Siempre Tú ©

Parte 2- El último adiós.

Alice

-Estamos aquí todos reunidos para darle el último adiós a dos personas muy importantes para todos, el señor y la señora West, quienes han partido de este mundo y que ahora se encuentran en los cielos, disfrutando del descanso eterno. Sé que su ausencia será muy dura de sobrellevar porque han dejado una profunda huella en nuestras vidas y un gran vacío que no podrá ser llenado. Sin embargo nos queda el consuelo de que podemos recordarlos con esa gran alegría que siempre los caracterizó y nos tranquiliza saber que está en la gloria de Dios. Nos dejan dos hermosos recuerdos que son sus hijas Alice y Allison, en ellas vivirán por siempre y las cuidaran desde la gloria de Dios.- Dice un cura cuando los ataúdes están bajando hacia la tierra.

El mundo se detiene a mi alrededor no puedo creer que ahora este aquí en este maldito cementerio enterrando a mis padres, no hay muchas personas, sólo algunos amigos de la familia y personas del trabajo de mi padre, también está Dimitry, sosteniendo a Allison de la cintura mientras ella llora desconsoladamente se que tiene culpa por tratar mal a mis padres y juzgarlos, las lágrimas ruedan por mis mejillas , mi compañero de universidad que fue mi novio se acerca, me abraza y no puedo prestar atención a nada, solo al montón de tierra que esta frente a mi, donde acaban de dejar a mis padres, tomo los pétalos de rosa que traigo entre mis manos, les doy un beso y los dejo caer al hueco donde se ve el ataúd de mis padres. Las personas que mas amaba se han ido, ahora no se que sera de mi, ellos eran mi motor y mi razón de vivir, mamá, papá por favor no me dejen...Los necesito tanto.

Adiós mamá extrañaré tus abrazos cálidos de media noche.
Adiós papá extrañaré tanto la forma en que me hacías reír, la forma en la que me abrazabas.
Los extrañaré a los dos, los amo con toda mi alma.

No, no puedo dejarlos ir, ellos no pueden estar muertos, no pueden.

-No pueden...mamá, papá, no me dejen, papá tenemos que ir de pesca hoy, yo... no puedo hacerlos sin ti-digo en un murmullo y comienzo a repetirlo una y otra vez, no se cuanto tiempo pasa, solo veo que las personas se van una por una, me abrazan y me dicen palabras que no escucho. Las lágrimas siguen cayendo hasta que siento que mis piernas fallan siento unos brazos sosteniéndome.
-Alice- La voz de Christopher es lo último que escucho antes de desmayarme.

-¿Mamá?, ¿Papá?- Los veo a lo lejos ellos me sonríen y yo corro lo mas rápido que puedo hacia ellos, pero no logro alcanzarlos, cada vez están más lejos, todo a mi al rededor comienza a tornarse blanco y de pronto...despierto.

-Alice, despierta hermana, yo... te necesito. Se que es ridículo hermana pero yo no puedo quedarme aquí mas tiempo, me duele igual que a ti, yo...me voy con Johann a Alemania y quiero que vengas conmigo.-

-No, yo no me iré de casa de mis padres, vete tú yo me quedo en el lugar que me pertenece.-

Mi hermana me mira triste pero en este momento no me importa, acabamos de perder a nuestros padres y ella esta pensando ya en largarse con ese tipo, que se valla, de todos modos ella siempre se avergonzó de nuestra familia.

-Alice, por favor allá estaremos juntas y...- No quiero que siga hablando.

-NO, QUE NO ENTIENDES? YO NO IRÉ A NINGÚN LADO, DÉJAME SOLA, ¡¡¡DÉJAME!!!!- Le gritó, nunca había hecho esto pero esta vez estoy cansada de su egoísmo de que siempre piense en ella, por su culpa fuimos a esa estúpida cena por su culpa ellos ya no están.

Allison sale de la habitación y Christopher entra con una taza de té en las manos.
-No seas tan dura con ella, también está viviendo su duelo- me dice y se que tiene razón pero ahora no puedo pensar con claridad.
-No me dejes sola Chris, por favor tú no...- lo abrazo y sigo llorando.
-Jamás bonita- me dice apretándome, dando el único consuelo que puedo tener en estos momentos.

Allison

Ella piensa que es mi culpa y la entiendo, las lagrimas comienzan a salir descontroladas y lo único que puedo hacer es irme de aquí, ella no me quiere y yo me siento la peor basura del mundo. Me encuentro con Johann y lo abrazo huele bien, lo amo, el es único que puede hacerme sentir mejor.

-¿Cómo esta ella?- Pregunta por Alice, pero no puedo responder ¿Desde cuando le importa? soy yo la que debería importarle no ella.

-Bien- Respondo y cambio de tema. -¿Cuando nos vamos?- digo limpiando mis lágrimas.

-Ahora mismo, tengo asuntos que debo resolver en Alemania y ya los pospuse demasiado así que ve a empacar te veo abajo en veinte minutos.- Me dice inexpresivo, siempre es así de serio, alguna vez me pregunto si tiene sentimientos, lo beso en los labios y el me responde como siempre, sin ninguna emoción.

Comienzo a empacar mis maletas llevándome solo lo necesario porque se que Dimitry me compara todo lo que yo quiera estando allá, mi hermana no me mira solo mira la ventana y llora, lo mismo deberia hacer yo pero no soy tonta, debo disfrutar mi vida, en estos últimos dos días comprobé que nada es para siempre, debo de salir adelante y no dejar que el dolor me consuma como a ella.

Bajo las escaleras y me encuentro con los ojos azules de Johann, me ayuda con mi pequeña maleta y subimos al auto de prisa. Me giro a ver mi casa por ultima vez, lo unico que veo es la ventana donde Alice esta parada y niega con la cabeza. No se si volveré a ver a mi gemela, espero que si porque a pesar de todo es lo único que tengo. Extrañaré mi país pero no puedo permanecer un segundo más aquí donde la culpa me carcome el alma, no debería de dejar a Alice pero es hora de seguir con mi vida, sea cual sea mi destino.

-Es hora- escuchó la voz de mi prometido y me despido de mi hogar, mis recuerdos, mis papás...Hoy comienza mi nueva vida.

Johann

Vamos camino a Alemania, Allison está profundamente dormida, llora en silencio cuando nadie la ve, pobre chica, si tuviera un poco de cariño hacia ella la consolaría pero la realidad es que desde hace mucho deje de sentir afecto por las personas, si me comprometí es porque necesito el control absoluto de la empresa y mi padre con sus estupidas reglas jodio todo, tengo que casarme para heredar completamente, tenia que encontrar a alguien que fuera una presa fácil que pudiera convencer con dinero y joyas, Allison fue perfecta, además es hermosa no puedo negarlo.

Aunque ahora que se que tiene una gemela no se si tome la designación correcta quizá su hermana hubiera sido una mejor opción, pero eso ya no lo sabré nunca, aunque no puedo negar que tenerla en mis brazos se sintió extrañamente bien, me gustó ser su paño de lágrimas por un momento, pero fue sólo eso, un momento-

-¿Otra copa de vino señor Meyer?- me pregunta la azafata amablemente y yo asiento con la mirada. Tengo muchos planes para cuando esté en Alemania y uno de ellos es investigar a fondo el accidente de los West, tengo la sospecha de que algo no está bien. Quizá pensaron que yo iba en ese auto. Quizá el que tenia que encontrar la muerte ahí era yo.