El olvido.

1.-El inicio.

13 de Octubre del 2011.

Mis nervios estaban a tope, tenia años que no lo veía y por fin sería nuestro encuentro. La última ves que lo ví yo tenia 6 años, y casi todo es borroso para mi, pues mi memoria siempre ha sido muy mala. Han pasado dos años. Ahora que tengo los 8 años cumplidos, según yo creo que puedo comprender mejor las cosas.
Les hablo de mi mejor amigo Adam Perkins, nos conocimos en un lugar turístico, el venia de Washington junto con su familia, y entre nosotros simplemente surgió la conversación, aunque  bueno como eramos muy niños según recuerdo yo, solamente hablábamos de lo aburrido que nos parecía el lugar y que preferíriamos estar jugando.

–Date prisa Yeleiny, no querrás llegar tarde– me dijo mi mamá dando los últimos retoques a mi vestido y a mi moño que tenia en la cabeza– ¿estas nerviosa?.

–mmmmmm si, oye mamá ¿Crees que aun me recuerde?.

–Si hija, ustedes de mas pequeños eran inseparables. De echo la señora Perkins y yo hemos organizado esta reunión. Y adivina que– dice con una sonrisa en su rostro – ¡llevo mi cámara!. Quiero grabar tu reacción.

– ¡ay mamá! Solo es un encuentro.

(...)

Mi mamá y yo caminamos por el jardín de la ciudad, vamos a toda prisa. Pero, ¿no les a pasado que cuando llevan mas prisa alguien tiene que distraerlos?. Pues eso mismo paso, mi madre se encontró con una amiga y ya saben, se tardaron sus horas hablando paradas en una esquina donde no había nada divertido.

Busco algo con que distraerme, pues contar los lunares de mi vestido me esta desesperando.
Así que solo miro a las personas pasar. Volteo mi vista a la cafetería de la esquina, una cafetería llamada “Merry's coffee" y ahí justo en la mesa de la esquina miro a un chico, tiene su cabello negro y un mechón de este casi cubre uno de sus hermosos ojos verdes, en sus manos tenia una taza de café a la que ni siquiera había probado, solo movia el café con la cuchara, con su otra mano se estaba recargando en la mesa, este llevaba una sudadera negra con la gorra puesta sobre su cabeza y en sus ojos se notaba que había llorado demasiado, o tal ves aun quería hacerlo, pues sus ojos estaban cristalizados. Este parece notar la presencia de mis ojos y voltea a verme. Me da una mirada, una mirada llena de odio y repulsión que me decía:
“¿Que me ves niña?, ¡Deja de mirarme!, ¡¡alejate de aquí!!.

Me mira muy feo por un rato y luego baja sus ojos a su café nuevamente. En su semblante se nota su tristeza.

Giro a ver a mamá, quien aun platica con su amiga, así que me escabullo de ella y voy a donde el chico. Me siento en la silla que esta a su costado. Y el solo voltea, me mira con desprecio y vuelve a voltear se ignorando mi presencia.

–carraspeo y sin embargo vuelve a ignorarme–.

Un típico ¿Que le digo? Pasa por mi mente, pero debo pensar en algo rápido antes de que se aleje de mi.

–¿Esta bueno tu café? – ¡Oh dios! ¡que estúpida soy!– es decir...hola–los nervios hacen su aparición y parecen atontarme demasiado –.

Me mira con desprecio y odio. ¿Como alguien puede odiar a una persona que no conoce?.

–¿Lo quieres?–dice acercandome su taza de café – tomalo, pero dejame en paz– contesta sin mirarme a los ojos, esta distraído mirando a dos niños jugando en el jardín central–.

–emmm no gracias –contesto nerviosa –.

–¿No que? ¿no piensas dejarme tranquilo? ¿o no piensas recibir el café? –me dice alzando un poco su vos–.

–creo que ambas –sonrio–.

Me mira con fastidio e intenta pararse de su lugar, sin embargo lo sujeto de su sudadera, haciendo que por fin sus ojos verdes caigan en mis ojos  cafe comunes.

–¿No tienes padres?–pregunta después de mirarme por un rato–.

–Si, mi mamá esta afuera, con una amiga, y mi padre trabajando–noto como sus ojos se cristalizan de nuevo–.

–es bueno–dice con vos quebrada– Dale y vete con ella, si no te ve se preocupara–su mirada parece perdida–.

–no hasta que me digas porque estas aquí solo y con tus ojitos tristes–respondo cruzando me de brazos–.

–jeje, no me siento triste–me mira– solo me siento impotente al no poder gritarles y decirles cuanto odio a esas personas, pues hoy 13 de octubre se cumplen dos años de algo que ocurrió, algo...feo–me mira y luego suspira–.

–¿que significa impotente?–pregunto con curiosidad –.

–Sabes algo niña, tu no lo entenderás. Mejor dime ¿como te llamas?.

–Yeleiny, tengo ocho años–sonrio– mucho gusto.

–Yeleiny–repite– lindo nombre, mi nombre es Víctor Villaseñor, yo tengo 10 años, mucho gusto.

Sonrió y el me devuelve la sonrisa.

–Listo Yeleiny –dice mamá asomándose – vámonos.

–vale–le respondo– bien, creo que debo irme–me giro para verlo– .

–¡¡¡Solo largate!!!–dice casi gritando y apunto de llorar–.

Lo miro asustada, mientras mamá me toma de la mano y me pide que nos vayamos. Salgo de la cafetería y por ultima ves giro para mirarlo y me sorprendo al ver que el también me miraba, yo le sonrió y el me ignora, solo me dedica una mirada de odio, lo ultimo que alcanzo a ver es una lágrima que sale de sus verdosos ojos. ¿Porque llora?...

–¿porque quiso gritarte el chico?–pregunta mamá con tono molesto–.

–Fue mi culpa, yo lo estaba molestando–contesto– oye mamá ¿que significa impotente?.

–Pues significa así como que te sientes con coraje pero incapaz ante alguien, osea que débil e inferior. ¿porque? ¿donde escuchas te esa palabra?

–en la televisión mami.

¿Débil, incapaz, inferior?, ¿porque él se sentía así? ¿y ante quien?.

Llegamos a un portón de madera grande y viejo, mi madre toco y abrió una señora de ojos verdes, detrás de ella un hombre de ojos azules brillante.
Mis nervios crecen cuando noto a un niño hasta el fondo este me mira y sonríe con amabilidad.
Es un niño de estatura mas grande que la mía, unos hermosos ojos azules verdosos y una sonrisa perfecta, nada que ver con la mía.

–Hola Yeleiny, soy Adam que lindo reencontrarnos ¿no?.

Mis nervios se apoderan de mi y me he quedado muda...

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¡Hola!
Espero que este primer capitulo haya sido de su agrado.
Que los personajes les hayan caído bien y sobre todo que continúen leyendo.

Hasta luego ★♥