Capítulo 31: Frankie

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En esos momentos, Frankie me miraba. Tenía una sonrisa de lado bastante malvada. ¿Qué estaba haciendo ella aquí? ¿No se daba cuenta de lo que podría pasar si Dougie la veía? Giré mi vista hacia él; estaba haciéndole bromas a Harry. En su cara podía ver esa sonrisa que tanto me gustaba. Sin duda, no se había dado cuenta de que Frankie estaba en el Starbucks. Ahora tendría que hacer todo lo posible por que no la viera. No quería que volviese a pasarlo tan mal como la última vez que ella estuvo cerca de Dougie. Le arruinó la vida, y tenía claro que no iba a permitir que eso volviese a ocurrir. Pero para poder impedir que la viese, necesitaba ayuda. Tenía que contárselo a alguien, pero sin que Dougie me oyese. Decidí que le pediría ayuda a Tom.

- Voy a por... una napolitana. - dije - Tom, ¿me acompañas?

Éste, por mi tono de voz, se dio cuenta de que necesitaba hablar con él urgentemente.

- Claro. - dijo, levantándose de la mesa.

- ¿Quieres que te acompañe yo? - preguntó Dougie.

- No, no. - dije - Vuelvo ahora, ¿vale?

- Vale :)

Tom y yo nos fuimos de la mesa y pedimos una napolitana a una chica que estaba atendiendo a los clientes. La verdad es que no tenía mucha hambre, pero si volvíamos a la mesa sin nada Dougie sospecharía que pasaba algo.

- Zoe, ¿qué pasa? - preguntó Tom, preocupado.

- Pues que tenemos un problema, y uno muy grave. Necesito tu ayuda. - le respondí.

- ¿Pero qué pasa? - dijo, todavía confundido.

- Mira quién está en la mesa del fondo. - le dije.

Se giró disimuladamente. Entonces vio a Frankie, que nos estaba mirando. Estaba rodeada de otras cuatro chicas. Genial, The Saturdays al completo. Tom volvió a mirarme.

- Joder... - dijo.

¿Thomas Michael Fletcher había dicho joder? Pus sí que pintaba mal la cosa.

- Tom... - le reñí.

- Lo siento.

- Necesito que me ayudes. Tenemos que hacer que Dougie no la vea por difícil que sea. Hay que entretenerle.

- Vale.

- Su napolitana. - dijo la camarera.

- Gracias. - respondí.

Pagamos a la camarera y volvimos a la mesa. Los McGuys seguían gastándose bromas entre ellos, y las chicas estaban hablando animadamente. Nadie se había dado cuenta de quién estaba en la mesa del Starbucks.

- ¡Napolitana! - chilló Harry - ¡Yo quiero!

- Harry, con todo lo que has comido hoy no te voy a dar MI napolitana.

- Jo :(

- Harry. - susurró Danny - Cuando lleguemos a casa, cogemos las galletas de chocolate.

- Me apunto :)

- De eso nada. - dijo Gio - Las galletas están guardadas y no las vais a coger.

- ¡Eso no es justo!

- jajaja,yo sí que puedo coger galletas. - dijo Dougie - ¡Y vosotros no!

- ¿Por qué el enano puede cogerlas y nosotros no? - se quejó Harry.

- Porque él no lo deja todo sucio con trozos de galleta de chocolate. - dijo Tom.

- ¡Eso, eso! Yo soy el niño favorito de papa oso ^^

- Ains. - dije - Que mono que eres, rubito.

Me acerqué a él y le di un beso en los labios. Al separarnos, me encontré con esos ojos azules que tanto amaba. Me estaba mirando, con una sonrisa en la cara.

- Tú si que eres mona :)

- Gracias ^^

- ¿Quién es infiel ahora, eh? - preguntó Harry.

- Cállate, Haroldo, que tú estás bien con María.

- ¡Es verdad! - dijo Harry, dándole un beso a María.

- Y pensar que hace unos meses todo esto era un sueño para nosotras... - intervino Laura.

- ¡Y yo estaba coladita por Tom! - dijo María.

- ¡Y yo por Dougie!

- jajaja, me acuerdo del día que me dijisteis que erais McFlyers. - dije - Al salir del instituto, estaban los chicos a pocos metros de vosotras. ¡Y Dougie iba luciendo su tatuaje por ahí!

- jajaja, es verdad. - dijo Doug - De repente llega Zoe y me dice: "¡Ponte una chaqueta ahora mismo!"

- De eso no nos habíamos enterado... - dijo María - Teníamos a nuestros amores platónicos cerca y no nos dimos cuenta, hay que ser idiotas.

- Es que no miráis a vuestro alrededor. - explicó Dougie - Hay que ser más observadoras, y mirar a las personas que tienes cerca.

Tom y yo nos miramos, pensando en el doble sentido que tenían sus palabras.

- Pues tú tampoco eres el más indicado para hablar. - dijo Danny - Que lo mismo están los reyes en este Starbucks y no te das cuenta.

- ¡Los reyes no están aquí! - se defendió Doug - Mira, en esa mesa hay tres niñas pequeñas, en esa hay una pareja de enamorados, en esa hay un grupo de amigos, en esa hay...

Dougie dejó de hablar de repente. Tal y como temía, había visto a Frankie. Ella estaba saludando a Doug como si nada. Seguía con esa estúpida sonrisa malvada en la cara. Dougie empezó a ponerse pálido, y algunas lágrimas empezaron a acumularse en sus preciosos ojos azules. El resto de los chicos se giraron a ver lo que había en esa mesa, y vieron a esa chica a la que todos tanto odiábamos. Luego, todos nos miramos entre nosotros.

Dougie se levantó bruscamente de la mesa, y salió del Starbucks. Yo le seguí. Grité su nombre, pero él no me hacía caso. Cuando pude salir a la calle, miré a los lados, para ver dónde estaba Dougie. Pero no le veía. 

Party Girl (McFLY / Dougie Poynter fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora