Capitulo 8

1.4K 64 11
                                    

¿Qué acababa de hacer?

Me sentía sucio, me sentía asqueado, sentía que acababa de cometer el peor error de mi vida. Había sido un maldito idiota; más sin embargo muy en el fondo, me había gustado y no me arrepentía del todo.

¿eso era normal?

¿estaba mal?

¿por qué lo preguntaba? era más que obvio que estaba mal. Era mi hija a quién toqué descaradamente, sin una pizca de vergüenza, mi pequeño solecito. Un día le cambie los pañales, joder. Me había convertido en un idiota.

Completamente idiota.

Aquella noche no había podido conciliar el sueño de ningún modo, giraba y giraba, una y otra vez sobre el incómodo sofá. Trataba de entender que fue lo que me había pasado.

¿Por qué me deje llevar en ese momento? Si no me detenía podría haber... Oh no. No quiero ni imaginar lo.

...

---- L-le gustó... ----. Susurró para si misma ----. Yo sé que le gustó, tanto o más que a mi. Sino se hubiera apartado enseguida pero, no lo hizo... Le gustó ----. Sonrió y suspiró profundamente. 

Por fin, después de tanto tiempo, Mía sintió un verdadero alivio en todo su ser. Tanto tiempo reprimiendo un sentimiento tan pesado en el alma, tan ardiente como la lava volcánica quemando su pecho. Un sentimiento prohibido pero inevitable de sentir, Mía se había enamorado perdidamente... de su padre y no se arrepentía en lo absoluto.

Mía mordió su labio con lentitud de solo recordar como Niall la tocó, como la acarició desesperado. Su palpitar se había acelerado de solo recordar el rostro de su padre minutos atrás, su boca mínima mente abierta, expulsando aire tibio y húmedo, recordar sus jadeos simplemente la volvían loca, sus hormonas se alteraban exageradamente con una imagen indecente en la mente. 

---- Ouh... hm ----. Soltó casi un inaudible gemido. 

Ni si quiera ella había notado lo prendida que su padre la dejó. Su entre pierna palpitaba. Un día antes prácticamente había llamado a su madre necesitada y ahora ella estaba en la misma situación, estaba necesitada de él... Por su propio padre dejó la niñes a un lado, porque lo que Mía más quería en esta vida era ser correspondida por su padre, que aprendiera a verla como toda una mujer y un día ser completamente suya.

Algo prohibido y completamente imposible pero, inevitable a su vez.

Jadeaba, con su mano metía en su braga, moviendo sus dedos contra su feminidad con desesperación.

---- Ouh...---- Jadeó, se retorció en la cama y sintió como luego de varios minutos su braga se mojaba, como un liquido se escurría entre sus piernas. Tragó en seco, trataba de recuperar el aliento perdido. 

Hace tiempo no se tocaba, lo estaba evitando porque se sentía sucia al hacerlo mientras pensaba en su padre pero, se le hizo imposible, no podía evitarlo después de que minutos atrás estaba sentada sobre su papi, frotándose contra su cuerpo como previamente se lo imaginó. Cómo si la hubiera penetrado.

...

Me senté en la silla de la cocina, dejando la taza sobre la mesa, justo frente a mi. 

07:42am.

Jamás en la vida me había levantado tan temprano un sábado, probablemente si me dormía me habría despertado a las 11am pero, la realidad era que no había podido pegar los ojos en toda la noche. 

Me había roto la cabeza pensando y pensando en lo que ocurrió la noche anterior, deseaba que fuera solo un maldito sueño. Una pesadilla mejor dicho.

Tal vez lo fue.

Pero, joder se sintió tan real que probablemente no haya sigo ningún sueño sino la puta realidad.

Quería cavar un pozo y enterrarme vivo.

---- ¿Quien soy? ----. Susurro, al compás que cubrió mis ojos con sus manos.

Esa voz, dulce, aguda y su tono divertido. 

Era ella.

---- M-mia ----. Respondí con tranquilidad, posiblemente solo imaginé todo. Posiblemente...

---- hum ----. Apretujó mis hombros con sus manos, al compás que soltó un gruñido muy cerca de mi oído. Su cálido aliento rozo mi oreja y por dios, me estremeció ----. Qué jodidamente sensual suena de tus labios ----. Rozó la punta de su nariz en mi nuca ----. Tuya ----. Sentí como dejó un húmedo beso en mi nuca.

Maldición.

---- ¿Q-que haces? ----. Rápidamente me voltee en su dirección. Chocando mi espalda contra el filo de la mesa, ella se mantenía inclinada hacia mi, con una sonrisa de oreja a oreja, su cabello alborotado, vestía con su sudadera y sus pantuflas de garras.

Maldita mente adorable y sensual.

Trague en seco. Observé cómo mordió su labio inferior y posó un dedo sobre mis labios.

---- Shhh ----. Siseó y soltó una pequeña risa ----. Mamá podría despertar----. Tragué en seco nuevamente, mi corazón bombeaba con rapidez. 

Sentí como con la yema de sus dedos rozaba mis labios. Observaba como poco a poco iba acercando su rostro al mío, nuestros labios separados por un centímetro de distancia. Sentir su aliento húmedo chocar contra mis labios. 

---- ¿M-me haces el desayuno, Papi?----. Cuestionó en un susurro. Sonrío levemente. No podía reaccionar, la tenía demasiado cerca, un moviendo en falso y estamparia mis labios contra esos rozados y carnosos labios.

Involuntariamente, por supuesto.

---- Si ----. Tragué en seco ----. S-si quieres... 

---- si, si quiero, Papi ----. Sonrío y se apartó. Me puse de pie quedándo a unos centímetro de su delgado y pequeño cuerpo. Pase por un costado pero, no pude evitar el roce con su cuerpo angelical, fue imposible.

--- ¿Q-que quieres? ----. Cuestioné dándome la espalda.

---- uhm... Cereales ----. Contesto. Mía, lo agradecía, agradecía tener a su padre de espaldas y deleitar su vista con esa figura marcada, esa espalda fornida, ese shorts ajustado a su trasero. 

Joder, era demasiado caliente, y si lo era con ropa no quería imaginar cómo se sentiría verlo en boxer o... Completamente desnudo.

Dios, la gloria.

---- Aquí tienes.

Dejó el plato con cereal frente a ella.

---- bueno, me iré a duchar ----. Anunció, en cuanto se iba a retirar sintió como su hija sujetó su brazo y lo acorraló contra la heladera ----. S-sueltame, Mía...

---- ¿por qué la prisa? ----. Susurró con una sonrisa pícara en su rostro.

---- Ningúna per ----. Me interrumpió.

---- Solo... Solo quédate un poco más ----. Susurró apoyando sus manos sobre mi pecho. 

---- No, debo irme mía ----. Intenté huir, intenté escapar de aquel incómodo momento pero todo, absolutamente todo fue inútil. Cuando me di cuenta sus labios estaban estampados contra los míos.



Mía | Niall Horan /EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora