El empleado Virgo

157 1 0
                                    

Si tiene usted un empleado Virgo que sea típico (o típica) de su signo, cuídelo como un tesoro y vaya, lenta y cuidadosamente, ascendiéndole hasta que se convierta en su mano derecha. No ande demasiado deprisa, porque Virgo se sentirá mal preparado y renuente. Un avance demasiado rápido no es halagador para él, más bien le alarma, y le hará pensar que es usted demasiado impulsivo para ser digno de confianza. Es un empleado a quien no necesitará cubrir de sobresueldos, pero cuide también de no tenerle mal pagado. Virgo sabe bien cual es su valor actual en el mercado y, por mas que la lealtad y la estabilidad sean en el rasgos básicos, no vacilará en despedirse si siente que le tratan de manera injusta o irrazonable. Eso de que Virgo presta servicios sin pensar en la remuneración ha creado un pequeño problema semántico, ya que es mas exacto decir que presta servicios sin pensar en gratificaciones personales (por mas que secretamente lo desee mas de lo que da a entender). El empleado Virgo espera que se le pague cabalmente por sus servicios, porque para él el dinero es importante. No es el efectivo mismo como símbolo de status, ni tampoco el deseo canceriano de acumular lo que lo motiva: es su miedo innato a pasar penurias el día que esté viejo, enfermo y débil y se vea obligado a depender de otros. Sólo de pensar en una situación así, al Virgo típico se le pone carne de gallina. Es probable que en la vejez sea mucho mas sano que la mayoría de los demás signos solares. Aunque suele ser débil en la niñez, Virgo se fortifica físicamente a medida que los años pasan. Aun así, sigue preocupándose en secreto por su salud y por su seguridad financiera. Las imágenes mentales gemelas del hospital y del asilo nunca están lejos de sus pensamientos, de modo que ya ve usted de dónde viene esa silenciosa ambición de Virgo por ascender en su trabajo hasta alcanzar un puesto que le permita lograr la seguridad económica para el mañana. Llegado a este punto, y solamente llegado a este punto, empieza a distenderse la intensidad nerviosa de Virgo y el nativo puede relajarse. Claro que Virgo nunca se relaja completamente, pero digamos que ya no anda tan hecho un manojo de nervios como antes; se muerde menos las unas y las alergias le liberan de un poco de tensión. Descubrirá usted que tiene excelente ojo para los detalles, a veces un poco demasiado como para resultar cómodo estar con él. El simple hecho de que sea usted el jefe no es íbice para que Virgo vea sus errores y los señale con la falta de contemplación típica de su signo. Para él lo sagrado no son los títulos ni los cargos, sino la perfección, aunque –con el típico encanto de Virgo– es probable que se muestre exteriormente más respetuoso y cortés que sus compañeros. Sean cuales fueren sus defectos, siempre se puede contar con que estos empleados, hombres o mujeres, muestren gran capacidad analítica y un gusto excelente. Su agudo sentido de la discriminación hace del Virgo típico un crítico excelente, con el don de detectar el tablón apolillado de la cerca, por no hablar del eslabón más débil de la cadena, con una precisión y una rapidez increíbles. Como trabajadores son adaptables y versátiles, claros de pensamiento, precisos, inteligentes y dignos de confianza. Jamás entregarán un trabajo descuidado, y no tienen paciencia con las cosas hechas a medias ni con la haraganería. Y eso incluye las pequeñas haraganerías de usted. El jefe que se tome un día libre para jugar al golf puede encontrarse, al regresar a la oficina, con que el empleado Virgo le mira con desaprobación apenas encubierta, aunque su modalidad obediente y cortés hará probablemente que no diga ni media palabra. Por lo general, Virgo se destaca más en las actividades al servicio del público en general. La publicidad literaria, la medicina y farmacia, todo lo que tenga que ver con la alimentación, los laboratorios científicos, toda clase de instituciones de servicio público, la teneduría de libros y la contabilidad son todos ámbitos donde el espíritu sistemático de Virgo se moverá con eficiente competencia. No hay detalle por pequeño que sea que escape a su consideración, y no vacilará en trabajar fuera de horas si algo no está bien y requiere su atención. Puede usted dejar, con absoluta seguridad, que su empleado Virgo trabaje sin supervisión. Su sentido de la ética y su responsabilidad son absolutos. Además, es posible que prefiera trabajar tranquilamente solo, o bien al lado de usted, antes que verse expuesto a cualquier posible crítica de sus compañeros. Virgo es rápido en el trabajo, pero es posible que al principio eso no sea así, porque se siente inseguro en los atajos y jamás queda conforme hasta haber verificado todos los hechos. Es posible que parezca lento, simplemente porque está haciendo con minucia su trabajo. En realidad, su mente trabaja con tanta rapidez como la de Mercurio, aunque en Virgo la rapidez nunca estará reñida con un procedimiento cauteloso y metódico. Aunque la publicidad no es la atmósfera natural para su mentalidad práctica y realista, puede ser valioso en un puesto en donde pueda reunir pacientemente los restos de esas tormentas de buenas ideas que a veces se desatan sobre la oficina, para ir asegurándose de que las ocurrencias geniales que se han producido tan alegremente durante el furor promocional no tengan demasiados agujeros y hagan agua. No sería aconsejable destinar a Virgo para que haga la promoción de la empresa o se encargue de vender sus productos. Es un poco demasiado honrado, y demasiado mesurado en su discurso, para pintar a los potenciales clientes un cuadro fascinante, y su naturaleza es básicamente demasiado tímida y retraída para poner mucho entusiasmo en imponer a nadie su personalidad o la imagen de la empresa. Son muy pocos los nativos de este signo que sirven para la venta; sólo hay excepciones que confirman la regla. Virgo se viste con pulcritud, su dicción es correcta, se muestra tan limpio como una pastilla de jabón, y es probable que su escritorio esté tan ordenado que parezca vacío. Tal vez pueda encontrarse usted con un Virgo que tenga un poco alborotada la oficina, pero no tema: su mente no está alborotada. El conoce el orden exacto de su aparente desorden, y sabe sin duda alguna dónde está cualquier cosa que pueda necesitar. Tal vez a usted su escritorio le parezca un monumento al desorden, pero él sabe las coordenadas exactas de cada sello y de cada broche para papeles. Cuando algún Virgo se vuelve perceptiblemente descuidado, ya sea en su casa o en el trabajo, es casi siempre un síntoma de desdicha emocional; lo mismo que sucede con un Sagitario que de pronto se nos aparezca pulcro y meticuloso. Muérdase usted la lengua cuando le den ganas de criticar el trabajo de Virgo, porque probablemente él habrá visto sus propios errores antes que usted. Si una crítica es necesaria, que sea breve y tranquila; y si se trata de una critica innecesaria, mas vale olvidarla. Hace falta muy poco para ganarse, con el corazón de Virgo, su lealtad y gratitud, pero también para hacer que se erice y se ponga hosco e irritable. De todas maneras, tan rápido como es para poner mal gesto ante agravios imaginarios será también para ayudar sin que se lo pidan cuando le vea a usted en dificultades. Durante una verdadera crisis, uno juraría que Virgo aumenta de estatura. Jamás obligue a sus empleados Virgo a trabajar entre colores vivos y brillantes, que perturban su naturaleza tranquila. Déles el equipo más moderno y más eficiente que le resulte accesible, que ellos sabrán usarlo bien. No les gusta el ruido ni la confusión cuando trabajan, ni tampoco los horarios irregulares. Asígneles un día libre y que sea siempre el mismo. Si usted lo necesita, Virgo trabajará horas extras, pero la inseguridad y la confusión de andar cambiando turnos le enferman. Son gente cuyas necesidades emocionales están ocultas, pero existen, y que suelen tener una gran necesidad de que les sean reconocidas abiertamente. Aunque es raro que Virgo se entregue a actividades esotéricas o imaginativas, alguna vez se encontrará usted con uno que pueda actuar así, pero recuerde usted que no por eso deja de pertenecer a su signo. Un astrólogo Virgo hará con quisquilloso esmero y detalle su investigación oculta, el poeta cantará en versos medidos, el pintor se concentrará en el detalle y el que se dedique a las tablas dominará a fuerza de laborioso estudio el acento o el dialecto de sus personajes. Nunca se deje desconcertar cuando le parezca que alguien nacido bajo cierto signo solar no hace lo que naturalmente correspondería, en cuanto a su elección vocacional. Siga observando y ya verá que el nativo es de alguna manera fiel a su naturaleza básica. Una vez que haya ido ascendiendo gradualmente a ese empleado Virgo que empezó desde abajo (donde, desde luego, no tiene inconveniente en empezar) hasta convertirle en su mano derecha, entonces podrá usted realmente relajarse y empezar a jugar un poco al golf, con la seguridad de que alguien de absoluta confianza queda a cargo de todo en su despacho. Claro que puede sentirse un poco culpable, cuando vuelva ante la expresión de reproche de los claros ojos de Virgo. Realmente, ¿no ha advertido nunca lo simpático que es su empleado Virgo? Vuelva a mirar. 

Los signos del zodiaco y su carácter - Linda GoodmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora