ㅤㅤㅤㅤㅤTaku casi nunca le toma interés a algo, todo siempre le resulta aburrido.
ㅤㅤㅤㅤㅤEl chico nuevo no deja de ver su móvil por nada del mundo.
ㅤㅤ«El aburrimiento se cura con curiosidad. La curiosidad no se cura con nada...»
...
❝ Compañerismo no siempre es amistad. Pero amistad siempre es compañerismo.❞
➥ José Narosky
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El primer día de clases siempre era el peor. Todos eran conscientes de ello, todos estaban de acuerdo. Sin embargo, yo era la excepción. Al contrario de lo que pensaran los demás, yo si estaba emocionado. Primeramente, porque era el primer día del último año de preparatoria. No más escuela luego de ello. No más tareas, no más tener que llevar un estúpido uniforme que sentías que te asfixiaba si tratabas de aflojarlo un poco.
Último año y luego libertad.
Al menos hasta que sepa que quiero hacer con mi vida. No era algo que me emocionara de sobre manera, pero realmente necesitaba tener una estrategia de mis planes futuros.
Pero primero...
—Este año tendremos varios alumnos nuevos. Háganlos sentir cómodos, por favor —indicó la profesora con ese tono tan molesto que nunca había llegado a agradarme—. Pueden presentarse.
Uno a uno dio una breve descripción de quien era, para el final solo había quedado un chico de cabellos naranjas y mirada despistada. No dijo nada, solo dio una pequeña reverencia y se sentó rápidamente, no dándole a la profesora oportunidad de cuan siquiera replicar.
Varios se le quedaron mirando extraño. Yo solo pude bostezar porque la clase ya había comenzado. Al final creo que termine durmiéndome en medio de mi libro, el cual tendría que secar después. La profesora acabo su clase y mis ojos por fin se abrieron junto a mis brazos que se levantaban airosos estirando los músculos.
Había sido una buena siesta a pesar de que esta mañana había despertado bastante animado. Eso realmente confirmaba mi teoría de que la profesora era realmente aburrida. Al igual que la clase que impartía. Al igual que todo el estudio en general.
Bostecé nuevamente cuando sentí otra presencia justo a mis espaldas.
— ¿Sigues con la absurda idea de querer sorprenderme? —pregunté desganado mientras miraba como Atsuki se sentaba a mi lado haciendo una mueca con sus labios.
—Algún día lo lograre, ya verás —respondió incordio—. Y bien... ¿algo que quieras contarme?
— ¿Algo como qué?
—No lo sé, lo que sea. Toda la maldita clase me la pasé bostezando y casi me mandan a detención por eso. Necesito algo interesante en mi vida, de lo contrario moriré de aburrimiento —dijo haciendo ademanes con las manos para terminar ocultando su rostro entre ellas, dándome la oportunidad de ver al otro lado del salón.
Por su cabellera era fácil de reconocer. No era un color muy llamativo, pero para mí lo era. Pocas veces se ve a alguien con cabellos color castaño casi naranja que parecen querer resplandecer con la luz del sol. Sin mencionar que, pese a que nuestra solía ser algo condescendiente con el aspecto en general, esto parecía ser una excepción a la regla.
