Dulce y bella, te estoy contemplando.
Yo tomando tus caderas mientras cantas mi canción
y tu dándome ideas de volverlo a repetir,
de cantarte y encantarte una vez más
al unir el son de mis cuerdas con las tuyas
y combinar mis labios con tu color melón.Rosa es el sol que te pinta,
delicadas cuerdas que hacen a mis dedos cuerdos ante tí,
ante tu resonancia,
y juntas terminamos en la cama
respirando el aroma que dejó nuestra canción.Posas con un aura de sonido incandescente,
a veces no sé lo que digo hasta que te miro
y te deslizo hacia mí
esuchando tu silencio esperando a ser golpeado
por mis latidos al recargarte en mi pecho.En el lecho de la noche,
a cada estrella tocar, a cada estrella alcanzar
con tu dulce melodía que me abraza hasta soñar.
Yo soy su dueña y ella es... La dueña de mis canciones.Nota: Hola! Tenía tiempo de no publicar en esta obra, pero quiero que sepan que he seguido escribiendo, ya que para eso siempre hay tiempo <3 y aún hay más de La danza de mis palabras por compartir, espero les esté gustando 😀 ¡Saludos!