II

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Eunwoo sentía que seguía cayendo, cayendo y cayendo. Parecía no haber fin de eso. El viento se arremolinaba alrededor del cuerpo del chico, sus delicadas extremidades agitándose en el aire mientras la frágil figura descendía. 

Cayendo, cayendo, cayendo... y luego nada.

Eunwoo se sintió caer contra lo que parecía ser una superficie dura. El suelo debajo de él era frío y áspero, raspando la piel delicada del chico, lo que le causó hacer una mueca de dolor por el malestar. Justo cuando Eunwoo estaba a punto de abrir los ojos, oyó un ruido fuerte seguido por el peor dolor que había sentido en su vida.

Caía de nuevo hacia el suelo, Eunwoo vagamente escuchó fuertes sonidos huecos y gente gritando. Se deslizó en la inconsciencia con sólo un pensamiento en su mente... 

La vida de la Tierra es una porquería... 

✧✧✧ 

- Señor, juro que no tengo idea, que no sé de dónde vino. Yo estaba conduciendo y entonces apareció de la nada en la calle. 

- Kang Joon, los chicos no aparecen mágicamente de la nada. Sólo porque atropellaste al chico no significa que puedas dar excusas.

- ¡Pero yo no lo atropellé! de verdad, ¡fue como si acabara de caer en la calle del medio de la nada!

Eunwoo abrió los ojos, desenfocadamente adaptándose a su nuevo entorno. Mirando hacia abajo, parecía que estaba en una cama decorada con sábanas de color blanco y una cantidad de horrendamente grande de lujosas almohadas de oro. Las paredes de la habitación eran rojas y también tenían una colección de pintura que Eunwoo sabía que iba a tardar años para apreciarlas de verdad. El chico parpadeó un par de veces. Aquí todo era mucho más oscuro que en el cielo, por lo que le tomó un poco para acostumbrarse. 

- ¡Oh, está despierto! 

Eunwoo rápidamente volvió la cabeza para ver a dos hombres mirándolo. Uno de ellos era delgado y de piel blanca, con una mirada de disculpa en su rostro. El otro era un poco más alto y lucía tranquilo, con una cara amable y pelo negro que estaba cortado justo por encima de la nuca de su cuello. Eunwoo sonrió a los dos hombres. Ambos se veían bien y eran casi tan hermosos como los ángeles a los que él estaba acostumbrado a ver, lo que lo puso más cómodo.

- Hola. - Dijo el hombre de pelo negro, con una voz profunda.- ¿Estás bien? 

Eunwoo intentó asentir con la cabeza, sólo para sentir un dolor punzante a través del cráneo. Gritó y se tomó la cabeza, haciendo un puchero lindamente. El hombre de pelo negro se rió un poco.

- Tu cabeza probablemente duela un poco, ya que fuiste noqueado en el suelo después de golpearte. - Explicó con calma.- ¿Te acuerdas de tu nombre? 

- Eunwoo. -Gimió el chico, todavía con la cabeza palpitante. - Cha Eunwoo. 

- Bien, Eunwoo, ¿puedes decirnos cuántos años tienes o dónde vives? - Preguntó el joven de cabello negro.

Eunwoo negó con la cabeza, con un puchero creciendo aún más.

- ¿Por qué no? ¿No te acuerdas? - El hombre siguió preguntándole con voz tranquila y relajante. Eunwoo negó con la cabeza una vez más.

- No puedo decirte mi edad porque eres un extraño. -Respondió Eunwoo con seguridad. No sabía mucho sobre la vida humana, pero cada vez que miraba hacia abajo en la Tierra, siempre veía a las madres diciéndoles a sus hijos que no dieran información personal a extraños. El ex ángel pensó que era una extraña costumbre humana.

El Sonido De Una Campana.『 Binwoo 』; adaptación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora