CAPÍTULO 1: Deseos ocultos (BETEADO)

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¡FELIZ CUMPLEAÑOS PandiNya. QUERIDA ANDREITA POLO!!!!! ¡YA TIENES 23! ESTAMOS VIEJAS JAJAJAJAJAJA. Como lo prometí, este es tu fic de cumpleaños, espero que te guste y la portada es un regalo de Luis para ti. El pobre se desveló conmigo haciendola... Por eso estabamos tan cansados ayer (Aparte del fic megaultradramatico que leí por tu culpa). ¿Ya cuantos años vamos metidas en esto del Spirk? Creo que dos años...con lo de la última peli y todo XD
Gracias por ser mi mejor amiga, mi confidente, mi consejera, la que me jala las orejas cuando hago algo mal o la que me apoya en cada locura que hago. Eres una hermana para mí, te quiero un montón. A pesar de que suelo expresarme mucho mejor escribiendo, está vez puede que me haya quedado corta en palabras para expresarte cuán importante eres para mí... ¡GRACIAS POR TODO!


EDITADO (07/07): Gracias a la persona que me ha ayudado beteando este fic: Thomary221B. ¡Cuando Senpai aceptó betearme este fic casi muero!  Hemos tenido problemas con el correo, las fechas y eso, así que recién pudo enviarme todo ¡GRACIAS!


¿Cómo había acabado en esa situación? Aunque intentaba enfocar su mente, nada venía a ella...

Se encontraba empotrado en la pared de lo que parecía ser su habitación, con alguien apoyado entre el hueco de su cuello, respirando calmadamente su aroma; sin embargo, no se sentía mal, se sentía correcto. Notó una camisa azul sobre él, una lengua recorriendo su cuello y esto solo le logró estremecer, sintiendo el placer empezando a surgir en su cuerpo. Cuando la persona apoyada sobre él levantó la vista, pudo reconocerlo.

-¿Spock? -mencionó con voz confundida, no entendía el actuar de su primer oficial. Los ojos del vulcano se veían más oscuros que nunca, pudo percibir deseo dentro de ellos y eso logró que un calor repentino lo invadiera.

-Jim -Dios, la voz de Spock sonaba más ronca de lo que alguna vez la había escuchado además que lo estaba llamando por su nombre-. Se mío Jim, te deseo.

¿Qué acababa de decir? ¿Había escuchado bien o era su mente jugándole una mala pasada? El correcto vulcano que conocía no diría nunca eso... Ellos eran amigos nada más, y aún así, una parte dentro suyo solo quería rendirse ante el deseo de Spock, llegando tan lejos como pudieran.

Antes de que pudiera si quiera contestar, sintió las manos de Spock en sus caderas, levantando la camiseta reglamentaria y quitándosela con rapidez, su mente no podía procesar todo lo que pasaba, se había quedado completamente congelado en el lugar. Sintió como esos dedos cálidos empezaban a acariciar su torso y no pudo evitar soltar un gemido ante esto. Tenía la boca seca, se relamió los labios para humedecerlos, sin darse cuenta de lo sugestiva que resultaba esa acción. Pronto, sus labios se vieron cubiertos por otros más suaves... Una lengua invadió su cavidad, jugueteando con la suya. ¿Era en serio ese su primer oficial? Porque a pesar de toda la lógica que predicaba, parecía estarse dejándose llevar por sus instintos más bajos y el deseo que nublaba su mente. Sus brazos se dirigieron al cuello de Spock, tomando entre sus dedos los mechones que caían a la altura de la nuca, acariciándolos mientras gemía dentro de la boca de éste. Sus bocas parecían fundirse y no se separaron hasta que sintió las manos en su torso acariciar sus pezones; nunca se había puesto a considerar que fuera tan sensible, pero ese hombre que lo tenía contra la pared, parecía conocer cada uno de sus puntos de placer y los estaba usando uno por uno... Por la comisura de sus labios, un hilo de saliva lo unía al vulcano y sólo podía pensar en que quería desvestirlo, ver toda su piel y acariciar cada parte de ella. Su miembro hace rato se sentía apretado en sus pantalones y sentía una humedad en la parte superior de su ropa interior. Sin embargo, Spock parecía tomarse todo el tiempo del mundo y querer convertirlo en una masa de placer bajo su cuerpo. Aún con los brazos de Jim en sus hombros, dirigió sus manos hacia el elástico de los pantalones, acariciando la cintura de su capitán.

VALIOSO ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora