14. Gran Casa

5 1 0
                                    

Me guardo la nota en el bolsillo y hago como que nada ha pasado. Entro en clase, y pretendo atender, pero no lo logro. La Gran Casa es una especie de hotel que en su planta baja tiene un casino barato, y donde la gente estúpida tan solo pierde el dinero. Además, está en un barrio que no es precisamente conocido como seguro. No sé qué haré, pero algo he de hacer.

Salgo de clase, y ya lo he decidido; me dirijo hacia la estación de autobuses más cercana, y me pongo rumbo a la Gran Casa. Antes de llegar, se sube alguien que me resulta bastante familiar... espera, ¿ese es Alex?
Al principio no me ve, y se le nota nervioso, va de un lado al otro del autobús, y parece que espera una llamada. De pronto, su mirada choca con la mía. Mierda.
- ¿Qué haces aquí, Daniela a secas? - me pregunta ocultando su nerviosismo
- Hmm, voy a casa de un amigo - le miento - ¿tú?
- A arreglar unos asuntos - me dice con una mirada misteriosa.
Nos reímos un rato, y veo que llega mi parada, así que me bajo, pero lo curioso es que él también se baja.
- Así que a casa de un amigo eh - me dice, y no se si me lo dice serio o en plan de broma
- Eh.. si bueno, se aloja aquí.
- Vaya, es un sitio curioso para alojarse, ¿no crees?
Mierda, creo que sospecha algo porque el tono con el que me lo pregunta es más sarcástico que interrogante.
- Hmm si bueno, ha venido a la cuidad un par de días, pero ...
- Daniela ya vale - me corta de inmediato, y se coloca delante mío para cortarme el paso - ¿qué mierdas has venido a hacer aquí?
Me quedo en blanco, la verdad es que ni yo lo se...
- Pues no lo sé - decido contarle la verdad - recibí una carta, diciéndome que alguien me esperaría aquí en unos minutos, y decidí venir.
- Muy bien, pues ya has venido, y ahora nos vamos, no me parece seguro que estés aquí.
- ¿Se puede saber qué te pasa Alex? Yo decido a dónde voy sin necesidad de que tú me des tu aprobación.
- Bueno, bueno, ¿a quién tenemos aquí? - pregunta una voz ronca por detrás.
Me giro inmediatamente y antes de ver la cara del hombre que acaba de hablarnos, puedo ver cómo se tensa la mandíbula de Alex. Es un hombre no muy grande, ancho de espalda, y con mucha musculatura.
- ¿Quién eres? - me atrevo a preguntar.
- Vaya, vaya, veo que Alejandro ha hecho realmente bien su trabajo - responde mientras le mira desafiante.
- Rex déjala en paz - le dice seriamente Alex.
- ¿Y si no qué? - le responde riéndose y demostrándole que no le causaba miedo alguno.
- Bien, pues ya que estamos - dice mirándome - habrá que hacer entrar a la invitada, ¿no crees Alejandro?
Alex no responde, simplemente le mira con odio.
Rex me hace entrar, y al principio no le deja entrar a Alex, pero éste se niega a quedarse fuera, por lo que al final entera con nosotros.
El lugar es un sitio que inicialmente no tiene un mal aspecto, pero que según te vas adentrando va siendo más y más cutre.
Entramos en una habitación, y al final, hay una pared llena de fotografías. Estoy acercándome para verlas mejor cuando el hombre me agarra bruscamente del hombro y me hace parar.
- No tan rápido niñata, me parece que primero tenemos que hablar.
Me hace sentarme en una especie de sofá y él se sienta en frente. Alex se sienta a mi lado y me pone una mano sobre la rodilla.
De verdad me pregunto qué mierdas está pasando y por qué parece que estén a punto de matarme, en fin, estas cosas solo me pasan a mí.
- Muy bien, seré rápido y breve - empieza hablando - para empezar, no os quiero ver a vosotros dos juntos, ¿os queda claro? y si lo estáis, más le vale a Alejandro mantener la boquita callada, o tendré que ir yo mismo a pegarle un tiro, y no andar mandando a dos matones de mierda a que le den una paliza.
Así que había sido él quién había hecho que le pegasen semejante paliza a Alex..
- Sino - sigue hablando - podéis jugárosla y - dice levantándose y haciendo que mirásemos hacia la pared con las fotos - algo malo podría sucederle a nuestra querida Daniela y su famosa familia rota... ¿no crees?
La pared está llena de fotos mías yendo a entrenar, a clase, con Val; también las hay de mi hermano jugando con sus compañeros de equipo, yendo en el coche con mi padre o en el centro comercial; lo más sorprendente es que han espiado incluso a Fran y a Celia, que se les puede ver en un restaurante cenando felizmente. ¿Cuánto tiempo llevará esta gente espiándonos a mi familia y a mi?
Me quedo sin aire después de ver todo, no sabía cómo asimilarlo, ni qué hacer, así que lo único que hice en ese momento fue agarrar la mano de Alex.
Cuando al fin nos dejan salir, sigo de la mano de Alex, cogemos el primer bus que pasa, y me quedo completamente inmóvil en el asiento.
Sin yo decir nada, Alex empieza a hablar.
- Dani, deberías saber que todo esto empezó cuando desapareció tu madre...

--------------------
Gracias por seguir leyendo!!! :)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 15, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora