Un Verano Alocado-PAUSADA

Capítulo 5

Liz POV

Me dirijo a mi habitación para terminar de empacar, cierro la puerta y suspiro. Nathan no me dijo nada en clases porque entró la profesora y ahora Bella tampoco porque la interrumpe Nathan. 

-Me voy a volver loca sacando conclusiones.-pensé

Noté un poco raro el comportamiento de Bella,  estoy casi segura de que escuchó algo cuando la vi enfrente de la puerta de la habitación de Dylan, por cuál otra razón me hubiera tapado la boca. Quién sabe de que estarían hablando esos gorilas. De todos modos me mantendré indiferente respecto al asunto, pero si noto algo fuera de lo normal, tendré que averiguar qué están tramando.

-Porqué rayos tengo que ser tan analizadora, porqué no puedo simplemente dejarlo pasar.-llevo una mano a mi cabeza y suspiro-

-Ok...tranquila Liz- me dije a mí misma.

-no me voy a preocupar, Bella es mi mejor amiga, ella no me escondería nada...¿verdad?

Termino de empacar y llevo mi maleta hacia la sala, donde se encuentran los chicos.

-Hola...al fin terminaste, ya nos estábamos volviendo viejos- dijo Dylan con una carcajada.

- JA JA JA- dije sin una pizca de diversión- No exageres, de todos modos ya estoy aquí.

-Bueno entonces vamos, que si llegamos tarde perderemos el vuelo por tu culpa hermanita.

-Imbécil- dije entre dientes.

Papá nos iba a llevar, y estaba muy contenta ya que Nathan estaría en el asiento de copiloto. No lo quería tener cerca debido a que últimamente, cuando está cerca de mí, se pone nervioso, todavía no sé porqué.  También podría ser que Dylan se siente adelante, yo en cualquier ventana (no me gusta estar en el medio, es incómodo) Nathan al otro extremo, y mi querida y preciada amiga en la mitad.

Pero toda esperanza se borró, cuando estábamos a punto de subirnos al auto, y mi madre vino corriendo hacia nosotros-

-Mis bebés, ya están grandes. Quisiera acompañarlos al aeropuerto, pero tengo que encontrarme con la tía Anne.

Fue entonces cuando mi padre se acercó y se le ocurrió la más grande y horrible idea.

-Querida, ¿Porqué no vienes con nosotros?

-No puedo querido, tengo que llegar puntual con la tía Anne, voy a acompañarla a su cita médica.

-Lo sé pero...podría llevar a los chicos al aeropuerto y después dejarte con la tía.

-¿Estás seguro?¿No tienes cosas que hacer?

-Si papá, ¿No tienes cosas que hacer?- dije histérica.

-No, la reunión que tenía la cancelaron.

-Bueno en ese caso, acepto tu propuesta cariño.

-Hay no, esto no puede estar pasando- pensé.

Queridos amigos ustedes se preguntarán porque me espanta la idea de que mi madre nos acompañe. Les diré el porqué. El auto de mi papá no es tan grande, lo que significa que, si mi madre nos acompaña, seremos 6 personas y Bella o yo tendremos que ser cargadas por uno de los imbéciles, y no sé porque presiento que seré yo.

Mis padres se suben al auto, mientras que nosotros cuatro nos mirábamos entre sí para ver quién hacia el primer movimiento para subirse al auto.

-No quiero cargar a ninguna de ustedes- dijo Dylan con malhumor.

-Yo tampoco- dijo Nathan.

-Pues nosotras no queremos ser cargadas por unos patanes como ustedes - dijo Bella cruzando los brazos.

-Chicos, si no se suben al auto ya, verán quién los lleva, estamos perdiendo tiempo muy valioso- dijo mi padre gritando desde el auto.

De un momento a otro, todos arrancaron a correr y como tengo tan mala suerte, fui la última en llegar y aparte de eso, Nathan llegó de penúltimo. Eso solo significaba una cosa, Nathan tendría que cargarme.

-No es justo, al menos me hubieran avisado que iban a echar a correr.

-Eso te pasa por lenta y despistada hermanita- dice Dylan guiñándome un ojo.

-Cállate- dije mientras subía al auto.

Al alzar mi vista me encontré con los ojos de Nathan, quien estaba pendiente de todos mis movimientos. Mientras me sentaba en sus piernas pude ver como Bella y Dylan dirigían su mirada hacia nosotros, en ese momento sentí mis mejillas arder, apuesto que estaba peor de roja que un tomate. 

Por suerte, quedamos en la ventana, de esta manera podré fijar mi vista en esta y actuar como si no pasara nada...¡PERO COMO RAYOS PUEDO HACER ESO! Si en mi interior estoy que me lanzo fuera del auto, prácticamente puedo sentir la respiración de Nathan en mi cuello y eso me pone cada vez más nerviosa.

Al llegar al aeropuerto, nos despedimos de nuestros padres y nos dirigimos a abordar el avión. 

-Vaya eso fue intenso...

-¿A que te refieres?

-Lo que ocurrió en el auto con Nathan.

-shh! Bella baja la voz, están sentados justo atrás de nosotras.

-Oh cierto, lo siento, lo olvidé.

-Rodeé lo ojos y reí. -Después hablamos de eso, por ahora solo quiero dormir.

-okey señorita dormilona, disfruta tu siesta mientras tu pobre amiga leerá una revista, y que conste que quería charlar contigo todo el viaje.

-lo harás todas las vacaciones Bella, por cierto, despiértame  cuando aterrizemos. 

-vale - dijo rodando los ojos y soltando una carcajada.

Después de un tiempo, estábamos próximos a aterrizar cuando Bella decidió despertarme.

-Liz...Liz...despierta dormilona.

-si, si, ya desperté- dije somnolienta.

Me levanté y miré los asientos de atrás para encontrarme con los chicos durmiendo.

-Ayúdame a despertarlos, después de la cuenta de tres- dije a Bella.

-Si capitana-dijo Bella imitando el saludo militar.

conté hasta tres con los dedos y empezamos a sacudirlos.-Despiértense gorilas, ya llegamos-dijimos Bella y yo al unísono.

Ellos se veían confundidos y despeinados, lo que hizo que Bella y yo nos riéramos a carcajadas. En ese momento varios pasajeros nos miraron mal, ya que algunos estaban durmiendo.  

-Lo sentimos-dijimos al unísono, avergonzadas. pero en el fondo estábamos que nos moríamos de la risa.