Party Girl (McFLY / Dougie Poynter fanfiction)

Capítulo 56: A perfect couple

Me desperté en la habitación de Laura. Al mirar a los lados vi que no estaban ni ella ni María, así que supuse que estarían preparando el desayuno. Los recuerdos de la tarde del día anterior fueron volviendo a mi mente. Todo lo que había hecho Dougie, lo que le había dicho para dejarle, cuando le pegué nada más verle... Algunas lágrimas acudieron a mis ojos, pero no dejé que salieran. No iba a volver a llorar por alguien que no me quería. Y si era necesario acabaría con todo el dolor. No quería recurrir al suicidio, pero necesitaba dejar de sufrir de esa manera.

Me levanté de la cama y me cambié de ropa lentamente. Al quitarme la camisa me di cuenta de que algo colgaba de mi cuello. El collar que Dougie me había regalado unas semanas antes. Me quedé mirándolo fijamente, analizando cada una de las piedrecitas que brillaban en el centro del corazón. Al darle la vuelta pude leer esas tres palabras que él me había dicho miles de veces. Esas tres palabras que ya no tenían ningún sentido. Doug me había susurrado al oído esa frase muchas veces, pero ahora sabía que nunca lo había sentido de verdad. Simplemente me decía eso para que yo pensara que me quería. Las lágrimas acudieron a mis ojos otra vez, pero me contuve. Había decidido no volver a llorar por él, y así lo haría. Pensé en quitarme el collar en ese momento, pero no lo hice. Se lo devolvería a Dougie esa tarde. De una manera u otra tendría que encontrarme con él.

Salí de la habitación de Laura y fui hacia la cocina, donde estaban mis dos amigas esperándome con una sonrisa en la cara.

- Ya está el desayuno. - dijo María.

Me senté en la mesa con las chicas y empecé a desayunar

- ¿Qué tal la noche? - preguntó Laura.

- Bueno... Ha sido mi primera noche sin él...

- No te desanimes, Zoe. - sonrió María.

- Lo intentaré, pero va a ser difícil.

Me dieron un rápido abrazo para animarme y seguimos con el desayuno, aunque solo me pude deprimir mas. ¿Por qué? Pues porque me estaba tomando un café con leche. O café co' lechi, como siempre lo había llamado. Sin duda, iba a ser muy difícil olvidarme de él...

Al acabar de desayunar ayudé a las chicas a recoger la mesa. Mientras lo hacía miré el reloj, dándome cuenta de que ya era la una del mediodía. Tendría que ir a comer a casa, y verle la cara otra vez. Tarde o temprano tendría que hablar con él, pero prefería que ahora Laura y María estuvieran conmigo cuando tuviese que reencontrarme con Dougie.

- Chicas, ¿podéis venir a mi casa a comer? Sois las únicas que sabéis que he roto con Doug...

- Claro. ¿Se lo vas a decir tú a los chicos, o quieres que se lo digamos nosotros?

- Pues no sé... Esperaré a ver que pasa y lo decido sobre la marcha.

- Como quieras. - sonrió María - ¿Vamos ya a tu casa?

- Vale, que ya es tarde... Voy a recoger la ropa. - dije.

Entré en la habitación con María, y cogimos nuestras cosas. Salimos de casa con Laura y nos dirigimos a la mía, para volver a ver a esa persona que me hizo tanto daño.

Tardamos diez minutos en llegar. Durante todo el camino las chicas intentaban que hablara de otro tema, para que me olvidase de todo lo ocurrido. La verdad es que por un momento lo consiguieron. Tenían un don. Siempre que estaba mal me sacaban una sonrisa, y eso era algo que las definía como buenas amigas. No sé qué haría sin ellas...

Cuando nos encontramos enfrente de mi casa, saqué las llaves y abrí la puerta. Les hice una señal para que entraran antes que yo, por si los chicos estaban cerca de la entrada. Cuando estuve dentro miré a los lados, y pude ver a todos sentados en la mesa del comedor. Tom, Danny, Harry, Gio y... Dougie. Éste último estaba mirando hacia el plato de comida, con una mirada triste. Laura y María saludaron animadamente, mientras yo susurraba un "hola", un poco desanimada. Me di cuenta de que al lado de Dougie había una silla vacía. Una silla en la que normalmente me sentaba yo. Obviamente hoy no me iba a sentar a su lado, así que le hice una seña a Laura para que se pusiese en ese lugar. Ella me sonrió y se sentó allí. María se dirigía hacia Harry, por lo que supuse que se quedaría a su lado. Solo quedaba una silla libre, y estaba al lado de Danny. Me acerqué a ella y me senté, bajo la mirada extrañada de Dann. Como él no sabía nada de lo que había pasado entre Doug y yo, se sorprendió de que Laura me hubiese cambiado el sitio, pero no dijo nada al respecto. Nos miró de una manera extraña y punto.