Cielo Azul

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El beso era lento donde sus lenguas danzaban un bals más que una guerra se separaron por falta de aire y cuando hicieron contacto visual perdieron la cordura que quedaba.

-Kyoya.- Fue el leve susurro, este lo tomo de la mano y lo guio a la habitación.

Al entrar se pararon a un lado de la cama todo estaba en silencio, el mayor se saco el saco y los zapatos bajo la atenta mirada de Tsuna. Y volvieron a unirse en un beso pero este mas desesperado con anciedad, se necesitaban.

Hibari lo recosto en la cama repartiendo caricias y beso por doquier, las prendas una a una ivan desapareciendo Tsuna tambien repartia besos por el cuello de Kyoya, se nombraban mutuamente mientras se entreagaban.

El calor en la habitación iba en aumento el ambienta estaba cargado con pasión, con deseo retenido pero también mucho amor y anhelo. El vaivén de los cuerpos era una fuerte sintonía de dos corazón que marcaban el ritmo y el compás en una perfecta sincronía.

Apesar que estaban haciendo un acto meramente carnal ambos no sólo disfrutaban del placer sino también la felicidad de saberse correspondido por el contrario.

Cuando Hibari estaba llegando al limite empezó a dar estocadas más fuerte, así le hizo entender a Tsuna que estaba por llegar al orgasmo. Este al entenderlo entrelazo las piernas en las caderas contrarias y así ambos llegaron al clímax pronunciando sus nombres casi en un grito.

Se diero un beso corto el mayor salio de el acomodandose a su lado, ambos estaban exaustos.

Hibari saco del cajón de la mesita de luz un cigarro y lo prendio dejo el encendedor donde estaba, miro a Tsuna este se encontraba mirando el techo como perdido.

-¿En que piensas?- Al ver que no le contestaba lo sacudió un poco.

-Tsunayoshi-

¿Que? Eh... ¿Que pasó Kyoya?.- Contesto sorprendido.

-Te estoy hablando, ¿Que te pasa?- Kyoya esta perdien la poca paciencia con la que contaba.

-Bueno.- Se sonrojo un poco.- Yo... Tu, digo.....

-Hervivoro..... Deja de titubear y habla claro.- Dijo Hibari un poco irritado ya que odiaba esas actitudes tan "hervivoras".

-Maldito Kyoya, ¿Que somos ahora?- Desvió la mirada hacia el otro lado no quería ser la segunda opción de nadie, ya había sufrido mucho con
Reborn.

Hibari lo miro sorprendido, buscando la tranquilidad y paciencia con las cuales no contaba dijo.- ¿Quien demonios creer que soy? Te lo dejaré bien claro Tsunayoshi.- Se posicionó encima de este y le giro la cara para que este lo mirar.

- Yo no haría nada de esto con nadie que no sea mi pareja.- Le dio un beso corto.- Ahora eres mío y no tolerare dudas ni objeciones.- Así finalizó dandole un beso profundo, así comenzaron de nuevo las caricias y así continuaron hasta entrada la noche donde durmieron abrazados.

Así volvemos a la actualidad donde Tsuna tiene cinco mese de embarazo, al tiempo de hacerse parejas consiguieron la casa donde hoy habitan.

-¿De que te ríes?- Pregunto Hibari entregandole la taza de chocolate.- Ten cuidado, esta caliente.

-Mmm.- Disfrutaba del olor a chocolate caliente.- Sabes Kyoya, pensaba en todo lo que a pasado desde que estamos juntos.-Le comentó al mayor mientras tomaba una galleta.

-¿Y que te dio por pensar en eso?.- Preguntó el mayor con curiosidad entre ellos no había secretos pero trataban de no hablar del pasado.

-Nose, nostalgia capas.- Hibari alzó una ceja.- Mejor cambiamos el tema, Auch Hikari no patees.-Dijo  Tsuna a su abultado vientre.

-Oye Hikari.-  dijo Hibari acercando su rostro a la panza de su esposo.- No debes golpear a mami, aunque aveces es medio hervivoro.

-No le enseñes esas cosa...!!!- Le grito Tsuna a Kyoya.

-Ahh, Le estoy hablándo a mi hija.- Dijo Kyoya.

-Mhooo.- Tsuna sólo hizo un puchero tierno.

-Cuando salgas.- Siguió hablando Kyoya.- Habrá que proteger a mami, ¿Me ayudarás verdad?.- Como si entendiera dio una leve patada.- Esa es mi niña.... Te amo hija, los amo a los dos.- Tsuna sonreía de ternura jamás pensó ver al gran Hibari Kyoya ser tan dulce.

Holaaaaaaaaaa!!!!!!! Espero que les guste, sepan disculpar las faltas. Nos vemos en los comentarios.!!!!!!

Aveces no se necesita entenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora