Mía | Niall Horan /Editando

Capítulo 10.

Mía, mantenía su mirada baja, el nudo se mantenía en su garganta. Maldito invasor que le provocaba un maldito dolor en ese sector, por supuesto nada más fuerte que el dolor en su pecho.

Un silencio enorme inundó la habitación.

Mía no se atrevía a decir palabra, es decir, claro que tenía mucho que decirle pero, no sabía por dónde empezar. Además, se suponía que Niall era quién necesitaba hablar y... estaba mudo.

Ella decidió levantar la mirada, solo un poco. Niall se mantenía cabizbajo, tal vez analizando su maldito discurso, ese que rompería en mil pedazos su corazón.

---- Escucha ----. Separó los labios, más no dijo palabra alguna, mantuvo el silencio por unos largos segundos.

---- No ----. Dijo casi quebrada. Sorbió su nariz y prosiguió ----. No necesito que digas nada ----. Cerró sus ojos con fuerza al igual que sus puños ----. Solo olvídalo ¿Si? -. Dijo con melancolía -. Sé que es una locura, no necesito tus palabras para entender eso. ¿Sabes?, y-yo no quise sentir esto por mí padre. Quisiera desechar este sentir erróneo aunque para ello deba desechar mí corazón al vote de basura y verte como lo que eres, un padre pero, de verdad que no puedo hacerlo -. Tomó una bocanada de aire y prosiguió-. Solo olvídalo y volvamos a nuestras vidas normales en la que sigo siendo la hija -. Se puso de pie y caminó hasta la puerta cabizbaja-. ¿Podrías dejarme sola, padre?

---- amor...

---- No me llames así ----. Demandó con los ojos cerrados----. Y vete, quiero estar sola ----. Señaló la salida.

---- Bien ----. Dijo y sin más se fue. Él creí que lo mejor era darle su espacio. Ella solo cerró la puerta tras la salida de su padre y recargo su peso en la puerta, por fin dejó salir sus lágrimas. Restregó la yema de sus dedos por la puerta hasta cerrarlos formando un puño que llevó a su boca y mordió levemente.

Volvió a la cama y tomó su móvil.

---- ¿Podrías venir a casa? ----. Envié el mensaje. Luego de unos quince minutos el celular sonó

"¿Ahora?"

---- Si, por favor, te necesito mucho, Osito ----. Lo envió y volvió a sonar su nariz.

"En 10 estoy ahí, pequeña"

...

Mierda.

Iba a meterme a mi habitación pero, ahí estaría Selena roncando y no tenía ganas de verla ni oír sus mini ronquidos.

Bajé y me senté en el penúltimo escalón de la escalera. Tomé mi cabello alborotándole más de lo que estaba.

---- ¿Cómo coño pasó? ----. Masculló. En ese preciso momento el teléfono de casa comenzó a sonar. Asustado corrió y lo atendió, esperando que no haya despertado a su esposa.

Suspiró profundamente y habló.

---- ¿Hola? ----. Dije en tono de pregunta ya que no sabía de quién se trataba.

---- ¡NIALL, QUERIDO! ----. "Dijo" con un tono bastante elevado.

"Casi rompe mi tímpano"

---- Louis... ----. Respondí mientras sobaba mi oído.

---- ¡Hola! ¿Cómo estas, Lou?.  Oh que afectuoso me salió mí hermano ----. Se escuchaba su aguda voz con ironía a través del tubo telefónico.

---- Lo siento, me tomaste por sorpresa, y casi me dejas sordo.

---- Lo siento ----. Se lo escuchó reír.