Escape y encuentro con los Cullen.

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No se que fue lo que hice, pero al poner el pie en el acelerador, fue mi liberación, mi escape, sabía que me llevaría lejos de esos asesinos, así que corrí como nunca por las rutas, llegué al pueblo un poco tarde, todo estaba cerrado, el centro comercial estaba custodiado por una empresa de seguridad y con las luces necesarias encendidas, al pasar por el conocido pasaje hasta mi playa pude respirar mucho más tranquila, todo estaba igual y me hacía sentir bien.

Llegué a la casa de mis padres, allí pasaría el tiempo dejando que los Cullen ocuparan la mía, después de todo quería sentir que estaban conmigo al detectar su olor en todas partes, entré el volvo a el garaje y ingresé a la casa por la puerta interior que daba a la cocina, no pude evitar decir al pisar ese piso a cuadros que mi mamá adoraba tanto.-estoy en casa.

No contestaron y no lo harían nunca más, pero no pude evitar escucharlos repetir sus palabras de siempre-te escuchamos.

Una sonrisa de melancolía se formó en mis labios, puse todo mi equipaje en el cuarto que había sido de ellos y cuando todo estuvo arreglado bajé, ingresé a la cocina y busqué algo para comer, le había pedido a Eleazar que arreglaran las casas limpiándolas y que surtieran las alacenas y heladeras, no quería tener que salir para poder comer apenas llegara. Rebusqué que tomar y encontré jugo de naranja bien frío, me serví un vaso y luego comencé con la cena, unos sándwiches de jamón, queso, tomate, lechuga y aceitunas que encontré muy sabrosas entre las cosas que apartaba.

Cuando mi panza ya no sonaba, era tan extraño que a pesar de estar sola me sentía acompañada y tranquila, pude comer sin problemas, sin sentir ese nudo en mi estómago oprimiéndolo.

Hacía mucho calor, así que subí y me puse algo cómodo, un pareo corto sobre una maya de color azul de dos piezas, descalza con el pelo suelto salí a disfrutar de la noche en esa playa que tantas veces fui feliz junto a mis padres, disfrutaría de la playa junto con los recuerdos.

No se que hora era, pero estaba completamente oscuro y todas, todas las estrellas parecían brillar en el firmamento junto con una espectacular luna creciente, era una lástima estar sola para disfrutarlo y ser la única en hacerlo.

Me tumbé en la arena crucé mis brazos en la nuca y me dormí o eso creo, estaba a punto de dormirme cuando sentí que alguien chocó con mis pies cayendo sobre ellos como formando una x, fue tan grande la sorpresa y el susto que enseguida me senté, pero la persona que chocó conmigo también lo hizo y terminamos dándonos un cabezazo que cortó mi piel en una ceja derramando sangre.

Tapé mi ceja con una mano haciendo presión y divisé a la persona que no dejaba de decir maldiciones mientras seguía intentando levantarse.-perdón no te vi.-era un tipo grande, con el pelo corto, no se su color porque era de noche, cuando logró ponerse en pie, tendió su mano para levantarme, al principio lo quedé mirando, ¿quién era y que hacía en esta playa?, sería un ladrón o un degenerado, su cara lo descartó porque lo que lograba ver era una expresión de niño grande, con cachetes gorditos y muy simpático además de atropellado como yo.

Tomé su mano y me paró, pero tambaleé creo que por el olor a la sangre, nunca me gustó, así que no soltó su agarre, al contrario me tomó en brazos.-soy Emmet, ¿te lastimé verdad?.-fue en un tono de pregunta, pero también de afirmación, no podía creer que los Cullen habían llegado, pensé que lo harían en la mañana, no podía negar que tenía un cuerpo impresionante, pero no era mi tipo.

-si.-contesté bajito.

-vamos a la casa, mi papá o mi hermano pueden ayudarte.

-¿Qué?...no, bájame no te preocupes.-intenté bajarme, pero no me dejó.

MENTIRAS, ENGAÑOS Y UN AMOR (+18).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora