— Este es el plan, te acercas a ella, le pides que juegue con nosotros un rato y entonces cuando acepte te vas y es toda mía, es simple y sencillo — habló Stefan con una seguridad al 100% y una sonrisa algo arrogante y traviesas a la vez. Su mirada se mantenía fija en la chica frente a nosotros, mientras con una mano botaba el balón de baloncesto y con la otra golpeaba mi pecho.
— El interesado eres tú, ¿Por qué debo ir yo?. — le pregunté mientras yo también observaba a la linda chica.
— Porque debe parecer que no me interesa y que más bien tú eres el del interés. ¿Entiendes la dinámica?.
— Lo que entiendo es que eso sonó a lo que haría una mujer— agregué. La sonrisa arrogante del pelirrojo se desvaneció y en su lugar una morada sería y fastidiada lo sustituia. — ¿por qué no simplemente vas y le hablas tú?No te va a comer Stefan, es una niña. — y lo decía en serio, es chica parecía tan pequeña en comparación a Stefan y a mí.
— Oh Vamos Mauro, ayuda a este pobre solteron, no quiero quedarme como tú. — Esta vez fue mi turno de mirar severo al pelirrojo.
— Esta mañana me hablaste para venir a encestar un poco y lo único que hemos hecho es mirar a esa chica — dije con cierto fastidio.— ¿Podemos al menos jugar un poco antes de ir al trabajo?.
— No Mauro, esa chica es bastante linda y quizás logré algo más con ella. — ¿Algo más con ella? Por el amor de dios, sus algo más siempre hablaban de sexo y cómo lo había dicho antes, esa chica no superar la mayoría de edad. Debía estar demente para desvirginar a una niña.
— Cuando dices "algo más" te refieres a sexo y No quiero ser complice de eso. Mejor juguemos un poco, a eso vinimos, ¿recuerdas? A jugar — Llevábamos varios minutos parados sin hacer absolutamente nada; bueno corrección , YO estaba parado en medio de la cancha de baloncesto viendo botar el balón a Stefan. ¿En serio me había levantado a las 7 de la mañana, solo para esto ? Debía dejar de hacerle caso a Stefan en algún punto de mi vida.
— ¡No animal! — grito Stefan mientras me daba un golpe en el estómago provocando que me encorvara un poco — Aunque ahora que lo pienso no sería mala idea. — dijo mientras se tocaba pensativamente la barbilla.
— ¡Eres un cerdo Stefan!, esa chica no debe tener más de 16 años.
— Cómo sea, ¿vas a ayudarme si o no? — solte un suspiro con un dejo de fastidio y camine rendido hasta donde la chica se encontraba.
Era seguro que no planeaba un partido conmigo así que no pensaba estar más tiempo parado mirando a Stefan botar un maldito balón como lo había hecho los últimos minutos. Quería irme de una vez por todas de ahí, así que obtenga por darle a Stefan lo que quería.
No podía creer que aún después de tantos años seguía ayudando a Stefan a ligar. Desde que lo conocí en la secundaria lo ayudaba, pero ahora, una vez graduados, no lo podía creer. Es más, no podia creer como éramos tan amigos, simplemente se trataba de dos personalidades completamente contrarias, pareciamos algo así como Ted y Barney de How I Met Your Mother.
— Hola — salude con una sonrisa corta pero segura mientras observaba con mayor detenimiento a la chica que Stefan pretendía ligar.
Era linda, al igual que todas las chicas que Stefan ligaba.
Su cabello era corto, no tocaba si quiera su hombro debido a sus rizos de un color castaño, sus cejas eran pobladas con arco suave, sus pestañas cortas pero enchinadas, sus ojos cafés y sus labios pequeños pero carnosos y de un lindo color rosado, ya lo había dicho, la chica era bonita, no guapa, bonita.
La castaña levanto su mirada y me examino de pies a cabeza. Fueron tan solo milésimas de segundo que obtuve su atención para que su concentración volviera a donde estaba inicialmente, su libro.
Frunci mi seño un poco confundido ante su indiferencia, sin embargo no me rendí así que busque atraer su atención.
— ¿Hush, hush? — hablé a lo que pareció una preguntamientras miraba la portada del libro entre sus delgadas manos llenas de pulseras en color negro, rosado y azul. — A mí hermana le fascinó la saga.
Espere que al menos con eso obtuviera su atención, pero contrario a lo que pensaba la chica solo frunció su seño y mantuvo aún la vista en su libro.
—Ehm me llamo Mauro y el pelirrojo de allá es Stefan — dije girandome para señalar al pelirrojo a mis espaldas. Espere que al menos se dignara a responderme, si quiera por educación, pero no, su atención no abarcaba más allá del libro entre sus manos. Me gire una vez más para observar a Stefan e insinuarle con la mirada que a la chica realmente no le interesaba estar con nosotros, no obstante le valió tres kilos de reata y me suplico con la mirada que le insistiera aún a la castaña. Solte un suspiro exasperado y volví mi atención a la pequeña chica. — la verdad nos gustaría saber si quieres jugar con nosotros un rato — hable una vez más esperando aunque sea un "está bien, no me molestes, dejame en paz" o cualquier tipo de palabra de parte de la castaña, mas lo único que recibí fue el sonido de su libro cerrándose con algo de brusquedad y una mirada acusadora hacía mí. Se levantó del pasto y con su libro en mano dio medio vuelta y se alejo de prisa dejándome perplejo ante su actitud.
— ¿Qué pasa con esa chica? — le pregunté a Stefan una vez llegó hasta mi lado.
— ¿Qué le dijiste? — habló ignorando por completo mi pregunta anterior.
— Yo no hice nada. — respondí mientras alzaba ambas manos y concentraba mi atención en el pelirrojo a lado a mí de ojos grises.
— No volveré a pedirte que me ayudes a ligar
— Dios me escuche.
— Dios no escucha a los ateos. — respondió mientras sonreía algo burlón.
— ¿Sabes qué? Yo me largo, en unas horas debemos ir a trabajar y quiero dormir un poco más antes de estar 8 horas parado, así que, ciao Stefan.
Este no dijo nada y simplemente se quedó observando de brazos cruzados a la chica que ahora se encontraba unos metro más lejos de nosotros que antes. Estaba con un hombre de mayor edad o al menos la misma que Stefan y yo. Parecía musculoso.
Decidí no tomarle más importancia al tema y me marche del parque para tomar una larga siesta.
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I Can't Go On
RomanceWanda a quedado huérfana y su única familia ahora es su primo. Esta chica aún no sabe cómo lidiar con la terrible tragedia que nubla su vida, no le encuentra sentido a su vida, pero tampoco ve porque tendría el derecho de terminarla, simplemente a...