Somos como para hablar sobre el universo, para mirarnos y detener el tiempo, para sonrojarnos cuando unimos nuestras manos, para hablar de lo que sea con tal de hablar, hablar mucho, y callar a besos.
Somos para usar esas frases que sólo nosotros entendemos, y que se rían de nosotros y reírnos de nosotros mismos, y reírnos de todo... Platicar de lo que somos, fuimos y queremos ser, para querernos como sólo el tiempo nos lo ha enseñado.
Somos para hablar de la ironía de la vida y del tiempo, de los misterios que podrían ser resueltos; para confiar, demostrar, para secretos escondidos entre lágrimas, para llorar y consolarnos, saciar ganas, ansiar momentos y combatir la ansiedad. Somos para luchar por lo que queremos, somos lo que queremos, y sobre todo, porque nos queremos. Somos para amar y luego existir, desaparecer y reencontrarnos en el otro, somos dos y a la vez uno mismo.
Somos para dudar, y aclarar, para esperar, pero también arriesgar, somos lo que lo vale, lo que se asegura, que se rescata, si va cayendo que se levanta, y si es necesario, vuelve a empezar.
Somos para girar y para marearnos, cansarnos y descansar. Somos para soñar y vivir, abrazarnos ante el miedo inminente, molestarnos, alejarnos pero siempre regresar, cada vez más cerca.
Somos para cambiar y mejorar, para nunca irse totalmente; retar lo físico y espiritual, encima de las distancias, del tiempo y el espacio, somos más allá de lo que habíamos pensado, más de lo que logramos y más de lo que el corazón pide. Somos el hilo que nos ata y nos enreda, la atracción que atrapa, la marea a veces brava, otras en calma, lo que va y viene pero no se detiene, el huracán de fuego e incendio de agua.
Somos poesía; las letras, las incoherencias, y los versos que me vienen de la nada para expresar con el corazón, para liberar cargas, que traen lo que no somos, lo que no queremos y lo que detiene. No ha habido filo tan bien afilado, ni existirá si el amor es contra balas, y con dos guerreros que se toman de la mano y se sostienen en el aire con un beso. Esos, somos tú y yo.