MENTIRAS, ENGAÑOS Y UN AMOR (+18).

Hablando con la familia Cullen.

-Bella si mi familia está en peligro es mejor que todos estén enterados.-Alice asintió estando de acuerdo con su hermano.

-está bien, pero mejor cuando amanezca.-terminé de decirlo y Alice salió corriendo para el baño a vomitar todo, en ese momento una idea vino a mi cabeza, miré a Edward y asintió, Alice estaba embarazada, ahora entendía porque dijo que estaba mal de estómago y Edward que se entregó a Jasper y que no había marcha atrás, ¿como haríamos para salir airosos de este problema?, íbamos a necesitar mucha ayuda.

Media hora después Alice caía dormida en mi habitación con Edward y yo a ambos lados, cuando nos dimos cuenta que ya no se despertaría bajamos a la sala para continuar hablando.

Lo primero que me dijo era que Alice todavía no sabía sobre el embarazo, porque los estudios los tenía su padre, también me contó, que ni su madre ni Emmet estaban al tanto.

No pude ni quise evitar encontrarme bajo su cuerpo en el sillón, me había dado cuenta que me volví adicta a Edward Cullen en solo dos días, no conocía nada de él, pero no quería apartarme por nada del mundo.

Comenzó con un beso lento en mis labios, deslizó sin problemas su lengua en mi interior, a estas alturas parecía un experto besador y pensar que su primer beso fue conmigo me hacía sentir genial.

Cuando la respiración se necesitaba, nos apartamos un poco de los labios del otro, no pude contenerme de decirle.-Edward no se que me haces.

Su reacción fue extraña y causó risa cuando comprendí lo que hacía, me tomó de la muñeca mientras apoyaba su cabeza en mi corazón por unos segundos para contestarme.-estás bien, la respiración y el pulso es acelerado, pero normal para estas situaciones, el corazón es muy fuerte...-comencé a reír y acotó.-y en cada latido dice te amo Edward.

-amor, no me refería a eso.

-¿no?.

-no quería una revisión médica, no se que me haces que sin conocerte mi cuerpo te reclama, te necesita, sin preguntas, sin promesas, ni miedos, siempre tuve temor de entregarme y contigo parece que nunca existió y me excita tenerte cerca.-con esta última confesión me sonrojé, por Dios de donde había sacado el valor para hablar así.

-perdón, no soy bueno con las mujeres y a decir verdad me encuentro igual que tú, con solo verte reacciono.-señaló sus bermudas que tenía un bulto muy atractivo clamando atención.

Llevé una de mis manos que se encontraba en su cuello, por todo su pecho hasta la pretina de sus bermudas, no me dejó meter la mano.-no Bella.

-¿porque?.

-creo que debemos esperar.

-¿quieres esperar para hacer el amor?.-aclaré por si no le había entendido.

-si.-se notaba que hablaba enserio.

-no entiendo, ¿que pasó en la playa hace unas horas?.

-yo pensé que...te habías entregado a tu novio y no quería perderte, quería que fueras la primera, por eso te busqué y no pensaba desistir, pero ahora que se que eres virgen, no hay apuro y podemos hacer las cosas bien.

-necesitas esperar un tiempo para perder tu virginidad.-me sentía la mala del cuento, yo estaba preguntándole a él.

-si lo dices así suena feo, creo que... no quiero perderla en el sillón de tu casa con mi hermana durmiendo arriba.

Me sonrojé y sonreí nerviosa, por lo excitada que me encontraba me había olvidado de Alice y que en definitiva yo tampoco quería perder mi virginidad en los sillones de mi mamá, me la imaginaba en el cielo junto con papá diciendo "mira a Bellita que está haciendo en mi sillón".