Capítulo 5.

1.4K 63 6
                                    

- ¿Entonces estabas celando a tu padre? -el castaño se rió levemente.

- ¿Qué es lo gracioso? -Cuestionó con el entre cejo fruncido.

Mía no podía entender cómo su padre podía reírse de los sentimientos de su hija, quizás simplemente porque no se imaginaba que aquellos celos fueran de mujer y no de hija.

-- no me estoy burlando, cariño -sonrió- es que..me pareció muy adorable, nunca creí que te molestará tanto que tus amigas me vean atractivo. 

- ay, papá -rodó los ojos- ese no es el problema, no me molestan que te vean atractivo -lo miró fijamente- si lo eres pero..

- ¿Pero?

- ellas son guapas y..

- ¿Creías que si me enteraba que les parezco guapo las miraría de otra manera? -alzó una de sus cejas.

-- No creo que tú les hubieras dado chance pero... No confío en lo que ellas pudieran hacer para llamar tú atención.

Cabizbaja, la menor, se encogió de hombros.

-- ay, amor -sonrió incredula- pero es que son unas niñas como tú, no podría verlas de otro modo. Además, jamás engañaría a tu madre si a eso le temes. Yo la amo -tomó la mano de la menor- ¿Eso te deja más tranquila?

- si..

Y esas pocas palabras fueron suficientes para deprimirla, para romper su pequeño corazón en dos, una vez más.
Mía se puso a pensar que su padre jamás dejaría de verla como una niña y mucho menos como una hija. Ella sabía que estaba mal, que probablemente estaba loca al sentir aquellos sentimientos hacia su padre, ella estaba consciente de que su amor jamás sería correspondido de la misma forma y que por eso debía olvidarse de aquella idea loca y absurda, pero ¿Cómo podría evitarlo? él siempre la cuidó, la defendió de todo, estuvo siempre a su lado, fue su mejor amigo, fue su confidente, fue todo lo que posiblemente un padre no debería ser, o al menos eso creía ella. Mía siempre les había preguntado a sus amigas sobre sus padres, sobre cómo era su relación con ellos, la respuesta nunca coincidía con la suya.

"Pues no lo veo mucho, vive trabajando"

"Pues bien, trabaja y de vez en cuando jugamos a las cartas"

"Ni si quiera se quién es"

"Pues normal, que se yo. La verdad solo lo veo los domingos, los cuales se pasa mirando la televisión o durmiendo"

"Pura como todos, no lo sé"

- Quiero irme a casa -Murmuró cabizbajo.

La menor sentía un nudo en el estómago y unas inmensas ganas de llorar, mantenía sus manos empuñadas con fuerza sobre su regazo.

- Pero aun no has terminado - señaló la bandeja de Mía, la cual estaba casi intacta.

- Lo comeré en el auto -Se puso de pie y tomó camino hacía la salida.

Niall había notado algo extraño en ella, su niña parecía molesta y no le encontraba razón para que se molestará, realmente era muy extraño.
En cuanto el castaño se subió al auto observó a su hija sentada a su par, mirando por la ventana en completo silencio. El ojiazul tragó en seco y prendió el carro después de abrochar su cinturón.
- Bueno, vamos por las bebidas y alfunos snacks para la fiesta.

- No, solo quiero ir a casa.

- ¿Qué? ¿y qué se supone que tomarán tus amigos?¿Agua del grifo? -Cuestionó con humor.

- ya no importa, está cancelado -Murmuró.

- ¿Qué?¿A que te refieres con ”cancelado"? -alzó una ceja.

- ya avisé, no te preocupes.

- ¿De qué hablas, Mía?

- Cancelé todo ¿Ok?¿Ya puedes poner en  marcha esta cosa?

- Hey, a ver, espera un momento ¿cómo que cancelaste todo? has pasado todo el día conmigo¿En qué momento? Y además, ¿por qué harías eso? Estabas muy emocionada por tu fiesta.

- ¿Papá, en qué mundo vives? -cuestionó con el ceño fruncido- solo envié un puto mensaje al grupo de invitados.

- ¿Y por qué? - Cuestionó- es que no puedo entender ese cambio tan rotundo mía, si algo te pasa debes decírmelo.

Niall no podía entender la razón del porque su hija había hecho semejante cosa. Había querido hacer esa fiesta y la había estado planeando durante tres meses previos al día y a un paso de ella cancela todo, no podía entenderlo. Y lo peor de todo era saber que algo malo le sucedía y que no lo estaba diciendo.

- solo me siento mal, eso es todo -Murmuró- No tengo ánimos de nada y...mi me duele un poco la cabeza. Solo quiero darme un baño y dormir todo el día si es posible.

- ¿Seguro es por eso? -alzó una ceja.

- sí.

El castaño no sabia que hacer, no quería que su hija se sintiera mal, tampoco quería que cancelará la fiesta que tanto había querido, le dolía presentir que no era solo por un dolor de cabeza y que había algo más que no le estaba contado.

...

En cuánto Niall abrió la puerta de casa y ambos entraron, Mía tomó camino por las escaleras y pronto se escuchó el azote que le dió a la puerta al cerrarla. El castaño negó con la cabeza y suspiró. Si algo sucedía iba a saberlo.
El hombre tocó la puerta rosada frente a él pero no obtuvo respuesta, insistió pero una vez más, Mía, no respondió. El tipo suspiró profundamente y sin más tomó la perilla de la puerta y abrió, solo un poco por supuesto, y observó, cauteloso, el interior de la habitación.
La niña estaba tumbada sobre su cama, la mochila en el suelo, y un cuaderno frente a ella, estaba escribiendo algo en él y solo ella sabía qué. La menor parecía no haber notado la presencia de su padre, quién observaba desde la puerta. Poco después la chica guardo aquel libro bajo su almohada y se puso de pie, se estiró y caminó hasta su closed, de allí tomó ropa y la dejó sobre la cama, se sentó sobre el filo de la misma y comenzó a quitarse los zapatos y medias escolares. 

¿Qué hacia su padre aún mirado?

La menor se puso de pie frente al espejo rosa en un rincón, se observaba en él con detalle. Pasó sus brazos hacia atrás, sujetando el cierre de aquella falda y lo bajó. El castaño tragó en seco, estaba observando como su hija se desvestia frente a sus ojos y mostraba intenciones de retirarse.
Por fin observó como la falda se deslizó hacia abajo hasta chocar contra el suelo. El tipo tragó una vez más y sin poderlo evitar su miembro respondió a la situación, ver aquellas piernas que parecían ser suaves y aquella prenda pequeña apretar aquel trasero pequeño y firme era completamente excitante, aunque no pudiera admitirlo. el hombre tragó una vez más y cerró sus ojos y recargó su cuerpo sobre la pared más cercana, su respiración se había acelerado un poco y su entre pierna se sentía apretaba bajo la ropa.

¿Cómo había ocurrido? ¿Cómo su hija, sin tocarla, tan solo con verla y siendo consciente de que era su hija a la que observaba descaradamente desvestirse provocaba eso en él?
Era su hija. 
¿Por qué se sentía de esa manera?¿cómo podía provocar que su entrepierna reaccionará?¿Cómo podía hacerlo? era una niña, era su hija. 

.  

Mía | Niall Horan /EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora