Estigma

3. Omnipresente

CROSS ANGE: TENSHI TO RYUU NO RONDO [クロスアンジュ 天使と竜の輪舞] Y SUS PERSONAJES NO ME PERTENECEN

Las impetuosas alas de Aura revoloteaban por el largo espacio multicolor que había sido su residencia desde tiempos inmemoriales, siendo el azul y el violeta los colores predominantes; después de todo se trataba de la fisura espacio-temporal que conectaba un mundo con otro, los sesenta y cuatro mundos paralelos eran su única vista... hasta ahora.

Una mujer de recién cumplidos diecinueve años miraba uno de esos mundos en particular con un toque nostálgico. Flotando a una distancia prudente, aquella pelirroja de ojos lavanda se limitaba a observar, interiormente apresurando el tiempo para poder intervenir pues su indiferencia ante el asunto fue idea suya.

—Hija mía...—Llamó Aura deteniendo su volar a un lado de ella—Debo preguntar, ¿Por qué elegiste el silencio? Ahora mismo mis otras dos hijas rebosarían alegría y no tanta tristeza.

A su lado, Hilda le observó fijamente a aquellos ojos lavanda que eran igualmente compartidos por el DRAGON superior.

—No sería lo adecuado—Contestó firme, centrando su mirada de nuevo en ambas princesas, viendo como era que Salamandine buscaba una manera de lidiar correctamente con las pesadillas de Ange—Sería demasiada presión emocional y sé que Ange es fuerte, pero... han sido tantas las cosas por las que ha tenido que pasar desde ingresó al Arsenal por segunda ocasión que está completamente rota en este momento.

—Comprendo que no quieras que Ange se entere de tu condición no muerta pero tampoco viva—Comentó Aura— ¿Pero porque Salamandine igualmente debe permanecer en la ignorancia?

—Sala es en ese momento el pilar de Ange—Contestó—Sala es demasiado transparente, decírselo a ella involucraría que Ange igualmente se enterase y eso...

—Eso no les conviene, ya lo sé—Por increíble que parezca, el DRAGON suspiró cansado. El que Hilda hubiese heredado una inteligencia sin igual en esos momentos le dificultaba el clasificarlo como algo bueno o algo malo, pues esa manera tan fría de pensar no era algo que cualquiera pudiera hacer—Aunque igualmente ya has hecho demasiadas cosas que no son convenientes.

Las mejillas de Hilda se sonrojaron al saber de qué hablaba la madre Aura.

Ese contacto tan cercano con la madre de todo competía con el que tenía Jurai, y contrario a lo que pudieran pensar, todo quello no había comenzado con ese sueño difuso que tuvo cuando cayó inconsciente encima de Ange en la vieja guarida de Tusk y tampoco había sido cuando el Villkiss en conjunto con Aura salvó su vida; sino mucho más atrás, en los años más infantiles de su inocencia antes de ingresar al Arsenal, aunque como es obvio, no tuvo mayor redundancia.

Según había logrado comprender, por las historias que Aura le contaba en ese tiempo que obligadamente estuvieron juntas y el plus de aquel sueño, el mayor problema de Aura al ser capturada por Embryo, fue la dificultad para que sus tres partes coincidieran y cumplieran su deber. Las visiones que Ange y Salamandine habían tenido se remontaban a esas discordancias, porque obligadamente necesitaban estar las tres juntas y siempre había faltado ella como razón para los sentimientos y la fuerza de aquellas dos y la única vez en la que habían logrado coincidir fue un fracaso, pues cada una estaba en un bando distinto con muy poca preparación, y el hecho de recordar sus vidas pasadas no ayudó a mejorar la situación. En esta ocasión, literalmente fue un todo o nada.

Fue una suerte que Jurai lograra amoldar las cosas de la mejor manera para poder unir a la fuerza y a la razón haciendo que trabajaran en completa sincronía antes de encontrarse con los sentimientos.