¡Hello... ¿Baby?!

Capítulo 6.

Día lluvioso.
(Narras tu.)

Estaba recostada en mi cama con la mirada perdida, lo qué pasó fue más allá de lo común. Está vez si pasaron los límites, fue lo peor, pero no me iba echar a morir. Este es mi último año y si tengo que rebelarme lo haré, ya no toleraré más abusos hacía mi.

Las chicas estaban muy enfadadas con los de la escuela, después de ese día no me dejaron ir a clase y empecé a recibir clases en el edificio, pero ya no podía hacer eso. Me siento como si estuviera huyendo y no lo quiero hacer.

Decidida tomé mi bolso con los cuadernos y libros del día. Me coloqué el uniforme junto con una chaqueta, tomé mi paraguas y salí a escondidas de Sooyoung, ya que ella se quedó para cuidar de mi y recibir al profesor que pronto vendría.

Con dificultad evadí a los de staff, pero fui descubierta por una mujer, ella me miró preocupada y yo solo asentí suave haciéndole saber que estaba decidida.

Ella solo suspiró y abrió la puerta de cristal para yo salir y alcanzar el autobús.

Llegando a la escuela pude notar como otros alumnos llegaban, me miraban y bajaban la mirada. No entendía que pasaba, pero no iba a darle importancia la verdad.

Pasé por la entrada y pude notar en la oficina del director varios policías y a Jessica, Yoona y Yuri eonnie. Cuando estaba por irme escuché hablar a uno de los oficiales decir que la demanda ya estaba puesto a cada uno de los alumnos.

Aquello me dejó descolocada, ¿demanda? ¿Las chicas demandaron? ¿Ellas realmente lo hicieron?

Miles de preguntas cruzaban mi mente, tantas así que no me di cuenta de la mirada preocupada de Yoona.

Cuando esta se acercaba decidí correr lejos de allí, lejos de la escuela, lejos de ellas.

Ya cansada decidí caminar bajo la lluvia, en ningún momento abrí mi paraguas porque realmente lo había olvidado, estaba en shock y aún lo estoy.

Llegué a mi casa y toqué lentamente la puerta. A los pocos segundos apareció una señora ya de edad, de baja estatura con una gran sonrisa que se desvaneció de apoco. Lentamente como yo lo hacía cayendo al suelo para romper en llanto.

Junto con ella salió mi hermana mayor, una chica alta, pero un poco más baja que yo. Tenía du cabello igual que siempre, bien cuidado, un castaño claro hermoso, un rostro de porcelana, me pregunto por qué no salí así de bella como ella.

En sus brazos tenía a su pequeño de dos años, Dae Hyun. Era una cosita adorable, muy bella, le gustaba mucho hacer "viejitos*" y eso a todos nos hacía reír de lo lindo que era.

El rostro de mi hermana se veía muy preocupado, tanto así que le pasó su hijo a nuestra madre para luego cargarme a mi como un bebé más.

En silencio me llevó al baño en donde me ayudó a darme una ducha caliente, mientras mi madre preparaba ropa seca, ya que yo no podía hacer nada, era mucho para mí.

Demanda... Era lo único que daba vueltas en mi mente, ellos estaban demandados. Todos...

Nunca vi venir eso, las chicas tampoco me lo contaron antes, de seguro si me lo hubieran dicho lo hubiera tomado un poco mejor. Ahora entiendo porque esos chicos que no tuvieron nada que ver me miraron apenados y bajaron su mirada. Ellos no tenían nada que ver, esos chicos eran unos de los que me defendían hasta que Ian comenzó a humillarlos como lo hacía conmigo.