La Reina Bruja
Al día siguiente, Ryeowook estaba quieto en la vitrina como siempre, era increíble pensar que en la noche anterior habíamos estado hablando de la vida y yo las había cagado con mi estupidez. Bueno, eso último no era inusual, solía pasarme que metía las patas con ese tipo de cosas.
Me había tocado ir temprano a trabajar y tenía mucho sueño. Era MI fin de semana, y tenía que ocuparlo en el trabajo… al menos era genial ver a Ryeowook, aunque sabía que delante de las personas no me hablaría.
Cuando llegué, Hangeng corría de un lado para otro con cajas y basura para sacar de la tienda, es con día la tierra debajo de la alfombra y ponía cortinas nuevas, unas hermosas cortinas de terciopelo verde oscuro, con detalles dorados y figuras en relieve. Se dio cuenta que el maniquí principal tenía ropa nueva y me preguntó si es que yo se la había cambiado, le dije que sí y me dio un toque en la espalda diciendo “buen trabajo”. De veras que él no sabía que Ryeowook era ‘humano’.
Había un gran alboroto generalizado en la tienda y yo me estaba perdiendo la primicia. Cuando le pregunté a mi patrón que sucedía, me dijo que su esposa volvía de Europa y más le valía tener todo arreglado para su llegada. Vi temor en sus ojos. Entonces decidí ayudar al máximo en embellecer el lugar.
Al poco rato, llegó una mujer muy bien vestida y alta, mucho más que el promedio. De hecho, era casi de mi porte. Tenía el cabello negro y lacio, corto, cubriendo incipiente mente su nuca. Traía un sombrero grande con una pluma y una cinta de raso. También llevaba unos lentes de sol enormes. Sin duda llamaba la atención de la gente.
Saludó a Hangeng y este tuvo que besarle la mano. ¡Qué cosa más extraña! ¡Esas eran prácticas prehistóricas! Los besos se dan en la boca, por Dios, si es su esposa. Parecía su esclavo.
La esposa no me saludó y simplemente pasó por mi lado dejando su cartera en mis manos para que yo la colgara o sostuviera por ella. Se sentó en uno de los sofás de la tienda y comenzó a fumar.
-Oye tú, qué haces ahí de pie, ¡haz algo por tu vida!
Ok, si todo lo que había sucedido antes era raro, esta persona también. O fumaba mucho y tenía la garganta hecha mierda, pero su voz claramente no era femenina. Al menos, hablaba coreano y pude entender su orden. Se las traía Hangeng, a primera vista no me di cuenta de que era gay, pesé a que por ser bi podría haber tenido desarrollado mi sexto sentido. El chino me engañó con su facha de hombre ordenado.
Esta persona, recientemente descubierta como hombre, era bastante escandaloso. Me trató como si fuese un trapo o una marioneta, no un trabajador. Pude ver sus brazos cuando se subió las mangas en señal de autoridad, y no tenía siquiera un vello. Si se hubiese puesto inmóvil tal como Ryeowook en la vitrina, habría parecido de su misma ‘especie’.
Justamente cuando pensaba en eso y ponía ropa nueva en los colgadores, vi como este extraño recién llegado se acercaba a la vitrina, esta aún tenía las persianas abajo porque era muy temprano para abrir, así que desde afuera nadie lo vería. Por casualidad acerqué una caja hasta donde ellos estaban y la acomode tranquilamente.
-Hola cariño
Ese tipo estaba hablándole a alguien en la vitrina y la sangre se me congeló. A través del biombo que separaba el lugar de donde estaban los maniquíes del mostrador, pude ver como el esposo de Hangeng acariciaba el rostro de Ryeowook. Realmente lo estaba haciendo, le tocaba las manos y al parecer Wook seguía inmóvil.
Quizá, sólo quizá, me estaba acercando a las respuestas que buscaba.
~
Pasaron los días y no ocurrió nada emocionante. Sin embargo, la llegada del esposo del empleador me tenía con los pelos de punta desde que lo vi con Ryeowook. Ese maniquí era mío, de nadie más, él no tenía derecho a tocarlo. ¿Qué se creía? ¿Que porque tenía autoridad podía acercarse a mi muñeco? Eso si que no, debía impedir que tuvieran un contacto como el que había visto.
Qué estúpido estar celoso por una figura no humana. Esto era el colmo de mis fetiches. Pero juro que era sumamente justificable, la belleza de ese chico valía la pena.
Yo intentaba hablarle durante el día, pero no respondía y permanecía inmóvil. Cuando llegaba la noche y me quedaba para cerrar la tienda, él bajaba de su ubicación para hablar conmigo. No sé si era algo así como una cenicienta o algo mágico, o simplemente no quería ser visto durante las horas tempranas… nunca se lo pregunté, pero asumí que sólo era un gusto suyo, ya que la primera vez que hicimos contacto fue a la luz del día.
No podía dejar de pensar en aquella primera vez en que nos vimos.
Lo más triste, es que este chico no tenía una historia. Cuando intentaba contarme cosas, se quedaba pensando y se daba cuenta que en realidad, no tenía nada interesante (según él) que decirme. A mí, cualquier cosa que saliera de su boca me parecía increíble y nueva.
Yo estaba sentado en el mostrador cuando él acercó una silla frente a mí para sentarse. Apoyó los codos en la mesita y suspiró. Me pareció tan bello y tan palpable, que mi corazón se aceleró en ese momento.
-Cansa estar todo el día de pie
-¿Tú te cansas?
-La verdad no – rió – pero necesitaba sentarme para hablar más cómodamente
-Ahh – le sonreí
-Sabes… es genial conocer a alguien
-¿Huh?
-Eso… es que yo… antes… nunca me había interesado en una personaMe quedé viéndolo a los ojos y él intentó esquivar mi mirada, fijando los ojos sobre el florero que había entre nosotros, o en sus zapatos, o en lo que fuese para no mirarme.
-Ryeowook
-¿Sí?
-Tú… ¿por qué me cerraste un ojo y me saludaste cuando pasé por fuera de la tienda?-Porque me gustaste
Alcé la vista y pude ver sus ojos llenos de determinación. Sentí que el corazón se me salía con esos latidos tan estridentes que estaba sintiendo. Había una razón para todo lo que había sucedido… una dulce razón.
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Tras una Vitrina
FanficParejas: KyuWook, HanChul Tipo: Yaoi Género: Romance, fantástico, algunas partes tristonas, otras graciosas, de todo :v Clasificación: PG-15 Advertencias: Alusiones al sexo, lemon suave, lenguaje picante Autora: Manita Capitulos :9. Descripción: Ky...