¡Oh mi Dios! El guapetón del ascensor es mi jefe
Ok Ana, respira, dentro, fuera, dentro, fuera.
No me esperaba esto, no imagine que los socios de este bufete fueran... ¡WOW! Es decir, los dos son guapísimos. Pero debo mantener mi mente y ojos en otro lado, debo terminar con todo este papeleo, además son mis jefes, no puedo mantener una relación más allá de lo profesional con ellos, por muy simpáticos que sean.
En el trascurso de la mañana continúo archivando los cientos de casos que se encuentran en la mesa de mi oficina, y aunque me coma la curiosidad por leer cada uno de los casos, evito hacerlo, sé que si me entretengo no terminare pronto.
Entre el ir y venir de mi oficina a la sala de archivos verifico la hora y veo que faltan solo cinco (5) min para ir a almorzar, bien, muero de hambre. Tanto caminar me abrió el apetito.
Separo algunos documentos para poder continuar cuando regrese, voy a mi escritorio, tomo mi teléfono, para verificar la hora, bien, ya son las 12:00, recojo mis cosas y me dirijo a la oficina del señor Oliver.
Toco timidamente la puerta de su oficina que se conecta a la mia, espero que me den permiso para pasar y veo que está sentado hablando con el señor Fernando, se ven muy animados, supongo que son buenos amigos.
-Permiso- espero a que ellos noten mi presencia y me den permiso para hablar.- Señor Oliver, disculpe la interrupción, le quería avisar que ya son las 12:00, ¿me puedo retirar a comer ahora o me necesita aquí?
-No Anabelle, anda a comer tranquila, esta hora se respeta, gracias por avisarme que ya te retiras.-me dice el señor Oliver.-Por cierto, ¿sabes dónde iras a comer? Cerca de aquí hay un restaurant que sirve muy buena comida, justo le estaba diciendo a Fernando para ir a comer allá, ¿quieres acompañarnos?
-Muchas gracias por la oferta señor Oliver, pero justo al llegar quede con Elizabeth para comer juntas, para otra ocasión será.-digo apenada. No creo que sea buena idea negarle cosas al jefe, pero ya me comprometí con Elizabeth y no le quiero quedar mal.
-Por eso no te preocupes, dile a Elizabeth que venga con nosotros, no sería la primera vez. Anda bajando, ya te alcanzamos.-Me dice el señor Oliver con su imborrable sonrisa. Todo este tiempo el señor Fernando a estado sentado observándome fíjate, me resulta intimidante su manera de mirar.
-Muy bien, me retiro entonces, con permiso, los espero en recepción.-me voy sin esperar respuesta.
Salgo de la oficina, y me dirijo a los ascensores, pulso el botón para llamar al ascensor. Se abren las puertas, y estoy a punto de ingresar al ascensor cuando de el sale una muy extravagante mujer.
Es hermosa sin dudarlo, alta, cabello rubio, ojos verdes, y delgada, parece una modelo, va vestida como si estuviera en una pasarela.
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Mi Locura, Tú.
RomanceAnabelle Rodríguez es una de recién graduada abogada, una dulce joven de 22 años con muchos sueños por delante y grandes ganas de triunfar. Fernando Escalante, exitoso abogado de 28 años, dueño de unos de los bufete más famosos de New York, sin escr...