The Start

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             Antes de relatar este libro, novela, historia de amor, o como quieran llamarle me es imperativo comentarles ciertas cosas sobre mí; evidentemente los nombres reales no corren a través de esta historia ya que, bajo mi criterio eso le da una calidez más grata y una imaginación más viva a este relato, no encasilla y protege la identidad de los personajes, ya entenderán el porqué; por ende, mi nombre es Francisca, tengo 23 años, provengo de una familia cristiana evangélica, hay una larga historia tras el nombre de Francisca que mediante el relato conocerán, mis pasiones más grandes son la música, el deporte y el amar de verdad, cabe destacar que no soy escritora, sino una simple mortal enamorada que desea contar una historia de amor. 

            Continuemos, es momento de relajarnos y tomar un buen café para dar esa sazón y comodidad que la historia merece, ¿les gusta el café? Si no es así, solo busquen un lugar cómodo y permitan que la historia les de sazón por si sola.

            Bien, el relato parte así, como les conté el nombre Francisca trae una larga historia por detrás, parte de esa larga historia es que soy/era cristiana, sí, bueno, se supone. Resultante de eso cada año era invitada a una congregación de denominación "X" distinta a la mía, conocía a los jóvenes y a la mayoría de la gente de esa denominación pues años anteriores, más bien desde mi niñez, me congregue ahí.
         Fui invitada a un evento al igual que el año anterior salvo que esta vez todo era diferente, ya no era la Francisca que fue al evento anterior, ya no tenía "pololo" (modalidad utilizada en Chile para referirse a relación amorosa entre dos personas, antes del noviazgo), y ya no estaba bien espiritualmente, no, era un desastre.

             Ese año no quería ir al evento, no me sentía bien como para ir, pero en vista a la insistencia de los jóvenes que eran "mis amigos" asistí un día, todo era tan aburrido; al llegar la tarde-noche tuvimos una actividad, un "momento de chicas" donde comenzaron a hablar de temas importantes como la sexualidad y que es lo que opina Dios al respecto v/s lo que nosotras opinamos, todo en bajo a una perspectiva bíblica, que gran aburrimiento.

Solo pensaba: - aburrido, aburrido y más aburrido.

               Llegado el momento de compartir experiencias u opiniones me dispuse a lo que iba, darle una oportunidad a Dios y poner atención realmente a lo que estaba sucediendo en aquel lugar, cuando de pronto escucho a la hermana que estaba impartiendo el tema sobre sexualidad, su nombre era Verónica y ganó toda mi atención cuando de sus labios salió la palabra - "homosexualidad". -¿Qué estaba sucediendo en aquel lugar? Estaban definiendo las orientaciones sexuales. 

                 Por un segundo miré a mi alrededor para ver si alguna de las chicas se dirigía a mirarme ya que, en el evento del año anterior yo había contado mi testimonio de cómo Dios me había "sacado" de la homosexualidad y había restaurado mi vida, en ese evento todo marchaba de maravilla en mi vida, yo no pensaba en mujeres, todo mi tiempo lo usaba en Dios y tenía un pololo que bajo mi percepción era el mejor postor para ser la mujer más feliz y futura pastora; pero no, no había ninguna chica mirándome lo cual me causó alivio hasta que Verónica hace una pregunta - ¿Conocen la diferencia entre travesti y transexual? - y voltea su rostro mirándome para que yo responda, al momento de pensar para responder una chica levanta su mano y da la respuesta más asertiva que podía existir- Travesti, es aquella persona que modifica su manera de verse (vestido, uso de accesorios, etc.) por ratos, pero que vive el resto de su vida con su sexo y género, No busca cambiar de género ni de sexo. Transexual, son quienes modifican permanentemente tanto su identidad y forma de verse, como las chicas que se visten como niños, No tiene que modificar forzosamente sus órganos genitales- se detuvo y luego siguió- e incluso existe otro tipo de orientación llamada Transgénero, que son quienes realmente cambian su género, si eran hombres, luego se modifican y son mujeres.- ¿Quién era ella? si, Valentina. Levanté mi mirada sobre el hombro de la chica que estaba sentada a mi lado y la ví, ajá, es una de las mías. Solo eso pensé.

              Continuamos con el taller de chicas y la hermana Verónica hacía preguntas como ¿Alguna vez has sentido algo por otra chica? ¿Te has sentido atraída por una mujer? Y decía que podíamos confiar fielmente en ella para que nos apoyara y Dios hiciera su obra restauradora en nuestras vidas.

              Al culminar el taller todas fuimos a una cabaña que estaba destinada para que pudiéramos pasar la noche, yo buscaba a Valentina con la mirada, pero no la encontraba, quería saber su nombre, su edad, de donde era, esa noche podría descubrirlo.

            Siempre me he caracterizado por ser una persona muy "alegre" y sociable (o eso dicen) por ende, esa noche confié en lo que decían de mí, y haría mi mayor intento por saber sobre ella. Me acerqué a las chicas que conocía y les mencioné lo grato que se sentía estar al lado de la salamandra y ellas asintieron, una de ellas era muy cercana a mí, su nombre era María, me abrazó con su saco de dormir y nos sacamos unas cuantas "selfies", luego me preguntó si quería dormir con su grupo de amigas, yo acepté, y al ver mi reacción se le ocurrió una nueva idea: - ¡¿Y si dormimos todas juntas al lado de la salamandra?!- Ella estaba emocionada. - Que oportuno - le sonreí feliz, era el momento perfecto para conocer a quien me iba a envalentizar.

         Esa noche fue verdaderamente grata, nos reímos demasiado, la hermana Verónica no compartió mucho con nosotros por ende lo pasamos aún mejor, yo sentía que ella era como un árbitro en medio de nosotras, solo servía para fiscalizar. Entre risas nos presentamos y supe su nombre, -Valentina- pensé mientras la miraba, quería conocer su historia. Al pasar la noche se acercó la hora de dormir y ya no podría saber mas de ella, ya que al día siguiente debía partir a primera hora, tenía que trabajar. Tomé mis cosas y partí.

         Al pasar la mañana y tarde de arduo trabajo en un restaurant ubicado en el borde costero, ya había tiempo para poder tomar mi celular y sociabilizar. Tenía muchos mensajes del evento y fotos con los chicos y chicas del lugar, también compartí las que guardaba en mi celular y nos reímos un rato de los "Fails" de algunos en las fotos. Cruzamos un par de palabras en el grupo con Valentina, ella era muy simpática y decidí buscarla y agregarla a facebook, empecé a ver todas sus imágenes y publicaciones, sí, en definitiva era una de las mías.

          Llegando la noche tuve una conversación con la hermana Verónica donde ella me comentó sobre una chica nueva que había llegado a su iglesia por causa de Valentina, eran ex pareja. - ¡Whoooooow, cabúm! ¡Lo sabía!- me contó la historia de estas chicas vía Whats app y me pidió consejos, así que se los dí. Realmente deseaba lo mejor para ambas y no quería que en algún momento recayeran como yo. Sabía que de la mano de Dios todo era posible, "Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible" Marcos 9.23.

           Ahora si tenía más interés en Valentina, quería apoyarla, estar ahí, a mi me hubiera gustado que alguien estuviera ahí para mi, tal vez hubiera sido mucho más fácil, y no me habría dado tantos tropezones y golpes sin motivo. "Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo." Gálatas 6:2.

           Con Verónica comentamos la posibilidad de hablar con Valentina, de que en alguna manera yo pudiera ser su "tutora" pero Verónica solo me dijo, - Ten cuidado Francisca, Valentina es muy manipuladora, no creo que sea bueno que sean amigas, si hablas con ella mantén tu distancia- Vaya... Que extraño.. ¿Por qué me diría eso? ella no me parecía mala.

            Pasaron unos cuantos días y ya era momento de llamar su atención para que me hablara, por ende me dirigí a su perfil de facebook una vez más y me puse a darle likes a muchas fotos, quería provocar que me hablara, pero no hubo reacción- mmm... una chica dificil..- Comenzaba a agradarme. Esperé unas cuantas horas y no había reacción, tenía su whatsapp porque estábamos juntas en el grupo de los Jóvenes así que podía ver si estaba "en línea", y ahí estaba, totalmente conectada e ignorándome. -¿Cómo era posible? esto no me solía suceder- Necesitaba una excusa para hablarle, dejé pasar la noche.

               Al día siguiente ya había pensado en la excusa perfecta, ella era de la Ciudad Del Sol, ubicada a una hora y treinta minutos de donde yo vivía, por lo tanto, yo "necesitaba" información del Cine que había en su Ciudad; supuesta mente yo quería ver una película con una amiga por allá y no conocía. Le hablé con mi excusa y ella muy solícita me contestó enseguida, - que agradable..- al rato surgió una conversación más fluida, puesto que yo tenía un partido de fútbol al cual asistir, se lo comenté y enseguida todo fue como si nos conociéramos de años, me contó su "testimonio" y yo le conté el mio - Sinceridad - y así comenzó nuestra historia, una linda amistad enfocada en salir adelante y buscar de Dios o eso creíamos..

¿Algo Puede cambiar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora