El cielo todavía no ha visto lo mejor de nosotros

El amor es una opción

Chris estaba mirando el puerto desde la ventana. Pronto encallarían y estarían listos para comenzar una nueva vida. Peter estaba terminando de revisar el camarote en busca de algo que se les pudiera estar olvidando, durante el tiempo del viaje una mujer le había intentado enseñar cómo hacer una mantita de estambre, pero luego de que Peter echara a perder casi la mitad del estambre decidieron dejarlo por la paz y comenzar a hacer otras cosas, como sentarse en el borde y platicar durante horas.

El cazador pudo haberse puesto celoso, pudo haber creído que Peter lo iba a dejar, pero al mismo tiempo tenía su confianza puesta en su pareja, en que al final del día Peter iba a tomarle de la mano y colocarla sobre su vientre porque ya comenzaba a notarse.

-Ya estamos cerca -Anunció Chris. Peter se quedó quieto a mitad del camarote mirando directamente a la puerta -¿Pet?

Peter se llevó un dedo a los labios. Chris automáticamente sacó su arma de debajo de la cama y Peter tomó la navaja de su zapato, no era muy letal, pero no necesitaba algo demasiado letal cuando tenía garras.

Chris estaba a punto de hacer a Peter a un lado para ir por enfrente cuando la puerta del camarote se abrió. Durante unos segundos solamente pudieron observar al gato frente a ellos, era de tamaño normal, peludo y con los ojos de distinto color. Peter frunció el ceño y Chris continuó apuntándole con su arma. Finalmente, el gato entró a su pequeña habitación y Peter cerró la puerta.

Tres segundos después una mujer de media edad apareció frente a ellos.

-Estás muy delgado -Fue su saludo mientras miraba a Peter -Muy delgado ¿Cómo es que la criatura está sobreviviendo dentro de ti? -Su inglés era algo corto y parecía masticar demasiado las letras, pero le entendían a la perfección.

-Daria -Peter dejó caer el cuchillo a la cama y la abrazó -No sabía que iba a encontrarte aquí.

-¿Entonces dónde? -La mujer le tomó el rostro entre sus manos -Yo recordaba que eras listo, Peter.

-¿Cómo entraste? -Peter la miró directamente a los ojos, se veía la felicidad en su rostro, como si finalmente se sintiera seguro.

-Fui un ave, nadie corre a las aves -La mujer se acomodó un poco el cabello -¿Y él es el padre?

-Sí -Peter se giró a ver a Chris, lo tomó del brazo y lo hizo bajar el arma -Chris ella es Daria, ella nos va a ayudar.

-¿Alguien nos iba a ayudar? -Chris miró a Peter, el adolescente se veía en su zona de confort y Chris seguía sin terminar de comprender como era posible que un gato se hubiera convertido en una mujer o la inversa.

-La manada de Daria -Peter sonrió todavía más amplio -Son una manada fuerte y tienen registros de -Peter carraspeó -Tu sabes.

La mujer, Daria, se acomodó el cabello en lo alto de su cabeza, llevaba una falda negra y una blusa con demasiados accesorios, a Chris no le gustó, pero Peter le ofreció agua y luego comenzó a preguntar por todos.

-Todos están felices de que hayas recurrido a nosotros -La mujer le acarició el cabello a Peter, sus dedos revolvieron las hebras negras y luego le sonrió -Es una lástima que Talia no haya venido ¿Cómo está el pequeño Derek?

-Ya no está tan pequeño -Peter sonrió -Traje un álbum de fotos, se las mostraré esta noche.

-Necesitas un té pronto -La mujer le dio un golpecito en la mejilla -Este bebé, este niño necesita crecer grande y fuerte, como todo un Hale.

-También es mío -Chris guardó el arma en la parte trasera de su pantalón -No solamente de Peter.

-¿Debería decirte que estoy orgullosa de que no sepas usar un condón? -La mujer le frunció el ceño -Has embaucado a mi pobre Peter.