EXTRA: Después de... (BETEADO)

648 75 4
                                    

ADVERTENCIA: Contenido hard, lemon, R18... Léanlo bajo su responsabilidad.
Por cierto, Andrea, espero te guste este cap...ya que justo has estado con ganas de leer...

Un detalle que Selek había obviado cuando Jim le contó lo que pasó en Pyris VII, es la posesividad de Spock. Él sabía claramente que a pesar de amar a Jim con toda su alma y tratar de acapararlo sutilmente, nunca se había mostrado posesivo con él. Salvo aquella vez cuando llegó su tiempo. Era cierto que nunca había llegado a ser pareja de su Jim, pero solo aquella vez se había mostrado más abiertamente posesivo con él. A pesar no haberse unido a su prometida T'Pring, las fuertes emociones del Plak Tow y el creer que Jim, su t'hy'la había muerto, parecía haber calmado su pon farr. Fue la única vez que se permitió tocar a Jim tan íntimamente por iniciativa propia (aunque sólo haya sido un intento de abrazo). Lo que nunca nadie, ni siquiera Jim, se había enterado, es que esa noche durante su meditación para intentar calmar su sangre aún caliente por un compañero, había fantaseado con Jim. Su mente y sus hormonas lo habían traicionado, teniendo como consecuencia una sesión de masturbación bastante intensa. Los vulcanos no eran una especie muy sexual que digamos, pero durante el pon farr podían ser más ardientes que cualquier otra. Imaginarse a Jim debajo suyo, gimiendo su nombre y pidiendo más por él, rasguñando su espalda de placer y mirándolo con esos hermosos ojos azules nublados de lujuria había logrado llevarlo al orgasmo y terminado de calmar su "tiempo". Aunque se sintió muy avergonzado por ello los próximos años, no se alejó de su capitán.

Calculando fechas y todo, se dio cuenta que pronto, si es que ya no era tiempo, su contraparte más joven, tendría su primer Pon farr. Internamente pedía porque aquellos jóvenes Jim y Spock pudieran estar juntos, logrando lo que ni él ni su Jim habían podido.

Mientras tanto, en la habitación de Spock, los dos hombres seguían aún cerca uno al otro. La mano de Spock que sujetaba la muñeca de Jim, ahora estaba en su cintura, mientras sus frentes estaban juntas. Jim sólo disfrutaba ese momento, su corazón latiendo a un ritmo acelerado.

-Spock.

-Dime, Jim.

-¿Qué somos ahora nosotros?

-Lo que desees, Jim. Personalmente me gustaría tener el honor de llamarte mi pareja -Jim sonrió ante lo dicho por Spock. A pesar de que sonaba tan malditamente vulcano, había cierta ternura en sus palabras que no pudo dejar de notar.

-Somos pareja entonces -Spock asintió, la felicidad inundando todo su cuerpo y aumentando la frecuencia de sus latidos- tal vez, podríamos... No sé, ¿celebrarlo? -dijo Jim, una mirada pícara se mostró en su cara. A pesar de ser un momento muy sentimental y todo, no dejaba de ser un hombre con deseo sexual y ese vulcano iba a ser desde ese día el destinatario de todo ese deseo.

Al inicio Spock no entendió el doble sentido de las palabras de Jim. Al menos no hasta que los labios de Jim chocaron con los suyos, entreabrió los labios, dejando que Jim jugueteara en su boca antes de unir su lengua a la de su amante. Sentía como un calor agradable se iba expandiendo por todo su cuerpo. Las manos que estaban en la cintura de Jim fueron bajando poco a poco, hasta que se posaron en el trasero de Jim, apretando ligeramente. Jim cortó el beso, apoyando su cabeza en el hombro de Spock y gimiendo directamente en su sensible oído. Con un movimiento calculado mordió la parte superior, escuchando un jadeo venir de los labios de Spock que repercutió inmediatamente en sus partes bajas. Spock se acercó más al cuello de Jim y empezó a oler su aroma. Olía a masculinidad, a hogar, a compañero. Inundó sus fosas nasales con ese aroma y luego haciendo uso de su fuerza vulcana, levantó a Jim con sus manos aún sujetando sus nalgas y lo llevó con él a su habitación.

VALIOSO ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora