Quiero despertarme. Quiero despertarme ya y que sea viernes. Viernes 9 de junio de 2017. Quiero que me suene el despertador tropecientas mil veces y que al final venga a despertarme mamá diciéndome que llego tarde a clase.
Quiero llegar a clase de historia y ponerme a buscar las palabras que mejor suenen de la profesora. Quiero protestar a las nueve y cinco porque la siguiente clase es la de lengua. Quiero llegar harta a latín y reírme de las metáforas de dinosaurio que suelta la profesora. Quiero llegar al recreo y sentarme y gritar y decir que no quiero comer y morirme de cansancio y... Quiero sobrevivir a la clases de matemáticas y cultura clásica. Y quiero soportar las voces de los pesados que hablan en clase de inglés.
Quiero salir del instituto gritando a mis amigos que si saben qué día es. Gritarles que es viernes. Quiero llegar a casa y decirle a mamá que qué hay de comer. Quiero preguntarle que a qué hora vas a llegar. Que cuando me diga que llegarás sobre las cinco y media yo le diga que si no vas a poder llegar a las tres y media.
ME ENCANTARÍA que llegaras, te diera un beso con cara de amargada y te quitara el móvil de las manos. ME ENCANTARÍA irme a mi habitación sin decirte una sola palabra más y cerrara la puerta para estar sola.
Y quiero que todo esto sea un sueño. Porque no consigo creérmelo.
La vida no tiene que ser un sueño. Debe serlo la muerte.