Parte 11- Infidelidad

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Alice

Me encanta trabajar en lo que realmente me gusta es maravilloso, las personas con las que trabajo son amables y parece que les agrado también aunque aún es extraño que me llamen señora Meyer, tengo mucho trabajo el anterior encargado era un completo inepto gastaba todo el capital en campañas de publicidad costosas y que no funcionaban además de que no hay propuestas de como mejorar el servicio de turismo aquí en el hotel, tendré que llevarme trabajo a casa pero no importa yo de verdad necesitaba esto, me siento útil y plena aunque aún sigo extrañando mi hogar cada noche que pasó aquí en Alemania deseo volver a mi casa, añorando la comida de mi madre y las bromas de mi padre, como los extraño.

El sonido de mi viejo celular suena y veo la pequeña pantalla rota, es Christopher, una sonrisa se forma en mi rostro al ver su nombre.

-Chris! Cómo estás,te he hechado de menos.

-Princesa,qué gusto escuchar tu voz te he extrañado como un loco,¿Cómo estás?, ¿Te han tratado bien?.-

-Estoy muy bien, con mucho trabajo y eso es... maravilloso-

-Me da gusto princesa, adivina qué, estoy apunto de concretar un negocio,con un inversionista que llegó al pueblo, espero me valla muy bien, te quería preguntar si podrías prestarme el bote de tu padre, es importante que conozcan la zona pesquera y como se realiza.

-Si, yo también espero te valla excelente. Claro puedes tomar el bote, sabes dónde están las llaves confío en que le darás un buen uso.

Veo a Johann abriendo la puerta de mi oficina y le hago una seña para que me deje terminar la llamada.

-Chris, tengo que colgar, te llamo en cuando tenga un momento libre, te quiero cuídate.

Cuelgo el teléfono y miro al señor mandón, no tiene buena cara.

-¿Y? ¿Con quién hablabas?- Se acerca a mi escritorio y recarga sus manos en la fina madera.

-Eso es algo que no te incumbe Meyer- Sigo revisando documentos y Johann toma aire.

-Me incumbe mientras se trate de mi esposa- se altera un poco y yo me levanto indignada, pero que se cree yo no soy su esposa primero muerta.

-Yo no soy tu esposa Johann, por si no te habías dado cuenta-

-Lo eres ante los ojos de todos, así que te exigire lo mismo que tú a mí, mientras estés ocupado el lugar de tu hermana tendrás que respetarme-

-No te estoy faltando al respeto, solo estoy hablando con él, no me lo estoy tirando en mi escritorio- Se pasa la mano por el cabello y parece que me dirá algo pero recupera la compostura y suspira.

Touche

-Eres imposible Ali...son, ahora ve a la sala de juntas, el comité nos espera.-

-Y tu eres exasperante, no pudiste avisarme por teléfono?-

-Es mi hotel y yo puedo hacer lo que quiera, no tardes sabes que odio la impuntualidad.- Dicho esto da la media vuelta y se va, hay veces quisiera ahorcarlo no sé cómo Allison lo soporta.

Me dirijo a la sala de juntas y efectivamente el comité está ahí esperando por mi.

-Señora Meyer, bienvenida a la compañia- Me dice un joven aproximadamente de la edad de Johann y me sonríe de manera descarada, quién será este hombre y porque me mira así.

-Gracias buenos días, y ¿cuál es el motivo de dicha reunión?- Me siento en la silla que está a lado de Johann y el sostiene mi mano.

-Principalmente para celebrar tu ingreso a la compañía y para tratar tus metas del mes, además quería presentarte ante y el resto de nuestros socios cariño.- Dice  con aspecto serio y autoritario.

Siempre Tú ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora