta he olvidado que día es hoy, pero por lo visto no tenía clases porque sino mis amigas me hubieran escrito o algo.

La verdad es que hasta me da miedo moverme, aunque sean las 9am, el silencio de mi casa me asusta. Mejor voy a lavarme la cara antes de seguir con mi día.

Es que no sé que creer. Estoy muy asustada.

No sé a quién acudir.

7 Horas más tarde.

No he podido estar concentrada en todo el rato que ha pasado de día, las manos me tiemblan, y lo peor es que no puedo decir nada a nadie porque no me van a creer, suena demasiado irreal, más que todo porque no hay pruebas físicas, ni un moretón. Es desesperante.

He pensado en full planes para averiguar todo esto, pero de una u otra manera yo no lo puedo hacer sola, así que decidí invitar a mis amigas para comentarles todo de la manera menos paranoica posible.

Así que cuando entraron, después de compartir chismes leves con ellas, llegó la pregunta de Greg.

El ambiente se tornó tenso, no sabía cómo empezar. Se supone que les tengo la mayor confianza, pero algo me frena al abrir la boca.

Aunque las palabras se ordenan luego de unos segundos de reflexión, y suelto con nervios:

- De eso exactamente os quería hablar... - las dos sonrieron a la expectativa de lo que diría. - Estoy en un problema, si se lo puede llamar así, ¿se acuerdan del tipo que me seguía? - asintieron. - Pues, gracias a Davis, con sus fotos, que para mi parecían incoherentes, me ayudó a saber que la misma persona que me ha estado acosando ha sido mi vecino, el cual resulta... - silencio intrigante - Que es Greg -. me miraron fijamente, pestañeando sin entender nada, o quizás estaban analizando todo con tranquilidad. 

- Haber, estás diciendo, que ese chico tan guapo, es un maníaco obsesivo de trastorno de personalidad -. preguntó Grace.

- Em... Creo, que algo así -. puso sus ojos en blanco incrédula. - Pero antes de que me toméis por loca, os muestro las pruebas -. seleccioné con rapidez las fotos en la laptop y ellas las analizaron, entonces segundos después sus bocas se fueron abriendo del asombro.

- ¡No! Joder. ¡Debe ser una broma! - exclamó Jessie.

- ¡Tía! ¡No me jodas! - exclamó Grace.

- Yo tampoco me lo creo pero... La cosa es que ayer me atreví a visitar al nuevo vecino... - su atención fue total a mis palabras - Todo pasó... Rápido. Entré en su departamento, vi su rostro... Era... Es... - mis palabras parecían carecer de sentido, una sensación extraña me invadía - Es Greg.

No dijeron frase alguna, sólo esperaban por más.

- Yo intenté llamar a la policia pero... De repente me inyectó algún tipo de sedante, soltando algo cómo "lo siento mucho" y luego alguien dijo... - no sé que me pasaba, pero sentía cómo si los recuerdos fueran muy lejanos - "A la misma hora de siempre Sara". Y... - tan lejanos los recuerdos, que ni siquiera los recordaba - Y, luego... - los tengo escritos, pero no los recordaba - No... - no recordaba nada, y me estaban dando naúseas - Yo no... - podía sentir cómo las miradas de mis amigas cambiaban de intriga a preocupación - Yo no... - esa negrura de nuevo.

- Sara. - escuché la voz de Grace como un eco lejano.

¿Qué me está sucediendo? Estoy olvidando hasta lo que ocurrió ese día.

Porque todo acabó con un vacío en el que no podía ver, oír, sentir... Nada.

Necesito ayuda.

Me estoy olvidando de todo, y mi única salvación para mi memoria, es un diario.

Este diario.









¿Qué está pasando?

Necesito respuestas.




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⏰ Última actualización: May 13, 2020 ⏰

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