La Verdad

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"Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron"
Romanos 5:12 RVR1960

     Mi pecaminosidad había llegado lejos, me sentía con tantas ganas de estar con Valentina y que todo funcionara, las cosas se iban dando demasiado bien, tan bien que estábamos sorprendidas, habían pasado varias semanas sin problemas, nuestra relación iba viento en popa.

    Llegó un fin de semana bastante lluvioso, donde habían pronosticado un temporal tremendo y yo debía ir a clases muy temprano al día siguiente, puesto que tenía un exámen importante y planeamos una pijamada en su casa como en otras ocasiones habíamos hecho, por ende fui a quedarme mintiendole a mi madre y diciéndole que me quedaría en casa de otra amiga, todo lo planeamos para que también pudiera quedarme otro día de esa semana en su casa, lo logramos, mentira comprada. Me dirigí a su casa y en mi camino tarde el doble de lo que habitualmente me demoro cuando voy a la ciudad del sol, tarde 3 horas en llegar, ¿qué estaba pasando? Ambas lo sabíamos, Dios.

     No quisimos tomar en cuenta ese pequeño gran detalle de que las cosas no se nos estaban dando como antes para vernos, fui a su hogar y compartí con sus padres, como siempre, el tema principal era Dios, yo hablaba mucho de Dios con sus padres, creo que en parte también lo hacía como un grito desesperado para que ella notara que en fondo de mi corazón Dios ardía en todos sus rincones, pero nunca lo notó, yo disimulaba muy bien que nada me afectaba, a veces soy una buena actriz. La verdad es que me encantaba hablar de Dios con sus papás, yo quería ser de edificación pues sabía la realidad espiritual de su hogar, la podía pesar al estar en ese lugar.

    Luego de tomar once con sus padres, se fueron a acostar y yo me puse a releer la materia de mi examen, ella me obligó, la verdad yo solo quería estar con ella, me sentía muy enamorada, ambas estábamos ubicadas en una cama que habíamos armado en el living de su casa, ella puso música y estaba con su celular mientras yo estudiaba; cuando termine de estudiar nos abrazamos, regaloneamos y besamos lo suficiente para que comenzaran las caricias más apasionadas y las cosas se descontrolaran. Amaba su cuerpo, su piel, me encantaba estar con ella, amaba sentirla, y por sobre todo amaba cuando ella me hacía parte de sí, cuando entraba en mi y se llevaba hasta el último suspiro de mi alma, era como suicidio, yo ahí entregándome por completo a la muerte, pero ella me amaba, esto me recuerda a la película "¿Conoces a Joe Black?" ella era la muerte y yo la humana y viceversa. Nos matábamos más cada vez que hacíamos el amor, grata comida para la carne, hambruna y peste para el espíritu.

    Una de las veces que tuvimos relaciones con anterioridad recuerdo que ella lloró y yo en mi desesperación de no comprender (o no querer comprender) lo que pasaba, solo la abracé y le dije cuánto la amaba, pero en realidad, sabía que era su espíritu llorando de agonía... todo tiene mucho sentido, ambas no estábamos bien, yo lo expresaba literal, decía cuán mal me sentía, ella no, se lo callaba y guardaba para sí, aunque a mi no me podía mentir, yo lo sabía, aunque ella me lo negara cien mil veces, Dios estaba en su corazón.

   Pasó el fin de semana y por las lluvias suspendieron la reunión del domingo y me sentí aliviada uff! Me salve, Dios no me va a paquear tanto- eso me gustaba pensar, aunque Dios siempre estaba ahí.

     Llegó el lunes y nuevamente me quedé en su casa con permiso de mi madre, aunque me costo conseguirlo pues las lluvias habían dejado todos los caminos destrozados, nuevamente tarde 3 horas en llegar a su casa, Dios no estaba feliz, ni nos fomentaría el vicio, supongo que nos estaba avisando o dando alguna señal de su disgusto, pensé mucho en el camino, mientras estuve en esa micro y no quería tener relaciones con ella esa noche para ser sincera, quería sentir amor genuino, así que vimos una película y luego nos dispusimos a dormir, le dije que debía dormirse porque al otro día se tenía que levantar temprano, asintió conmigo y dormimos abrazadas, amaba dormir con ella. Pero como a las 4 am ella despertó, me buscó y me encontró, hicimos el amor.

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